lunes, 25 de julio de 2016

Rendirse

La vida se conforma de momentos, etapas, anécdotas, ciclos e instantes. 
Hoy me tocó cerrar un hermoso ciclo de mi vida: mi ciclo con vos. Hoy aprendí que a veces rendirse y decir adiós puede ser la mejor decisión, que no importa que quizás no te vuelva a ver nunca más...Sé que vas a seguir adentro de mi ser como un hermoso recuerdo que mil noches me hizo feliz.
En el cierre de este ciclo pude ver que para avanzar no es necesario olvidar lo acontecido, sino analizarlo, resolverlo y soltarlo. Es importante aprender a perdonar, y aunque debo reconocer que no me resultó nada fácil hacerlo, sé que el tiempo me va a ayudar. Lo que pasa con vos es que hay una parte de mí que siempre te va a pertenecer.
Dejar atrás tantos recuerdos es una tarea muy jodida, che. Pero también están esos recuerdos que me hicieron quebrar cuando estuve consiente que jamás se iban a poder realizar. Ésta vez no te voy a culpar a vos ni a mí, simplemente me voy a atrever a admitir que las circunstancias y las vueltas de la vida no nos favorecieron. Quizás aún éramos demasiado pendejos, no sé. Tampoco sé si pude haber hecho más y mejor, solo sé que todo el amor hacia vos no fue suficiente para dejar todo. O tal vez lo nuestro era conocernos pero no estar juntos.
Creo que en este término de ciclo no está de más mencionar que éramos muy distintos. Vos sos alguien sumamente paciente y yo toda una salvaje. Muchas veces un tanto distante, otras sumamente sensible al grado de desesperarme. Vos, misterioso y muy afectivo. Yo a veces muy fría y comunicativa hasta por los codos. Eras alguien un tanto difícil de amar y es que sin justificar quizás algunas situaciones o vivencias te llevaron a actuar y reaccionar conmigo como nadie se lo hubiese podido imaginar. Aun así, no intenté cambiarte. Te acepté y quise tratar de mejorarte, hacer de vos una versión aún mucho mejor, pero fue rechazada mi petición.
Y aún con todo esto traté de encontrar un equilibrio entre tu persona y la mía, un punto medio que nos permitiera continuar...Hasta que descubrí que lo mejor era quererte pero teniéndote lejos de mí. Porque continuar así solo hubiese sido un desgaste, uno muy innecesario que nos hubiese terminado acabando.
Pero tengo que confesar que todavía te extraño, pero ya no te necesito más a mi lado. Llegué al punto de no insistir más con escuchar tu voz, aquella necesidad de sentir tu amor, de saber de vos constantemente y de todo lo que acontecía a tu alrededor. Y es que me resultaría bastante fácil hacer una lista de todo lo que no salió bien entre nosotros, quizás por eso me fue sencillo rendirme...Puede ser tal vez tu falta de sinceridad para hablarme con la verdad inclusive cuando yo te aseguraba que nada de lo que me dijeras me haría cambiar. Puede ser también tu falta de tiempo para mí y esa forma tan poco sutil de sacar una y otra vez nuestro pasado, lastimándonos cuando eso era algo que ya precisamente había pasado y que nada tenía que ver con nosotros. O tal vez también fue mi manera de ser, de entregarme completamente y de ofrecerte una vida y un futuro a mi lado sin limitaciones.
¡Fuimos ambos! Mientras vos no supiste aceptarme con mis locas ideas, yo no supe entender tu sin fin de problemas.
Hoy puedo ver que más que nada nos quedaron anhelos, esos de tomarnos de la mano, de despertar abrazados, de hacer el amor hasta el amanecer, de salir a bailar y tomarnos juntos un café. Y no queda más que lamentarnos por lo que pudo ser y no fue. Y es que estoy segura que esta pudo haber sido la historia de un amor tan intenso, pero tus actos la terminaron antes de que comenzara.
Y no me queda la menor duda que decir adiós resultó lo más sano para los dos. De un tiempo a la fecha lo único que había era dolor. El interés se fue esfumando junto con las risas. Los sueños y los planes se fueron muy rápido y la distancia cada vez se veía más infinita.
Después de tantas verdades que salieron a la luz, puedo confesarte que me quedo con una enorme interrogante: ¿qué es lo que realmente querías de mí? ¿A mí? Y es que si algo tengo presente es que aunque decías quererme en tu vida, no hiciste mucho por mantenerme en ella. No demostraste con actos amarme y aquellas palabras se las llevó el más ligero viento. Muchas veces me demostraste que yo era más que nada un juego de dramas y trampas en las que me enredaba y se me dificultaba tomar una decisión, hasta que decir "adiós" fue mi única y mejor opción.
Terminé rendida y cansada. Cansada de luchar por algo que como mal había empezado, a terminar mal estaba destinado. Y así un buen día empaqué lo mucho o poco que a tu lado formé y me alejé de vos, consciente de que quizás nunca más te volvería a ver, pero decidida a continuar y levantarme sin vos...otra vez.

@Incredulas - 25/07/16

3 comentarios:

  1. Es precisamente lo que me paso. Más identificada no me puedo sentir 😢

    ResponderEliminar
  2. Algo parecido me paso a mi también y si, lo extraño pero seguro fue lo mejor. Las personas entran en tu vida con un motivo, enseñarte algo y vos algo dejaras en ellos. A su vez, también se van por algo...

    ResponderEliminar
  3. Hola, me gustaría ver la respuesta del chico al que le dedica este post! Háganlo porfaaa

    ResponderEliminar