La carta que nunca vas a leer

No sé por qué te estoy escribiendo esto, pero sentí una necesidad enorme por saber cómo estás, qué hacés, en qué anda tu vida.
Tengo un millón de preguntas para hacerte, todo lo que no te pude preguntar en este tiempo, esas cosas sobre vos de las que dejé de estar al tanto por las razones que ya sabemos, o vos sabés, supongo. 
No sé si volviste a trabajar como querías, o si estás trabajando como lo hacías cuando te conocí...O capaz cambió totalmente todo y ahora estás involucrado en otra cosa; o simplemente no estás trabajando. 
¿Cómo va la relación con tus viejos? ¿Pudiste acercarte más a tu papá? ¿Te estás llevando mejor con tu mamá? ¿Seguís igual de vicio con tu jueguito de mierda, o ya tenés una adicción nueva? Y hablando de adicción, ¿todavía te juntas todos los jueves a la noche con tus amigos? Seguro tenés mil anécdotas nuevas de cosas que te pasaron a vos o a alguno de ellos, pibes con los que te peleaste, profesoras a las que boludeaste, o algún comentario gracioso que hiciste. Extraño escucharte cuando me contabas esas cosas. 
Me acuerdo de una vez que me dijiste que lo único que querías hacer ahora en esta etapa de tu vida, era vivir cosas con tus amigos y cagarte de risa con ellos, porque esas van a ser las historias que les vas a contar a tus hijos cuando seas grande, y que para estudiar o trabajar tenés toda la vida. 
Tenés ese espíritu de disfrutar los momentos y vivir siempre el presente sin pensar en el pasado ni en lo que pueda llegar a pasar, que me encanta ("Tenés que vivir el ahora, porque el pasado no lo podés cambiar y el futuro no lo podés predecir", me dijiste un día). Quisiera poder seguir tu consejo...
Ya pasó mucho tiempo, y la verdad no sé por qué te tengo tan presente ni por qué me cuesta tanto estar sin vos si en realidad nunca te tuve. Sé que nunca fuiste mío pero en mi cabeza sí, en mi cabeza estábamos juntos. 
Pasé casi un año negándome a mí misma la realidad para que no me lastime y auto convenciéndome de que "tener un poquito de tu amor era mejor que no tener nada". Pero así y todo me hacías feliz.
Me hacía feliz el sólo hecho de hablarte y saber cómo estabas. Verte una vez por mes para mí era una tortura, pero esas horas que pasaba con vos eran la gloria. Tener esa seguridad de que aunque sea cinco minutos al día pensabas en mí, y a veces hasta me celabas. No había sensación más linda que sentir que me querías, que yo te importaba (lo que me duele escribir éstas cosas en pasado es increíble).
Odio a Arjona pero cuando su canción dice: "jamás fui infeliz y feliz como he sido contigo" no se equivoca, siempre me hiciste sentir todo al extremo, con vos no hay término medio, es amarte al límite u odiarte al límite, y a mí lamentablemente me tocó la primer opción. 
Por vos sentí cosas que no siento por nadie más y me da bronca, estoy con otros chicos y no me mueven ni un pelo y pienso: "la puta madre, a él lo veía y se me caía el cielo encima". Estoy harta de buscarte en otras personas y ya me resigné a que no hay otro como vos. No te agrandes leyendo esto pero sos único, y para mí siempre vas a ser mi único.
Conozco todos tus defectos y sé lo malo y frío que podés llegar a ser, sos un manipulador de primera, y así y todo te quiero. Te querría seas como seas porque estoy enamorada de vos, y lo que siento es incondicional. Mirá hasta que punto llegó esta locura de quererte que ya lo tengo aceptado, hagas lo que hagas siempre vas a ser el hombre más importante de mi vida.
Hiciste cosas que me lastimaron muchísimo, dijiste cosas que no tenías que decir y te importó muy poco si te estabas cagando en mí y en lo que me prometiste ese día que te pedí por favor que nunca hablaras mal de mí...y vos me dijiste: "nunca podría decir nada malo de vos, porque no tenés nada malo para que diga". ¿En dónde quedan las palabras? Me dolés mucho, y sin embargo sos el único que puede hacerme sentir bien. 
Cuando me abrazabas todo lo demás desaparecía, mi mundo eras vos y listo. 
Te extraño mucho, perdoname por escribirte esto pero necesitaba que lo sepas y de alguna forma descargarme porque a mis amigas no les quiero hablar de vos.
No pretendo nada con esto, no quiero que me respondas ni nada, no es mi intención desacomodarte la vida, sé que sos feliz y eso me pone contenta. 
Te necesito conmigo. Perdón.
Me enseñaste a quererte y me acostumbré a vos, y ahora me cuesta mucho encarar todos los días sabiendo que ya se terminó.
Te amo, como siempre.

@Incredulas - 10/03/13