viernes, 22 de marzo de 2013

Aquellas pequeñas grandes cagadas

Todos tenemos ese "algo" de lo que nos arrepentimos, un motivo por el cual, si volviéramos el tiempo atrás, cambiaríamos nuestra forma de actuar antes los hechos. Todos alguna vez pensamos para adentro y nos auto preguntamos: "¿por qué hice eso?", "¿en qué estaba pensando?". En realidad, seguramente no hayas pensado. 
Muchas veces le podemos echar la culpa de esas cagadas al alcohol, a la influencia de un amigo, o simplemente a un impulso, pero la realidad es que si en algún momento hiciste lo que hiciste fue porque quisiste. No creo que nadie te haya puesto un revólver en la cabeza y te haya dicho: "si no lo hacés, te mato". Por más que no seas del todo consciente, simplemente dejaste de pensar en las consecuencias que implica lo que ibas a cometer y te la mandaste. 
Ya está, está hecho. No podés volver atrás y cambiarlo. Acordate que todo lo bueno es una anécdota y todo lo malo es una experiencia
Nunca hay que arrepentirse de nada porque sino nunca hubieras cometido errores y por lo tanto jamás ibas a aprender de que eso no está bien. De lo único que hay que arrepentirse es de lo que no hacés.
Todo pasa por algo, pensá eso. Las casualidades no existen, existen las causalidades y cada vez que hagas algo, si de verdad no querés padecer un problema y evitártelo, pensá dos veces si te conviene o querés eso para tu vida. En cada instante hay que tener en cuenta esto.
Viví la vida, sos adolescente, es la época ideal para mandarte cagadas porque sino...¿cuándo las vas a hacer?.


@Incredulas - 22/03/13

3 comentarios: