Existe de verdad

Estoy de novia hace casi tres años. "Guau, una banda de tiempo", pensarán algunas. "Les falta un montón por vivir", analizarán otras. Las dos partes tienen razón.
Un gran porcentaje de personas aseguran que la mejor etapa en una relación son los primeros seis meses, donde recién se van conociendo, descubren cosas nuevas de su pareja y suele haber más ternura y romanticismo porque, justamente, todavía se mantiene ese período de conquista. También se suele decir que después de un par de años, las cosas se desgastan y la gran mayoría de las parejas tienden a caer en la tan temida costumbre, donde siempre hacen lo mismo, ya no se hacen más regalos sorpresa ni hay detalles tiernos.
No quiero sonar altanera ni que confundan mi momento de sincericidio con soberbia, pero a mí todo lo que detallé anteriormente no me pasa.
Cada día que pasa, siento que amo más y más al hombre que tengo al lado. Reinventamos las salidas constantemente, hacemos cosas nuevas y nos volvemos a enamorar cada mañana cuando nos levantamos juntos, nos miramos a los ojos y nos damos el beso de los buenos días. 
A mí no me pasa que los seis meses sean los mejores, para mí toda la relación fue buena. Todos los momentos los considero especiales e importantes, y su nivel de ternura para conmigo cada día es más pleno que el anterior. Me sigo enamorando de que me agarre de la mano. Me siguen dando cosquillas en la panza cuando estamos por encontrarnos en algún lugar. Lo sigo extrañando cuando no duermo con él. Si gana el partido de fútbol que juega los sábados, me alegro más que si ganara mi equipo. Si sé que nos vamos a ver a las siete de la tarde, yo empiezo a ser feliz desde las seis. Todos los diecinueve nos saludamos, por más que ya vayan más de treinta meses de noviazgo. 
No hay peleas. No hay celos. No hay desconfianza. Hay mucha amistad. Hay mucho compañerismo. Hay mucha fidelidad. Hay mucho apoyo mutuo. Nunca pensé tener una relación así, y parece tan raro para los que sufrieron por amor creer que esto es posible, pero yo les aseguro que sí, que todavía existe el amor de verdad, que no todas las parejas se engañan. Ni yo a veces me lo termino de creer, por momentos siento que vivo en un sueño o en una película, porque me pasan cosas increíbles que ni las parejas de ficción vivieron.
Nunca dejemos de creer en el amor, que es la fuerza más mágica e increíble que rodea a este mundo.

@Incredulas - 11/04/16