lunes, 18 de septiembre de 2017

Al final de cuentas

No soy ajena a todas las problemáticas que existen. Sé que si uno lo quiere hay demasiadas razones para vivir hechos mierda por tanta crueldad en el mundo, por todo el desinterés que hay en la gente por las demás personas. Es una realidad que cada vez las personas son más egoístas y que encontrar gente buena es difícil.
Sé que existe hambre, violaciones, matanzas, odio, y que en cualquier momento un huracán, un volcán o un presidente hijo de puta puede venir y terminar con nuestro mundo como lo conocemos.
¿Todo esto no es una razón también para ser felices? Porque, al final de cuentas, nadie sabe cuánto tiempo le queda, todos podemos considerarnos bendecidos y afortunados con el simple hecho de tener salud, pan y techo. Hay algunos que tienen todo lo necesario para ser felices, pero deciden concentrarse en aquello que les falta, en frustrarse por conseguirlo sin disfrutar el camino, y eso es lo que yo siento que está mal. Siempre hay algo nuevo que lograr, siempre tendremos algún problema, inconformidad o necesidad, no conozco a nadie que sea la excepción a esta regla, por más dinero, por más fama o éxito que tengas, siempre hay problemas y somos nosotros a los que decidimos qué cara de la moneda queremos ver.
No soy una tonta que desconoce todo y es feliz por ignorancia, soy una persona que decidió concentrarse en lo bueno y dar gracias todos los días por lo que tengo, por mi trabajo, por mis amigos, por la carrera que estudio, por mi familia y lo que me rodea. También doy gracias por poder experimentar esa emoción tan grande como cuando uno está enamorado... Una sensación tan fuerte, tan mágica...
Así es mi forma de ser, yo decidí ser así porque me siento mejor, porque soy más feliz, y simplemente trato de sacarle el máximo provecho a esta vida que no sabemos nunca cuándo va a terminar.
No me freno cuando tengo una idea sobre algo que me brinde felicidad, ni me interesa lo que los demás puedan decir de mí, si algunos se alejan que lo hagan, segura estoy que otros se van a acercar y al final de cuentas soy yo la responsable de mi propia vida y mi felicidad, yo no pierdo mi tiempo criticando a los demás ni escuchando sus murmuraciones, que hable el que quiera hablar, porque al final de cuentas y a pesar de toda mi locura, siempre encuentro personas que me quieren acompañar, gente con quien puedo ser como yo quiero, con quienes fluye mi verdadera esencia y eso también creo que es una bendición. "Siempre hay un roto para un descocido" y si tengo que pagar mi felicidad con el reproche y la reprobación de muchos que así sea, porque si les hago caso de cualquier forma ellos no va a hacer mi vida mejor.
Por eso insisto en que se necesita mucha locura para lidiar con tanta realidad.

2 comentarios:

  1. Además de ver el lado positivo de las cosas, hay que intentar aportar nuestro granito de arena al mundo, sea dándole algo a quien lo necesita o regalar una sonrisa. Muy buen post ❤️

    ResponderEliminar
  2. Tenes tanta razón... gracias por hacerme sentir mejor. En este mundo lleno de caretas y falsos queda poca gente decente.

    ResponderEliminar