martes, 29 de noviembre de 2016

Te quiero conmigo

Te veo en las noches, buscás mi cuerpo que se arquea apenas rozás tus dedos sobre él. Todavía estoy ebria. Me abrazás con tu fuerza y vuelvo a la realidad
Tus besos, mis jadeos y una felicidad inmensa.
Me desvestís lentamente mientras te miro asombrada, no hablamos, sabés que tus caricias me llevan a otro mundo.
Me besás y seguís acariciando mi cuerpo, aquel que yo odio y vos tanto amás. 
Tenés ese extraño y maldito poder de hacerme sentir en el cielo o en el infierno más absoluto, en el placer culminante o en un total vacío de sentimientos; es que me generás tantas cosas que no diferencio tu amor de mi locura.
Tus "te amo" sorpresivos me sacuden el alma de manera descomunal. Y en medio de todo eso, te amo hasta el cansancio.
Quiero verte día a día, besar tus labios y acomodarte el cuello de la camisa que llevás esa mañana a trabajar. Quisiera recibir cada día al hombre deshecho que vuelve del laburo fatigado, y verlo renacer en otro hombre al besarme. 
Somos dos seres tan diferentes que encajamos. Somos la claridad y las tinieblas. La armonía y la discordia. Y aun así, te quiero conmigo.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Pensando en vos, siempre

Ayer estuve pensando que después de tanto tiempo, sigo encontrando su rostro en cada lugar. Sé también que ambos hemos encontrados amores distintos, y que tal vez tengo un amor perfecto, pero extraño tanto sus errores, su sonrisa capaz de armar todos mis pedazos en sólo un segundo. Soy consciente que si algún día, en cualquier momentos de nuestras vidas, nos volvemos a cruzar, dejaría todo por volver a estar con él...Porque tal vez nuestro amor sí fue perfecto pero no supimos verlo. Y por eso no hay día en el que no piense en él, en cómo estará, si me extrañará la mitad de lo que yo lo extraño al menos, si me recuerda en aquellas canciones de rock que escuchábamos esas madrugadas de charlas, y que hoy es mi banda preferida, porque ahí te encuentro en cada estrofa. Me pregunto también si es feliz realmente con su pareja o sólo está con ella para rellenar ese vacío que le dejé, porque si hay algo de lo que me arrepiento es de no haber ido corriendo aquel último día en que me llamó, porque de haberlo hecho hoy estaríamos felices, porque "donde hubo fuegos cenizas quedan" y entre nosotros hay una montaña de cenizas que ni con el viento más fuerte pondrán volarse.
Y acá estoy, pensando que vas a regresar, que no importa si pasan meses o años, yo siempre voy a estar esperándote. Porque ese amor que me diste un día aún no he logrado borrarlo de mi corazón.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Carta de una casi suicida

Las voces no paran. No dejo de pensar que estoy muy sola. No sé si confiar en mis amigas o en mi familia, ellos realmente no me entenderían. En realidad, nadie en este mundo me entendería.
Trato de escribir las últimas ganas de vivir que me quedan...
No quiero morir pero tampoco seguir viviendo así. No voy a cometer los errores que hacen todas de dejar de comer o auto dañarse. Creo que con lo que me pasa es suficiente dolor...¿Y qué me pasa?
No soy doctora ni psiquiatra para saber qué me está pasando pero parece algo grave. Vamos a llamarlo "pensar". No paro y no puedo dejar de pensar y me destruye.
Me auto destruyo sin querer hacerlo. Me boicoteo a mí misma. Miles de cosas invaden mi mente. Parece que exagero pero de verdad me está pasando. 
Necesito ayuda, esa es la mejor solución. 
Voy a recurrir a la única persona con la tengo confianza y volcar todas mis esperanzas en que ella me va a poder ayudar. Voy a tratar de nunca bajar los brazos. Lo peor que puedo hacer en este momento es abandonarme
Sé que voy a poder salir adelante, ya no puedo seguir viviendo así de deprimida con tan corta edad y tanto por vivir. Yo soy la dueña de mi vida, y por eso elijo no quitármela, sino solucionar los problemas que me tienen mal. Voy por eso. Lucho por eso. Sé que lo voy a lograr.

