Poca demostración

Por lo general no somos de recurrir al sentimentalismo. Lo que sentimos dentro nuestro lo dejamos bien guardado por ahí, y de vez en cuando dejamos asomar resquicios en momentos inesperados. Pero hay momentos en los que tenemos que dejar de lado el prejuicio bien impuesto de las cursilerías tan mal vistas (y con razón), y aplicarlos a la vida cotidiana. 
Para las que somos poco demostrativas, ésto nos cuesta horrores, y más a la hora de tener que animar a una amiga que la está pasando mal. Nos cuesta, nos cuesta dar un abrazo, nos cuesta soltar el torrente de palabras de ánimo que queremos decir, posta que nos cuesta. ¿Está mal? Yo creo que no y que la incondicionalidad pasa por otro lado. 
Sobran casos en los que podemos apreciar gente que te escribe un libro con la sarta de frases hechas que te dicen, pero cumplen el rol como de "lloronas", ¿no? Como si los llamaran para que digan forradas en el momento justo en que te sentís como el ojete, y lo único que querés es poca gente a tu alrededor, y escuchar las palabras justas y necesarias.
No está mal ser poco demostrativa. Si nosotros sabemos que el sentimiento está, con eso basta. Y para rematar con el apoyo bibliográfico si así se quiere decir, tenemos a un tal Platón que nos dice: "La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco".

@Incredulas - 04/06/13