Con el paso del tiempo me fui alejando de ella, sin pelearnos, sin tener discusiones, sin darnos explicaciones y sin medir las consecuencias. En menos de tres meses ya no éramos las mismas, las dos lo sabíamos y cualquiera que lo mire desde afuera y nos conociera a ambas, también lo sabía. Sin embargo, decidimos hacer como que no pasaba nada en vez de afrontar los problemas y buscar soluciones juntas, como siempre lo habíamos hecho. Pero no, decidimos mirar para otro lado y dejar que pase. Las dos sabíamos que algo se había roto pero ninguna quería aceptarlo.
¿Cómo nos íbamos a pelear? Era algo inimaginable...Seguro era cosa del momento y ya se nos pasaría. Sólo nos iba a quedar el recuerdo de un momento malo, como miles de altibajos que teníamos. Claramente eso no pasó, con el paso del tiempo las cosas empeoraron y ya no había como darle vuelta atrás a eso que nos pasaba, ya no sabíamos como seguir remando si la otra no lo hacía, ya no teníamos otra oportunidad para retomar viaje y enderezar nuestra amistad.
Supongo que esto fue algo que nos dolió a las dos y que ambas esperábamos que la otra hiciera algo para recomponer un poco eso que estaba roto. Como ninguna de las dos tomó la iniciativa, o sí, pero fue en vano, decidimos rendirnos. Sin traiciones, sin peleas, sin explicaciones, sin ganas de seguir luchando o de pasarla mal. Simplemente nos dejamos estar.
Ya no nos hablábamos, si nos veíamos era un "hola" y "chau" más frío que el día más frío del invierno. No lo entendíamos. O mejor dicho, no lo entendía.
A partir de ahora voy a hablar por mi misma porque no tengo versiones de la otra persona para decir lo que sentía, pero yo sí sé lo que sentía en mi interior. Me sentía sola, me sentía desilusionada. No podía y no puedo entender cómo alguien que durante mucho tiempo fue para mí mi mejor amiga, ya no lo sea y ni siquiera le importara no serlo. Sentí el dolor más fuerte que pude sentir en la vida, porque nunca tuve una vida complicada o una familia problemática y creo que después de la familia, perder una mejor amiga supera cualquier otra cosa. Ni siquiera con el peor de los desamores me sentí tan muerta por dentro como cuando me faltó la contención de la persona más importante para mí. No sabía ni con quién hablarlo, porque justamente era con ella con quien compartía todos mis problemas diarios, y ella me faltaba...Estaba desorientada.
Pero así fue como pasó, hoy no hace mucho que hablamos por última vez, pero sí hace mucho que se rompió algo en nosotras. No la vi más y espero no hacerlo, no por rencor, no porque no la quiera o no desee verla, simplemente porque sé que si la veo me podría volver a afectar muchísimo.
Decidí que escribiendo esto iba a terminar de cerrar mi amistad con ella, no sé si por hoy o para siempre. Quizás en un tiempo todo vuelva a ser como antes, capaz ambas necesitamos alejarnos un poco, tocar fondo y tener otras amistades para darnos cuenta que nunca alguien va a estar tanto en las buenas y en las malas como la otra persona o que nunca nadie nos va a entender tanto. O no, quizá esto es sólo una demostración para que nos demos cuenta que lo nuestro no era una verdadera amistad, porque algo que se rompe tan fácil no se va a volver a arreglar así porque sí.
Por ahí nos ganó el orgullo, capaz que tuvieron que ver mucho otras personas o que nosotras somos muy influenciables, pero la vida lo quiso así y ya en otras ocasiones me di cuenta que todo pasa por algo, no creo que esta sea la excepción.
Ella sabe que siempre que me necesite voy a estar y por más de que pasen miles de años, va a ser así. Hoy sé que crecí, que abrí mucho la cabeza gracias a esto y que estar un tiempo sin alguien no es el fin de la vida, puede abrirte muchos caminos y hacerte ver otras cosas, porque como dice Salta la Banca "Nada gano si no sè perder. Fue como despertarme de un mal sueño. De las cenizas algo nuevo nacerá".
@Incredulas - 18/04/16
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