jueves, 6 de febrero de 2014

¿Un millón de amigos?

Parece que se nos está pasando por alto un detalle tal vez no tan importante, pero que tiene su propio peso particular: siempre supimos que la gente iba a cambiar. Desde un primer momento nos dijeron que este tiempo que estamos viviendo nos iba a dar las alegrías más disfrutables y las tristezas más despreciables, nos avisaron de antemano que no todo iba a ser tan fácil como nos lo pintaban, que iba a llegar el momento en que cada uno de nosotros tenía que empezar, tarde o temprano, a tomar nuestras propias decisiones.
Para pensar en el futuro todavía tenemos un changüí más. Detengámonos en el presente, en el ahora, en el día a día.
Me sorprendo (y me sorprendo en serio) cuando veo gente que se asombra al ver cómo cambian las personas a su alrededor. 
¿Nunca se detuvieron a pensar que en algún momento iba a tener que ocurrir? Si ya veníamos viendo que los amigos se cuentan con los dedos de una mano, y de los cinco a veces sobran, ¿por qué tantos ojos como platos, tanto discurso novelesco? Shakespeare no esperaba nunca nada de nadie... Lamentablemente no opino tal cual como él. Sé que los demás no me van a retribuir a mí un cien por cien de la forma que me gustaría, pero eso no quita que yo no intente ser una persona de bien. Yo soy fiel, leal y honesta hasta las últimas consecuencias.
Doy todo de mí, y cuando digo todo es todo, pero no con todo el mundo, sólo con aquellos que sé que se lo merecen, ¿entienden a lo que voy?
¿Qué gano con criticar las pendejadas que hace el otro permanentemente? Nada, absolutamente nada. Sólo logro que de mi cabeza no se vaya la bronca que tengo por esa "decepción" que siento (que no es decepción, es otra cosa), me pongo en ridícula frente a los demás, me atasco con futilidades cuando hay cosas mucho peores que podrían ocurrirme y cosas mucho más importantes y verdaderas en las cuales poner toda mi atención. No me hago ningún bien, porque me recuerdo una y otra vez lo jodidas que pueden ser las relaciones humanas a veces, elemento importante en el ciclo de la vida.
No nos compliquemos la vida, muchachas.
Roberto Carlos es un pelotudo, el millón de amigos no existe.

8 comentarios:

  1. de TODAS las entradas que lei,esta fue la mejor. LA posta.

    ResponderEliminar
  2. Que mejor que leerlas a ustedes para calmar mi malhumorrrrrrrr. Son geniales ♥

    ResponderEliminar
  3. al leer la primera parte me emocione xq me hicieron recordar a mi mejor amigo, son frases muy fuertes!! son unas idolas de la vidaa chicass!!! :)

    ResponderEliminar
  4. Me gustó mucho este post! Genias. Saludoss

    ResponderEliminar
  5. No sé si las amé más por el post tan increíble o por el "Roberto Carlos es un pelotudo" del final. Mis ídolas. Las amo eternamente.

    ResponderEliminar