Un camino

Miles de piedras se te tropiezan a lo largo de la vida. Miles de personas aparecen y desaparecen en un abrir y cerrar de ojos. Miles de obstáculos te impiden avanzar, pero con todas tus fuerzas hacés de todo para no retroceder. 
Cada paso en la vida es nuevo, y cada vez es más la madurez que nos toca a cada uno. Cada vez las aventuras son más y más peligrosas. Cada vez sufrimos más, cada vez nos volvemos más responsables, y dependemos de nosotros mismos para seguir adelante y crear nuestro propio camino. Un camino donde podés poner flores, árboles, ramas, hojas, un banco, un poco de piedras para decorar y un hermoso final, un final brillando, como los amaneceres, un final feliz, porque vos sos la responsable de tu felicidad, vos y nadie más. 
¿Cuántas veces sufriste por alguna infidelidad? ¿Muchas? Es porque vos le diste lugar para que esa infelicidad apareciera, vos le abriste las puertas y eso no está bien. Si ponés esfuerzo, podés ser feliz los 365 días del año, pero no viene mal alguna tristeza de vez en cuando, por algo somos humanos, por algo sentimos, por algo amamos, lloramos, reímos, pensamos. 
Tenemos sentimientos, y todos esos los podemos volcar en un camino sin final, un camino largo, con gente que querés, con gente que apreciás, con gente que hizo de tu vida una aventura mejor, con gente que te marcó en algún sentido abstracto. En ese camino sólo vos sos tu propio jefe. Sólo vos podes auto mandarte. 
Vos elegís cómo se hace el camino, qué material hay que usar, cómo se va a decorar, cómo se va a llamar. Vos podés agregarles flechas en busca de diferentes ramas en ese camino. Vos sos la dueña de tu camino. Vos sos la que camina, vos marcás el ritmo.
Pensalo, es una buena manera de comenzar otra vez, de destruir el camino malo, y crear el nuevo, el lindo, el bueno, el saludable, el amable, el que es mejor para vos. Dale un final feliz a tu camino...

@Incredulas - 11/03/13