sábado, 6 de abril de 2013

Buscándonos

Nadie encuentra lo que no está buscando. No es verdad que las cosas aparecen de pronto. Cuando un hombre encuentra a una mujer, cuando una mujer encuentra a un hombre...los dos estaban buscándose. Por soledad. O por dolor. O por ganas de revivir la vida. O porque sí. 
¿Por qué explicarlo todo? ¿Por qué decir que la causa, el efecto, que la casualidad no existe, que...? Mejor pensemos que lo importante es que, cuando no hay alguien a nuestro lado, hay muchas cosas que no podemos hacer y otras que sí.
Nadie encuentra lo que no está buscando. ¿Por qué creés que vos y yo nos encontramos? ¿Desde dónde venías acercándote? ¿Desde cuándo yo esperaba que llegaras? ¿Por qué yo? ¿Por qué vos? ¿Por qué nosotros? ¿Por qué creés que no te desviaste, con otro rumbo, que no fuiste más hacia el sur, o más al norte, o al otro lado del mar incalculable? ¿Por qué pensás que me detuve para que pudieras alcanzarme, extender las dos ramas de tus brazos, abarcarme con toda tu ternura como diciéndome: "ahora ya no te pasará nada malo, nada triste, nada cruel"; podés dejar de llorar, podés dormir con los ojos cerrados, mansamente y, al despertar, no estarás solo...Nunca más estarás solo..."¿Y yo no estaré sola nunca más...?"? ¿Por qué? Porque los dos estábamos buscándonos. 
Porque desde aquella lejana, lejanísima primera vez que nos vimos, quedó un delgado, finísimo, invisible hilo uniéndonos...un hilo que nada puede cortar, un hilo que atraviesa paredes, muros, montañas...un hilo indestructible que no soltaste, que no solté, y que al fin volvió a reunirnos para que la historia termine su retrato, tal vez poniendo un poco menos de tonalidad en la paleta, o distintos colores y brillos, pero retornando a los dos mismos protagonistas: vos y yo.
Nadie encuentra lo que no está buscando. ¿Me entendés, ahora? 


@Incredulas - 06/04/13

No hay comentarios:

Publicar un comentario