sábado, 19 de noviembre de 2016

No preguntes por mí

Estamos lejos. Te dio miedo enfrentar el avance de nuestro amor y lo que te estaba pasando. Fuiste cagón, muy cagón...Y ahora ya no quiero que vuelvas.
Te fuiste y casi logro entenderlo. A veces intento justificar tu miedo, pero aún así tené en claro que si te vas, no vas a volver cuando se te ocurra. No te doy ese beneficio, y de hecho en mi vida nadie lo tiene. Quien se va, se vuelve un recuerdo, no una opción.
Fue difícil soportar el dolor de que te hayas ido de un día para el otro, me costó trabajo superar las noches que pasábamos, las risas que nos dedicábamos y demás.
Ahora me entero que querés saber de mí, que andás preguntando por ahí si ya estoy con otra persona y que si todavía pregunto por vos.
No preguntes por mí, aceptá que me dejaste y parte del dolor de separarse es nunca volver a saber de esa persona de la cual te alejaste
Me duele todavía, pero mi vida no se detiene ahí. Me preparé para no quedarme esperando que alguien más sepa cómo hacerme feliz, sino que sola a lo largo del tiempo me tuve que ir enseñando poco a poco.
Lo único que me pregunto es hoy es cuándo voy a volver a ser feliz sin necesidad de otra persona...

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Una herida profunda

Durante mucho tiempo estuvimos unidos por un dolor y un sentimiento. El sentimiento se puso viejo y dejó de ser lo que era. Ese sentimiento se hacía llamar "amor" y ese dolor se hacía llamar "necesidad". 
Teníamos un amor que todo el tiempo decías que lo sentías en cada parte de tu ser, un amor que no cualquiera encontraría como lo hiciste vos, un amor que según vos por mucho tiempo no habías sentido antes de conocerme. Pero de a poco fuiste creando dolor dentro de mí, un dolor que hasta el momento sigue torturando mi alma por las noches y sigue recordando todo el daño que dejaste por acá, tan adentro mío.
Intenté olvidar cada momento en el que tu boca dijo un "te amo", cada momento en el que tus brazos rodearon mi cintura diciéndome cuánto me habían extrañado. No pude todavía borrar de mi piel cada una de tus caricias ni cada beso que tocaba mi boca de esa manera tan tierna. Quise olvidar cada uno de mis pensamientos que me llevan a vos, que me hacen extrañarte sabiendo todo el daño que dejaste. No quiero recordar todas esas veces que con una mirada podías hechizarme y derretir mi corazón de una manera que jamás nadie pudo lograr.
Nunca dudé de tus palabras, no dudé jamás de tu amor porque valoré cada palabra que fue dicha por los labios que amé desde la primera vez que toqué...Pero no fue todo esto suficiente porque pude darme cuanta de las heridas que fueron hechas por esos mismos labios, esas heridas que con cautela y cuidado fueron perfectamente hechas. Heridas fueron todas esas veces que tus manos me rechazaron todo ese amor que en un principio tal vez fue, pero que al final sólo se congeló dentro de ese corazón frío que llevabas adentro y jamás quisiste recuperar. 
Mi tortura fueron esos días de olvido, esos días de pretextos para ya no verme ni estar cerca de mí y esos días en los que me preguntaba: "si tanto me ama, ¿por qué me hace tanto daño?".
Los daños y el dolor fueron a causa de todos esos momentos en los que te necesité y jamás estuviste allí, todas esas noches sin dormir intentando entender por qué me estabas dejando, intentando entender qué era lo que yo había hecho para merecer tanto mal trato, tanta ofensa que no pensé que algún día vendría de vos.
Me costó entender que una persona que ama no lastima y si lastima hace lo posible por recuperar lo perdido, por sanar las heridas y volver de nuevo al camino tratando de no herir de nuevo. Me rompió el corazón darme cuenta que eso jamás pasó entre nosotros y que vos nunca luchaste por no lastimar a la persona que decías tanto amar.

