viernes, 13 de febrero de 2015

Disfrutar la felicidad

Te comprás un celular grande, pero te hace falta uno más grande.
Te comprás unas zapatillas, pero te hace falta unos zapatos para salir.
Te compras un short, pero te hace falta una pollera.
Tu novio te dice que te quiere, pero te hace falta que te diga que te ama.
Tu platónico te habló, pero te hace falta que guste de vos.
Siempre es lo mismo, nunca nos conformamos con nada.
El ser humano por naturaleza es poco conformista, nunca llega a ser completamente feliz porque siempre le falta algo que no lo deja llegar a su felicidad plena.
Estamos acostumbrados a que cuando tenemos un poquito de felicidad, buscamos más y más, y no disfrutamos lo que tenemos. Y no es asi.
La felicidad es como un relámpago, como un chubasco, como viene, se va.
La felicidad es fugaz y rápida: no te terminaste de acostumbrar a ella que ya se fue. Pero esto es así porque nosotros no nos agarramos a la felicidad, porque cuando tenemos un poco de alegría, le buscamos algo para demostrar que no estamos del todo felices y así no funciona esto.
Es común ver como las personas se viven quejando y renegando porque no llegan a ser plenamente felices.
Qué idea tan errónea la de pensar que hay algún ser humano en la vida que tenga una plena felicidad, que no tenga preocupaciones. Si esa gente aparenta ser así, es porque aprendió a priorizar  la felicidad y a dejar de lado el famoso "me hace falta". Pero personas como estas, hay pocas. Somos muchos más los que no nos conformamos con nada y siempre nos falta un poco para conseguir esa felicidad.
¿Así pretendemos ser felices? ¿Cuál es nuestra idea de felicidad? ¿Siempre van a haber peleas, desconformidades? ¿Siempre vamos a estar insatisfechos? Deberíamos empezar a valorar la felicidad. Deberíamos conformarnos con aunque sea una cosa buena que nos pasa.
Por eso, cuando te llegue la felicidad, agarrate fuerte a ella. No la sueltes, no dejes que sea un chubasco más en tu vida, no dejes que te pase por encima. Si busáas ser feliz, tenes que serlo con la más mínima alegría que en realidad no es pequeña, sino que es enorme, pero no la estás valorando lo suficiente. Sonreíle al mundo, sonreíte a vos misma. Agradecé que estas viva y que tenés personas que te quieren. Nunca dejes que nadie te robe la felicidad, disfrutá cada minuto de ella y cuidala.


@Incredulas - 13/02/15

2 comentarios: