viernes, 15 de julio de 2016

Enceguecida

Una noche más de esas tantas que pasaste, lo seleccionaste como uno más del montón, porque como todos los demás no era el único ni el más importante. Nunca te importó nada ni nadie.
Pero si algo hay mal en todo esto es que la rutina genera apegos emocionales, de esos que uno quiere evitar para no salir lastimado
Parece todo perfecto hasta ahora. Te creíste todos los "sos la única que me importa" y te comiste todos sus cuentos de que quería estar con vos de verdad. ¿Alguna vez te frenaste a pensar que todo vuelve? ¿Que así como vos tenés tu pasado, muchos tienen el suyo? Sí, linda, y hay personas que nunca lo superan...
Nunca te imaginaste que ibas a terminar llorándole a la almohada porque alguien que te hizo creer que era sólo tuyo ahora desfila en su cama con alguien más, otra más, y otra más. Y te preguntás: "si yo creí darle todo...¿Por qué busca otra?". Yo no lo sé. Y vos tampoco vas a saberlo.
En ese momento jurás no volver a caer, jurás buscar a otro que te haga olvidar de todo. Borrás mensajes, fotos...¡Pero pará! Hay algo que no vas a borrar tan fácil, porque el corazón y la mente no tienen un botón de enviar a la papelera de reciclaje. Y ahí vas, mintiéndote de que está todo bien, que no te importa nada y sos la misma forra sin corazón que fuiste en algín momento aunque no, ni vos te la creés porque ya conociste a tu debilidad.
De alguna manera vuelven siempre esos pibes, porque tienen un sensor los hijos de puta, y les avisan que siempre vas a estar para ellos aunque demuestres lo contrario, y por esa razón casi ilógica vos también volvés.
Tus amigas no lo pueden creer. "¿Sos estúpida? ¿Vos viste lo que te hizo? ¿Pero como lo vas a ver, nena?" y sí...llega y automáticamente volvés a cegarte.
A veces seguís soportando estas cosas porque son los recuerdos que deslumbran por una persona que ya no brilla por su presencia, porque no volvés a él porque sea él, volvés a lo que fue él con vos en algún momento, y te gustaría que todo vuelva a ser como antes. Lamento informarte que los buenos momentos pasan rápido
Llega la desconfianza. Ya no le creés nada de lo que te dice, te ponés de mal humor con cualquier señal estúpida que te de la incertidumbre de no saber dónde está...¡Calmate, está con sus amigos! Pero vos seguís creyendo que no es así y la mente te hace ruido para que sigas pensando eso. Ya no es ni va a volver a ser lo que fue antes. Te peleás. Volvés. Te obsesionás. Te peleás. Volvés. No te importa nada más que él, y por eso volvés otra vez. Te olvidás hasta de tu nombre tratando de recuperarlo y haciendo cosas para llamar su atención y enamorarlo.
Frená un poco, loca, y date cuenta que no vale la pena. Abrí los ojos y avivate de todo, pero aunque creas que ésta es la última vez y tocaste fondo, no, no tenés la capacidad de frenar. Como toda adicción, una vez que empezaste, te gustó y te volviste dependiente...Difícilmente podés volver a decir que no.
Llegó el día en que querés salir a flote por vos, te cansaste de seguir, te cansaste de esperar mucho de un inútil que no valora nada, y aceptaste que nada va a volver a ser como antes. Pero esos daños profundos dejan una cicatriz que te va a seguir generando algún recuerdo cada vez que la mires, y de eso tampoco podés escapar.


@Incredulas - 15/07/16

2 comentarios:

  1. Para cuando entrelazados??

    ResponderEliminar
  2. Que bueno. Siempre que me pasa algo no se si es coincidencia o que, siempre publica algo y es lo q me pasa...

    ResponderEliminar