Todo empieza con peleas cada tanto, algún que otro insulto, y después sólo silencio en el que creíamos que todo estaba solucionado, pero no era así. Luego prosiguen malas contestaciones constantes, ya no escuchamos que se digan más "amor", "gordo", "bichi", sino que ahora se llaman por su nombre, pero ni siquiera abreviado, sino completo. Después pasan a discutir en la cena, y uno de los dos se termina levantando y se va a la pieza, mientras la comida continúa en silencio muy incómodamente. Ni hablar si ésta pelea empezó por un mal comentario nuestro o por diferencias entre ellos, ya sea porque mamá nos defendió y papá está en contra de eso o viceversa.
Llega un momento en que las discusiones son constantes, cualquier cosa es motivo de pelea, todo los hace enojar y tienen tolerancia cero con el otro. Uno, como hijo, disimuladamente intenta evitar peleas, genera salidas para que puedan despejarse...pero nada de esto funciona. Y tampoco nada de lo que hagas va a funcionar, ¿sabías? Porque son temas de ellos. Es algo en donde vos, si bien estás involucrada por ser su hija, no tenés la culpa de nada. Siempre el hijo atina a sentirse culpable y maldecirse por las peleas de sus padres, pero te aseguro que no es así y que nada de lo que hagas puede generar más pelea, porque la relación ya está desgastada y se pierde esa familia consolidada de hace unos años. Tampoco te aconsejo que interfieras en las peleas, no defiendas ni a uno ni al otro. Muchos padres intentan someter a sus hijos a un lavaje de cerebro con comentarios en contra del otro: "porque tu papá es un pelotudo", "está re loca tu mamá" y cosas así que sólo hacen que tu cabeza no pare de pensar y te sientas mal por todo esto. En esos caso, tenés que juntar valentía y no decir todo que sí, sino: "yo a mamá/papá no le permito que hable mal de vos, así que vos tampoco lo hagas con ella/él" y demostrás tu gran grado de madurez y la falta de comprensión de ellos hacia vos.
En una separación, es bueno pensar que muchas veces puede ser lo mejor para la familia. Hay que salir del típico egoísmo de no querer que se separen y pensar que quizá puede beneficiarlos...¿O acaso a vos te gusta que estén peleando todo el día a los gritos y que no haya ni un segundo de paz? Sé que es horrible saber que tu papá se tiene que ir de casa y que va a quedar sola tu mamá y muy triste, que ya no va a haber más cumpleaños juntos ni navidades en familia, porque ahora las cosas son por separado...Aunque duela, hay que aceptar que es lo mejor para nuestros padres.
Después puede llegar el tan temido reparto de dinero, donde el que se va de casa tiene que pasar una mensualidad al otro para la mantención de los chicos, pago del colegio y comidas. Muchas veces, con el tema de tener que irse de casa, a la otra persona, que generalmente es el padre, se le complica un poco y no logran ponerse de acuerdo. Lo mismo pasa con los trámites de divorcio y con el momento de la mudanza donde tu papá se quiere llevar ciertas cosas que mamá no le permite. Esa etapa es todo un bajón, no es linda ni divertida para nadie. Lo bueno sería en que vos tampoco te pongas en un mal papel con ellos y compliques más las cosas, sino que, aunque te lastime en el alma y te enoje mucho lo que está pasando, es un momento donde tus sentimientos hay que dejarlos a un costado para mostrar tu mejor cara y colaborar en que todo salga mejor para que la familia no se rompa por completo y se siga manteniendo el respeto ante todo.
En una separación y divorcio familiar, el miedo es lo que más aparece. Miedo a que tu papá no te de mas bola, miedo y celos a que forme otra familia, miedo a que tu mamá conozca a otro tipo. Miedos ininterminables que, con el paso del tiempo, vas a ir comprendiendo que son necesarios estos cambios en la vida de un adulto y nadie está exento de que le pase. Aportá lo mejor de vos y comprendé que si toman esa decisión, es por el bien de todos.
@Incredulas - 31/07/14
son increibles. las amo.
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