domingo, 13 de noviembre de 2016

Entrelazados 3ºT - Capítulo 6

- ¡No lo puedo creer!
- Pará, amor, pará...Escuchame un segundo.
Santino insistía una y otra vez para que Rocío se quede quieta y deje de dar vueltas por el yate. En un momento, la rubia se sentó en el asiento y se agarró el pelo desesperadamente con sus dedos, tironeando.
- Te vas a lastimar, gorda, pará...
- ¡No me digas ni mi amor, ni gorda ni nada! ¡Salí!- Rocío corrió bruscamente el brazo de Santino que quería ayudarla.- No puedo creer que me hayas cagado, boludo. Honestamente no lo puedo creer. Pensé que eras diferente.
- No te cagué, Rocío. Estoy intentando explicarte hace dos horas.
- ¿Qué intentás explicarme? Ya está, ya lo dijiste.
Para su sorpresa, Rocío se sentía mal en serio. Hacía mucho tiempo que no tenía un dolor fuerte en el pecho, y Santino se lo hizo lograr. ¿Qué significaba eso? ¿Realmente le dolía que la haya engañado? Al parecer sí.
- Te voy a explicar y quiero que me creas y me mires a los ojos para que te des cuenta que nunca te mentiría.
Rocío, un poco más relajada, optó por escuchar la versión de Santino y ver qué es lo que tenía para decir al respecto después de una situación tan tensa.
- Te lo dije para que te calmes y dejes de pegarme.- explicó Santino. Luego de decir esto, se quedó callado mirando a Rocío, esperando una respuesta de parte de ella.
- ¿Entonces?
Silencio.
- ¿Eso sólo me vas a decir?- preguntó la joven mientras su novio asentía. Al instante, Rocío se puso de pie de manera frenética.- ¡Qué excusa tan chota, Santino! ¡Por lo menos gastate en pensar algo mejor! Eso no te lo cree ni tu vieja.
- Es verdad lo que te digo. Además nunca estuve solo con Lara sin vos...Y además no me gusta...Y además la trajimos para Lautaro...Y además...
- ¿Posta es mentira?- preguntó Rocío interrumpiéndolo. Por un lado, ella quería que sea verdad para tener la excusa perfecta para dejarlo, pero por otro lado sintió satisfacción por no haber sido engañada.
- Sí, amor. Es mentira.
"La puta madre que lo parió", pensó ella mientras se acercaba a su novio y le daba un falso beso pero que, a la vez, la relajaba mucho más que no le haya metido los cuernos...No porque lo ame, sino porque su orgullo no podía permitir que una mujer le gane a su hombre.

El gordo Ale era muy bueno dando consejos y escuchando a sus amigos, pero esta vez no sabía qué decir. Lautaro, por su parte, estaba super interesado en la historia y quería saber más detalles.
Nicolás descargó todo lo que pudo, y lo que le dijeron sus amigos fue que le cuente la verdad a Vera. Él sabía que ella merecía saber todo lo que pasó, pero no quería lastimarla ni perderla. Era consciente de que tendría que haber pensado las cosas antes, pero lo que sentía por Rocío seguía latente por más que él lo quiera negar o hacer que no está ahí, firme, en su corazón, como la primera vez que la vio.
Mientras manejaba, Nicolás se puso a escuchar Seru Girán para bajar un poco la guardia, relajarse un poco y pensar qué iba a hacer cuando llegue a su casa. Pensaba que se iba a encontrar con su ropa tirada en la calle, con la pelota pinchada y con todas sus cosas siendo usadas por cirujas de la calle. Para su sorpresa, apenas entró al departamento, la vio a Vera sentada tomando un té.
Nico entró sigiloso y la miró, y ella ni siquiera atinó a levantarse e insultarlo. Todo lo contrario, lo saludó normalmente.
- ¿Cómo la pasaste?
- Bien...- dijo Nicolás, aún dudoso por la reacción de su novia.
- Qué bueno.
Vera se puso de pie y fue a agarrar sus cigarrillos para encender uno.
- ¿Querés hablar?- preguntó el muchacho.
La joven lo miró, sonrió de costado irónicamente y miró por la ventana. Parecía que iba a ser un día hermoso.
- Me encantaría hablar, pero ahora en un rato me voy a hacer unas cosas con Macarena.- mencionó Vera mientras caminaba hacia la habitación con el cigarrillo en la boca.
- ¿A hacer qué? ¿Se puede saber?
En cuanto Nicolás hizo esta pregunta, su novia se dio media vuelta y lo miró fulminante.
- Creo que no tengo que darte explicaciones.
- Está bien.- dijo él agachando la cabeza.- Yo creo que sí tengo que dártelas.
Vera levantó la mano, señalándole a Nicolás que no siga hablando.
- Es mejor que te calles. Prefiero hacer de cuenta como que la noche de ayer no pasó. Elijo confiar en vos.
Estas palabras le cayeron a Nico como un balde de agua fría. Esta reacción de Vera era mucho peor que cualquier otra, y le hacían doler el doble.

