martes, 9 de enero de 2018

Una vez amé

Una vez amé.
Una vez amé y me hicieron mierda.
Una vez amé y no quise volver a amar nunca más.
Porque amar me dolió, amar me costó el corazón, el alma y mi luz.
Se cagaron en mí, en mi amor, en todo lo que había en juego. Di todo de mí, todo, y no sirvió, no alcanzó, no importó. 
Me entregué en cuerpo y alma para que te quedaras (para que quisieras que me quede) y no sirvió. Hicimos lo que teníamos que hacer y seguimos nuestros caminos como quien no ama, como quien sólo busca eso, y no me importó porque sabía que ibas a amarme como en algún momento lo hiciste y nunca pasó. 
Todo empeoró, vos te alejaste, me cambiaste, te fue indiferente y acá estoy yo, mil días después, encerrada en mí, negada a volver a amar, negada en volver a abrirme para que alguien me quiera y me conozca. 
Y no, no vivo con cara de orto porque sí, tampoco soy antipática ni desamorada. Tengo sentimientos, muchos solamente que cuando los mostré los arruinaron, por eso decidí que así están mejor, ocultos, sin que nadie sea capaz de tocarlos, escondidos de gente sin alma, capaz de destruir todo lo que toca.

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