Terminar una relación no es nada fácil. Es probable que, si hace poco te pasó, en estos momentos te sientas de luto, triste, bajoneada...¡No te asustes! Es parte del proceso.
Superar a tu ex lleva tiempo, así que tomate el que necesites porque, primero y principal, necesitás estar en paz con vos misma, entender todo lo que pasó y aceptar los tiempos del destino.
El punto fundamental es dejar fluir todo lo que tenga que pasar, pero, sin embargo, te dejamos una lista de lo que te aconsejamos hacer antes de comenzar otra relación sentimental. Esto te va a ayudar a superar y puede darte una linda sorpresa lo que puede pasar en un futuro.
¡Atención!
Animate a salir con alguien con el que jamás saldrías. Tener un prototipo de hombre muy marcado hace que te pierdas la oportunidad de que pase algo maravilloso con alguien al que consideras que no es "tu tipo".
Escribí una lista de cosas que te hicieron sonreír en los últimos días...¡Tu ex no cuenta!
Agarrá a tu mejor amiga y salgan a romper la noche, anímense a conocer esos lugares que siempre quisieron pero nunca se dio que los conozcan.
Atraé cosas y personas nuevas. Anotate a ese curso de inglés que tanto querías, o en uno de cocina, ¡o arrancá el gimnasio! Hacé lo que sea que te agrade y te despeje la mente. Vas a sentirte plena de nuevo.
No le tengas miedo al cambio, al contrario, ¡provocalo!
Cambiá de color tu habitación, decorá tu casa de manera distinta, no tienes ideas del cambio que lográs con sólo mover los muebles de tu cuarto.
Exprimí los recuerdos. Recordar es vivir pero también morir despacito, así que si tenés esa remera que te regaló él para tu aniversario, donalo, sacalo de tu vista sino siempre va a quedarte su recuerdo ahí, anclado como una estaca.
Dejá de querer manipular el destino. Es cierto que cada quien lo construye, pero dejá de querer correr y volar cuando la melancolía no te deja ni gatear. Primero superá tu antigua relación y dejá de pensar en cómo será la próxima.
Disfrutá cada día en tu compañía, no hay un calendario perfecto para saber cuánto te falta para estar mejor, no elegimos quién nos daña pero sí cuánto.
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