sábado, 29 de marzo de 2014

Ráfaga

No creí que la búsqueda de la felicidad pudiera ser tan complicada, pero de eso se trata un poco: la emoción que genera sentirse así cuando la encontrás... La sentí en mis manos incontables veces, pero no estoy segura si fue mi imaginación o no. Si fue real, entonces es un sentimiento que se puede perder fácilmente, por eso la valoro. La dividiría en dos clases: la felicidad que genera uno mismo sintiéndose a gusto y la felicidad que te regalan esas personas que cumplen roles importantes en tu vida. Por lo menos, para mí es así. Porque muchas veces mi felicidad dependió de esas personas que tuve o tengo al lado, esas personas que me dan más sin que se los pida...
Pero en realidad, nunca voy a ser feliz si no me propongo serlo. La verdad es que no hay mejor momento para ser feliz que ahora, ¿sino cuándo?
La felicidad no es el destino final, sino el trayecto de la búsqueda donde probás todo tipo de situaciones y cosas nuevas. 
Encontré felicidad en el amor, en la amistad, en mi familia, y en cada cosa que hice que me complacía. No hay nada más lindo que sentir el alma llena, sentirse completa. 
Fui feliz cuando me compré las zapatillas que quería, cuando lo vi reír, cuando alguien me hizo sentir linda, cuando me vi al espejo y me sentí en paz, y fue ahí cuando todo empezó a cambiar... Aunque no puedo quejarme.
Estoy rodeada de personas que valen la pena, los llamados "amigos o amigas" y, como también, están aquellas otras amistades, pero que a diferencia de las anteriores, no las cuento con los dedos de la mano. Pero aún así son ellos los que cuando ya no puedo conmigo misma y me dejo caer, me levantan a la fuerza, una y otra vez, y no se cansan, son siempre la oreja dispuesta a escuchar constantemente las mismas historias, los mismos problemas y las nuevas alegrías, cuando de vez en cuando se presentan. Los que se hacen querer en tan poco, mis amigos, los que me dicen “no llores” y al abrazarme rompo en llanto porque siento que en sus brazos puedo tener un segundo de paz, seguridad, sentirme aliviada. Es mi ambiente y mi entorno el que me ayuda día a día a seguir adelante y no dejarme sola en este presente que estoy viviendo, en el que cada segundo quiero sonreír y olvidarme de todos los problemas y del pasado que me desespera.
Y a veces me siento neutra, no entiendo el por qué, pero es así como me siento, aunque eso no indica que no sea feliz. Soy feliz porque soy rica en amistad, tengo más de lo que merezco, recibo amor a diario, y soy feliz cuando me lo propongo, no tengo que estar esperando por serlo. Tengo que convertir esto, todo esto, en felicidad ahora.
Un beso en la mejilla, un abrazo, una mirada, simples palabras traen felicidad a mi vida; locura, alegría, sentido del humor, personas incomparables y momentos inolvidables que siempre me regalan una sonrisa.

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