Macarena y Pache continuaron toda la semana peleados. Ella le hablaba poco y nada, diciéndole "Mariano" como cuando está enojada, y él insistía para amigarse o arreglar las cosas, pero la morocha no quería saber nada al respecto.
El martes, Pache le había mandado flores al trabajo de Macarena y ella ni siquiera las puso en agua, dejó que se marchiten arriba del escritorio. El miércoles, la esperó con la cena preferida de ella, pero Maca le dijo que estaba mal del estómago y que esa noche no iba a comer. El viernes por la tarde pasó a buscarla por el trabajo con el auto y la llevó al teatro, pero en medio de la función Macarena le dijo que Celeste la necesitaba para cuidar a Thiago, así que se levantó y se fue, dejándolo a Pache solo.
Haber remado toda la semana la situación y no haber visto ni un poco de interés del otro lado, generó que Pache comience a fastidiarse. Decidió dejar fluir la situación y no forzar más a que se amiguen porque evidentemente Macarena no tenía ni la más mínima intención de que eso pase.
Ya se acercaba el fin de semana, y tanto Macarena como Pache tenían planes con su grupo de amigos, así que iba a pasar otro día más sin que hablen o sin que se solucione la cuestión.
Pache sabía que nunca tendría que haber ocultado que su primera vez fue con Malena, sobre todo cuando se puso en algo serio con Macarena, y más aún cuando su mejor amigo, el gordo Ale, se enamoró perdidamente de esa loca...Pero ya era tarde para Pache admitir la verdad, y prefirió guardar el secreto.
El jueves por la nochecita, el joven se juntó con los chicos para jugar un partido de fútbol que tenían pendiente hace unas semanas. Después, el viernes, irían a tomar algo. Era un viernes exclusivamente destinado a los pibes.

Oficialmente, Rocío y Santino decidieron separarse. Sin parar de llamarla un segundo, él le insistía en que lo de Lara era mentira, pero Rocío se aferraba a eso para no sentir culpa por lo de Nicolás y tener una excusa válida para dejarlo a Santino sin que piense que ella era la mala de la película, aunque en el fondo, Rocío sabía que lo era.
Después de varias llamadas sin respuesta, Santino decidió no insistir más, y creyó que tampoco valía tanto la pena. Él, como siempre lo fue, era muy simple y relajado, no forzaba las cosas y donde no era feliz, prefería irse. Si bien su separación fue un balde de agua fría, quizá era lo necesario para darse cuenta que Rocío hace rato no lo hacía feliz, y que tenían una relación bastante superficial. De hecho, en los últimos meses, ni el sexo funcionaba, pero se divertían viajando y demás. No había más amor, y eso se notaba, pero a él le costaba admitir. Lo que sí aceptaba Santino era que había sido tremendamente estúpido al usar la estrategia de Lara para callar a Rocío, y ahora se arrepentía, pero prefirió no darle más vueltas al asunto y relajar la situación en una tarde con los pibes y, si se daba, a la noche emborracharse como nunca.

Celeste pasaba sus días completamente agotada. Entre el trabajo, criar a su hijo y hacer los quehaceres del hogar, no tenía tiempo para ella misma. La semana siguiente al cumpleaños de Rocío había sido sumamente atareada para Celeste, entre el acto del jardín de Thiago, el cumpleaños de su mamá y algunas obligaciones del laburo, la morocha nunca podía relajarse del todo. Esa noche, sabía que Bautista iba a salir con los pibes, y claro, otra vez, ella era la que debía quedarse con amigas en la casa porque Thiago no podía salir a otro lado.
Bauti percibía esta situación e intentaba ayudar a Celeste como podía, pero no tenía el mismo instinto maternal que ella y a veces no resignaba cosas para cuidar a Thiago, total su novia siempre estaba ahí para hacerlo. Esa noche que Bauti iba a salir con los pibes, le propuso a Celeste dejar a Thiago con sus abuelos, y que cada uno tenga una salida aparte, para relajar.
- Dale, gorda, vas a ver que va a estar buenísimo. Una noche como cuando éramos más pendejos, que no teníamos obligaciones ni nada... De paso te despejás un poco y ves a las chicas, y yo me junto con los pibes.
A Celeste la idea de dejar a Thiago mucho no la convencía, pero Bautista tenía razón, merecía tiempo para sí misma y pasarla bien, tenía veintitrés años recién, y muchas veces hacía una vida de mujer más grande. No debía perder su juventud, así que en el grupo de WhatsApp planeó una juntada con Vera y Macarena. Dudó de invitar a Rocío o no, hasta que, después de la autorización de Vera, le dijo que sí.

Si bien ya había pasado una semana de su separación, Rocío aún no le hablaba a Nicolás porque estaba esperando que sea él quien lo haga. Recordaba, sí, que él no tenía celular porque se le había caído al río, pero si quería comunicarse con ella, sabía dónde vivía al menos. La peor parte era que ella no podía contar nada de lo que había pasado con Nicolás ya que sus mejores amigas también eran las de Vera, y eso les traería un problema a todos, así que solamente debía callarse y aguantársela.
Ese viernes por la tarde, Rocío estuvo todo el día buscando qué ponerse esa noche. El plan con las chicas era hacer previa en lo de Macarena, y de ahí ir a algún bar o boliche. 
Era la primer noche de Rocío soltera después de muchos años, así que se propuso romperla toda e ir más potra que nunca. Como finalmente con Lara la italiana estaba todo bien porque al final no había hecho nada, la invitó a la salida también.

Tanto el gordo Ale como Lautaro no tenían sexo hacía un montón de tiempo, al punto que el cuerpo ya empezaba a necesitarlo y solicitarlo. Como esa noche iban a salir con los pibes, ambos hicieron una apuesta: el primero que tenía sexo, le pagaba quinientos pesos al otro... Y ninguno de los dos estaba dispuesto a perder.

A las once de la noche, Vera estacionó el auto en la puerta de lo de Macarena. Sacó su celular de la cartera, lo miró y vio que tenía un mensaje de Nico, desde el celular de Pache, que decía: "Pasala lindo hoy, Verola. Espero que podamos recomponer todo. No me gusta estar así. Sabés que te amo". A Vera se le estrujó el corazón y tenía muchísimas ganas de responderle, de llamarlo por teléfono e ir corriendo donde él estaba, saltando a sus brazos y diciéndole que quería estar con él para siempre...pero no. No podía hacerlo por más poder de persuasión que tuviera Nico sobre ella. Estaba realmente enojada y dolida, y sigue sin querer saber si habrá pasado algo en el yate o no. Sin responderle, Vera apagó el celular y lo dejó en la guantera del auto. Esa noche se iba a dedicar únicamente a sus amigas, aunque tuviera que ver a Rocío, pero no quería demostrar importancia o que era lo suficientemente capaz de arruinar su relación, así que por eso cedió a invitarla.

A Thiago lo llevaron a lo de sus abuelos a las ocho de la noche, así que Bauti y Celeste tenían tres horas para arreglarse y tener un ratito para ellos solos. 
Cuando llegaron de nuevo a la casa, sin decirse ni una palabra, los dos comenzaron a besarse apasionadamente. Hicieron el amor y luego se bañaron juntos, entre caricias y muchos besos.
Se acostaron en la cama, envueltos en toallas, riéndose y haciéndose caricias, con muy pocas ganas cada uno de salir esa noche.
- ¿Y si inventamos una excusa y nos quedamos?- preguntó Celeste.
Bautista no podía evitar ser gentil y buena persona, así que le respondió:
- No, gorda. Me encantaría, pero ya quedamos con los demás. Volvamos temprano, ¿dale?
Celeste hizo puchero.
- Está bien.
Bauti se mordió el labio, derretido de amor, y la agarró de la cara a Celeste, apretándole los cachetes y dándole un beso. Acto seguido, el joven se puso de pie mientras se ponía la ropa.
- Bueno, entonces te lleva Rocío...Vos llamame cuando te quieras volver y te paso a buscar.

La rubia estaba indignadísima. No había recibido en toda la semana ni un mensaje de Nicolás ni uno de Santino. No entendía por qué ninguno de los dos le rogaba o le hablaba, si estaban muertos por ella...pero como su orgullo era mucho mayor, continuaría haciéndose la linda e histeriqueando para que caigan los dos ante ella, sobre todo Nico.
Pasó a buscar con su auto a Lara, que le preguntaba constantemente cómo estaba Lautaro, qué pensaba de ella y demás, y después fueron a buscar a Celeste.

- No, acá no vas a hacer la previa.
- Pero, amor, ya le dije a los pibes que era acá. Hace cuatro días que lo tenemos organizado, vos recién anoche hablaste con las chicas.
- La previa la hacemos acá y punto.
- El departamento es mío también, y tengo derecho a hacer la previa acá si quiero.
- Pero no la vas a hacer acá. Y además no quiero verlo a Nicolás después de lo que le hizo a la pobre Vera.
Las discusiones entre Maca y Pache ya eran una rutina, y siempre era él quien terminaba cediendo a los caprichos de su novia. "Estoy harto de esto", pensaba él, pero prefería guardarse ciertos comentarios para no empeorar la discusión. Terminó dándole la razón otra vez, y arregló con los pibes para hacer la previa en la puerta del club, como cuando eran más chicos. Todos accedieron, así que no se hizo mayor problema.
- ¿Y a dónde van a ir después?- preguntó Macarena.
- Capaz nos quedamos ahí, o vamos a algún bar tranqui.
Pache agarró su campera, le dio un beso en la boca a su novia, que fue bastante frío y distante, y se fue caminando hasta el club.

La previa en lo de Macarena fue sumamente divertida. Tomaron, chusmearon, se sacaron fotos, jugaron juegos con las cartas y no pararon de reírse ni un minuto. Todas y cada una de las chicas disfrutaron mucho de ese encuentro, y ya estaban todas lo suficientemente embriagadas como para ir a otro lado más.
Rocío se acercó a Vera y se sacaron una foto juntas, abrazadas como si fueran mejores amigas, y Rocío subió la foto a Instagram.

Pache, sentado en la vereda del club con el celu, vio la foto que subió Rocío y no lo podía creer. Le mostró a todos los pibes, indignado totalmente y sin entender ni un poco. Imagínense la cara de Nico.
- Se hacen las amigas ahora, ¿quién las entiende?- dice Ale.
- Vos en vez de preocuparte por eso fijate en ganar la apuesta.- desafió Lautaro entre risas mientras todos gritaban.
Santino se encontraba en un costado fumando un cigarrillo de marihuana. Le convidó al resto pero ninguno quiso. Le dio una pitada larga, y se sentó al lado de Nico.
- Pensar que por esto.- dijo señalando el cigarrillo.- Llegué a estar en cana y ahí te conocí.
Nico sonrió de costado.
- A mí me había metido ahí la ex de Ale...¿Qué será de la vida de esa loca?- dijo Nicolás haciendo referencia a Malena.
- Che, era re buena onda después.- al gordo Ale no le gustaba que hablen mal de su ex, era buena piba al fin y al cabo.- Tuvo deslices por ser inmadura, nada más.
Bauti se apresuró a cambiar de tema porque sabía que todo el asunto de Malena podría ocasionar discusiones.
- ¿A dónde vamos a ir ahora? ¿Quieren ir a un boliche o a un bar?
Entre todos los pibes se miraron cómplices y dijeron al unísono, todos a la vez:
- ¡Al Álamo!

- Bueno, ¿cómo nos repartimos con los autos?- preguntó Maca.- Tenemos el de Rochi y el de Vera.
- Yo me parece que me voy para casa, chicas, estoy re en pedo.- dijo Vera matándose de risa.
Todas estaban lo suficientemente borrachas como para decirle a Vera que no debía conducir en ese estado, así que ninguna hizo comentario al respecto, lo único que hicieron fue insistirle para que salga, pero Vera no quería y prefería irse a su casa.
Cuando todas bajaron en el ascensor, se sacaron una foto grupal frente al espejo, cantaban canciones de Iglesia a modo de cancha y se reían cada vez más. Vera saludó a todas una por una y se subió a su auto.
Cuando se subió, sacó el celular de la guantera y lo prendió. Ya había dejado de disimular borrachera, lo había hecho a propósito para que no la joroben ni le insistan con salir. En cambio, con la excusa de sentirse mal por estar así, la dejarían ir más tranquila.
Apenas se prendió el celular, le llegaron bombardeos de mensajes del gordo Ale, escritos por Nico, cada vez peor. "Sos el amor de mi vida", "Verola, te amo!", "Espero q me perdnnez", "Verolaaaaaaaa" y "Vrola sd tdo para mih no quiero quee ai le devlugo el celular al gordddoo team oooo". Vera no pudo evitar empezar a reír mientras un par de lágrimas caían por su mejilla. Sin dudarlo un minuto más, respondió: "Te amo, mi amor", y se quedó pensando en todo.

Las chicas llegaron al bar, al que no iban hace tanto tiempo. En el auto, por suerte Rocío había manejado con precaución, pero apenas estacionó continuó tomando. Esa noche iba a volver a ser como las de antes. La estaban pasando todas estupendamente bien, y decidieron ir a la planta alta, que es al aire libre, para bailar, seguir tomando y demás. Allí se sentaron en una mesa y votaron para que Rocío fuera a la barra a comprar la jarra de Fernet. Sin dudarlo, la rubia fue. Un par de muchachos la frenaron en el camino, le decían cosas o se la querían levantar, y Rocío aprovechaba para histeriquear y hacerse la linda a pleno. En un momento, un chico la agarraba muy fuerte del brazo para embocarle un beso, así que cuando se pudo soltar bruscamente, chocó con un muchacho que venía detrás, quien tenía un champagne en jarra y se lo tiró encima a Rocío. Ella quedó anonadada, y no podía creer que la hayan ensuciado toda, estaba avergonzada, pero mucho más fuerte fue su temor cuando levantó la vista y vio que el chico con el que había chocado era Nicolás, exactamente en el mismo lugar, a la misma hora y de la misma manera que había sucedido tantos años atrás, cuando las cosas empezaron a cambiar.


Continuará...

sábado, 12 de noviembre de 2016

Amar a la antigua

En estos días se escucha mucho eso de estar buscando un amor de los que duran toda la vida. Sin embargo, empezamos una relación sin darnos el tiempo de haber soltado primero la anterior, empezamos a amar sin saber lo que conlleva, seguimos escarbando el pasado, vivimos ese amor como si fuera igual al otro, con miedo nos entregamos pero con inseguridades...Es así como, casi sin danos cuenta, nuestra nueva aventura se comienza a desgastar.
Los comportamientos de las personas cambian, creo que es por eso que las relaciones ya no duran. Igualmente, pongo de ejemplo a mis abuelos: ellos llevan más de cincuenta años juntos y yo me pregunto muchas veces cómo lo lograron, pero me bastó con ver ciertos comportamientos de mi abuela para darme cuenta de cómo es que funciona.
En una ocasión, mientras mi abuela preparaba café, de sus manos ya temblorosas cayó la tapa de la azucarera. Ella con sus dolores y sus años, se agachó y recogió cada uno de los pedazos de la pieza de porcelana, los dejó en la mesa y con pegamento y mucho cuidado comenzó a unir los pedazos de esa vieja pieza. Le dije a mi abuela que no tenía que hacerlo, que podía comprarle otra. Ella se dio vuelta y me dijo: "por eso los jóvenes no saben retener nada lindo y que sea duradero en sus vidas".
Me contó que esa azucarera se la habían dado cuando recién empezó a vivir con mi abuelo. Me dijo que eran tiempos difíciles, que no tenían mucho como para poder derrochar, que si ella pegaba esa tapa vieja, sentía que le daba una caricia a su relación con mi abuelo, que ellos descubrieron el valor de las cosas estando hombro con hombro haciéndole frente a la vida. Me dijo que si las relaciones de antes duraban era por el empeño que se le ponía a arreglar las pequeñas rupturas que pudieran presentarse en la relación, a diferencia de ahora, que si algo se rompe un poquito lo tiran a la basura, lloran tres días y salen a buscar otra aventura.
El noviazgo de mis abuelos apenas duró unos meses hasta casarse, pero la manera de ver la vida juntos es lo que les dio la fortaleza y las ganas de durar casi seis décadas de la mano, y contando. Son de esas relaciones que no las rompe el tiempo.
Yo quiero un amor así, uno a la antigua, que me abrace por la espalda aunque tenga las manos ocupadas, un amor que no me crea perfecta pero sí constante. Quiero a alguien para ser y para estar, que no se rompa con un leve viento, sino que sean las tormentas lo que fortalezca lo nuestro.
Quiero amar a la antigua, quiero verme reflejada en su mirada enamorada todos los días de la semana, quiero que sepa que no soy perfecta y que tengo mal humor, pero que voy a amarlo siempre.
Dicen que sólo se ama de verdad una vez en la vida, pero yo quiero amar mil veces, de mil formas diferentes a la misma persona que tenga a mi lado. Deseo tener un amor a la antigua para que me extrañe cada que sale de casa y cuente las horas para besarme y acurrucarse en mi cama.
No sólo se trata de pedir sino que también quiero amar a la antigua para aprender a pegar la azucarera rota, quiero aprender a amar de esa forma en la que se rompe todo menos el alma...

viernes, 4 de noviembre de 2016

Lo mucho que valés

¿Te preguntaste alguna vez si realmente te querés a vos misma? Si nunca te lo preguntaste, este es el momento perfecto para que lo hagas. Preguntate si te amás, si te valorás, si te querés...
¿Son más las virtudes que defectos lo que ves en vos? ¿Sabés lo mucho que valés y que no cualquiera te merece? Estas dos preguntas son clave para empezar a pensar si de verdad te valorás no sólo como mujer, sino también como persona.
- Si tus respuestas anteriores fueron que sí, quiero felicitarte.
- Si alguna o ambas respuestas anteriores fueron que no, entonces te invito a que sigas leyendo.
No existe la persona perfecta. Todos tenemos algo que no nos gusta de nosotros mismos, pero eso no quiere decir que es motivo para disminuir el valor que tengamos de nosotros, al contrario, debemos valorarnos más, debemos querernos mucho y a nuestros defectos también porque si nosotros no sabemos valorar nuestros propios defectos, ¿cómo pretendés que alguien más lo haga? No busques a alguien que sepa quererte, primero empezá por quererte a vos misma. Valorá cada parte de tu ser, enamorate y entendete con vos para poder después esperar de esa persona lo mismo
Tenemos que estar consientes del valor que tenemos. Date cuenta que nadie tiene derecho a lastimarte, manejarte ni pisotearte. Nadie puede decirte quién sos ni cómo sos.
Y ojo, no es bueno sobrevalorarte tampoco. Está bueno ser realista con tus defectos e intentar mejorarlos. Nadie tiene el derecho de humillar a nadie...Todo es cuestión de encontrar un equilibro.
No dejes que nadie juegue con tus sentimientos. Demostrá que nadie tiene el derecho de adueñarse de vos ni de lo que sentís.
Suena egoísta, pero recordá que siempre estás vos primero y valorá lo que te pasa. No le entregues tus sentimientos y secretos a cualquiera.
Si sabés valorarte a vos misma y alguien te lastima de todas formas, seguramente entiendas que esa persona fue quien no supo reconocer tus virtudes. En ese caso, es mejor estar lejos de ese tipo de personas que sólo te van a traer uno y otro problema.
Amate a vos misma y todos los días demostrate que estás ahí, primero para vos, y después para el mundo. Comenzá tu día mirándote al espejo diciéndote lo hermosa que sos. Recordá constantemente todas las habilidades y talentos que te acompañan, pero sobre todo prestá atención a los defectos que aún siguen ahí, y caminá hacia adelante tratando de mejorarlos y cambiarlos de una vez...Y si vez que no es posible, entonces aprendé a convivir con ellos y a amarlos igual que tus virtudes.