lunes, 29 de agosto de 2016

Desde el fondo de mi ser

Hoy vengo a dar confesión a algo que ahoga mi consciencia, que me desespera y es la causa de todos esos manotazos perdidos en busca de liberación que a veces te desconciertan.
Te estuve mintiendo, justamente a vos que siempre sos transparente como el cristal de una pecera, y yo soy el pez que choca una y otra vez contra ella, ensuciándola, con la esperanza de seguir nadando hacia el océano.
Antes de que llegaras a mi vida, debo admitir, hubo muchas personas más. Cientos de antorchas desfilaron por los pasillos de esta casa abandonada, pretendiendo iluminarme y así alejar a mis fantasmas. Demás esta decir que fracasaron.
En cambio vos me enseñaste a prender mi propia fogata y a que los demonios no irían a ninguna parte sin antes sentarse a tomar un té y explicarme por qué habían llegado en primer lugar.
Como recompensa, te mentí riéndome, como un susurro culposo que escapa deslizándose por el viento.
Jinetes de brillantes armaduras cabalgaron hacia la torre y prometieron, si era preciso, destrozar piedra por piedra hasta mí. Y ninguno me liberó. Vos simplemente me explicaste que sólo es libre el que pelea, y que nada sirve regalado. Y yo te mentí directo en esas trampas mortales que tenés por ojos.
Y si quiero liberarme esta vez debo admitir que no tenia intención de confesarte esto. Me tomó muchos debates internos y largos saltos de posibilidad en posibilidad. Pero aquí va todo, o nada quizás. Pero es hora de, finalmente, decir la verdad.
En lo que se refiere a vos, la verdad ha sido siempre algo difusa, cambiante, oscura, brillante...Es correr por una carretera desierta con miedo de que alguien te atropelle. Es esperar el micro sin abono, tratando de descifrar cómo vas a subirte mientras éste se acerca más y más, y con el corazón a toda prisa insistiendo en que van a dejarte abajo, sola, en esa parada sin techo cuando empieza a lloviznar.
Si querés honestidad, acá la tenés. Si no la querés, es un buen momento para zarpar.
Intenté verte de otra manera más veces de las que mi orgullo me permitirá aceptar. No voy a decirte que en todos estos años no lo logré porque seria hipócrita y mi idea es volver a ser transparente cual agua del mar.
Por largas temporadas conseguí empujarte al fondo de mi mente, usualmente, ocupando todo el espacio con algo o alguien más, pero tarde o temprano dirías algo que haría tu recuerdo arremeter con fuerza a la superficie y mirarme con desdén. "¿Realmente creí que podría ahogarme?", me decía a mí misma mientras me acomodaba para esperar. Y es que a veces por mucho que quiera concentrarme en lo que estás comentando, tu voz y tus labios acaparan mi atención. Aunque quiera concentrarme en el motivo de tu risa, es ésta la que limpia mi almaY por más que guarde silencio, tu tacto quema como si fuera un carbón pretendiendo pasar por piedra.
Y durante este tiempo tuve siempre la intención de no molestarte con nimiedades como esta, pero las mentiras tiene patas cortas y esta ha llegado a su final.


@Incredulas - 29/08/16
Colaboración: www.facebook.com/VidaDeSonrisa

1 comentario: