lunes, 29 de agosto de 2016

Desde el fondo de mi ser

Hoy vengo a dar confesión a algo que ahoga mi consciencia, que me desespera y es la causa de todos esos manotazos perdidos en busca de liberación que a veces te desconciertan.
Te estuve mintiendo, justamente a vos que siempre sos transparente como el cristal de una pecera, y yo soy el pez que choca una y otra vez contra ella, ensuciándola, con la esperanza de seguir nadando hacia el océano.
Antes de que llegaras a mi vida, debo admitir, hubo muchas personas más. Cientos de antorchas desfilaron por los pasillos de esta casa abandonada, pretendiendo iluminarme y así alejar a mis fantasmas. Demás esta decir que fracasaron.
En cambio vos me enseñaste a prender mi propia fogata y a que los demonios no irían a ninguna parte sin antes sentarse a tomar un té y explicarme por qué habían llegado en primer lugar.
Como recompensa, te mentí riéndome, como un susurro culposo que escapa deslizándose por el viento.
Jinetes de brillantes armaduras cabalgaron hacia la torre y prometieron, si era preciso, destrozar piedra por piedra hasta mí. Y ninguno me liberó. Vos simplemente me explicaste que sólo es libre el que pelea, y que nada sirve regalado. Y yo te mentí directo en esas trampas mortales que tenés por ojos.
Y si quiero liberarme esta vez debo admitir que no tenia intención de confesarte esto. Me tomó muchos debates internos y largos saltos de posibilidad en posibilidad. Pero aquí va todo, o nada quizás. Pero es hora de, finalmente, decir la verdad.
En lo que se refiere a vos, la verdad ha sido siempre algo difusa, cambiante, oscura, brillante...Es correr por una carretera desierta con miedo de que alguien te atropelle. Es esperar el micro sin abono, tratando de descifrar cómo vas a subirte mientras éste se acerca más y más, y con el corazón a toda prisa insistiendo en que van a dejarte abajo, sola, en esa parada sin techo cuando empieza a lloviznar.
Si querés honestidad, acá la tenés. Si no la querés, es un buen momento para zarpar.
Intenté verte de otra manera más veces de las que mi orgullo me permitirá aceptar. No voy a decirte que en todos estos años no lo logré porque seria hipócrita y mi idea es volver a ser transparente cual agua del mar.
Por largas temporadas conseguí empujarte al fondo de mi mente, usualmente, ocupando todo el espacio con algo o alguien más, pero tarde o temprano dirías algo que haría tu recuerdo arremeter con fuerza a la superficie y mirarme con desdén. "¿Realmente creí que podría ahogarme?", me decía a mí misma mientras me acomodaba para esperar. Y es que a veces por mucho que quiera concentrarme en lo que estás comentando, tu voz y tus labios acaparan mi atención. Aunque quiera concentrarme en el motivo de tu risa, es ésta la que limpia mi almaY por más que guarde silencio, tu tacto quema como si fuera un carbón pretendiendo pasar por piedra.
Y durante este tiempo tuve siempre la intención de no molestarte con nimiedades como esta, pero las mentiras tiene patas cortas y esta ha llegado a su final.


@Incredulas - 29/08/16
Colaboración: www.facebook.com/VidaDeSonrisa

jueves, 25 de agosto de 2016

Amor honesto

A veces tengo dudas de si te amo "como hay que amar". No te asustes, es sólo que no me pasan todas esas cosas que les pasan a los protagonistas de las películas cuando se aman. A mí no me dan ganas de tenerte solamente para mí (es más, me gusta extrañarte de a ratos, a ciertas horas y sorpresivamente, como cuando salís a hacer los mandados y te olvidás qué tenías que comprar y me terminás llamando para preguntarme todo de nuevo). Tampoco me pasa eso de tener un pasado tortuoso (que veré en flashback constante mientras dure lo que dure lo nuestro) que jamás me permitirá volver a ser feliz. Es irónico, pero todo el pasado me hace más feliz ahora. Tampoco siento que nuestro amor fuera uno de esos que merezcan un plano perfectamente geométrico en la nueva obra maestra de algún genio de taquilla que nos vestiría con pulóveres y nos haría dar besos de plástico frente a un decorado blanco lleno de muebles de madera daneses. Tampoco me imagino con un filtro de súper ocho mis momentos de angustia por haberte perdido a causa de alguna cobardía mal guionada, alternando la escena con planos detalle de flores escogidas al azar que osan representar cualquier mamarracho poético y que se pagan centavos en los bancos de imágenes en línea. No necesito de toda esa tragedia para sentir que lo que me pasa es de verdad, así debería sentirse el amor honesto, ¿no? Simple. Como el nuestro. Te amo.

@Incredulas - 25/08/16

lunes, 22 de agosto de 2016

¿Quién soy yo para juzgar?

Y hoy, en una de las tantas noches de invierno que tanto me disgustan, me pongo a pensar, y pienso, ¿quién soy yo para juzgar?¿Quién soy yo para juzgar a una puta sin saber si realmente lo es o un hombre la cataloga así? ¿Quién soy yo para juzgar a una gorda sin saber todos los problemas que tiene en su vida? ¿Quién soy yo para juzgar a un "nerd" sin saber qué es lo que vive en su casa o en su vida? ¿Quién soy yo para decir que una mujer que está con muchos hombres es puta? ¿Quién soy yo para decir que un hombre que está con muchas mujeres es un ganador? ¿Y quién soy yo para decir que una gorda no puede ser linda o que ser flaco es tener buen cuerpo? ¿Quién soy yo para juzgar a un pobre por su apariencia sin saber que, quizás, tan sólo es una persona como todos nosotros que no tuvo suerte en la vida? ¿Quién soy yo para juzgar a un drogadicto, si no sé los motivos por los cuales entró a la droga? La pregunta es: ¿quién soy yo para juzgar? ¿Quién soy yo para juzgar a un gay o una lesbiana, cuando lo único que están haciendo esas personas es demostrar que el amor es más fuerte que todos los comentarios negativos o insultos? 
Sí, soy humana, al igual que todas las personas que nombré anteriormente. Tengo errores, como todos. ¿Por qué creamos una sociedad tan cruel, que discrimina por la apariencia? ¿Por qué creamos una sociedad tan machista, donde los hombres con muchas mujeres son los capos, y el hombre que valora a una mujer es un gobernado o un boludo? ¿Por qué creamos una sociedad que piensa que nuestra vida es más importante que la de, por ejemplo, un animal? ¿Quién dice que la vida de una vaca vale menos que la nuestra? ¿Por qué somos así de crueles? ¿Por qué juzgamos tanto con el dedo? Si al final del día somos todos iguales, personas que tratan de esconder sus problemas y tratan de encontrar la felicidad.
Juzgamos porque es gratis, porque nadie nos prohibe hacerlo, pero realmente, ¿juzgar te hace feliz? ¿Te hace feliz denigrar a una persona por el motivo que sea? ¿Te hace sentir mejor a vos hacer sentir mal al otro? Yo creo que no, y si es así, demostramos lo poco considerados que somos como sociedad. 
Hay que vivir y dejar vivir, dejar de juzgar con el dedo porque la vida puede ser muy fácil para muchos, pero muy difícil para otros. Hay que ponerse en los zapatos de la otra persona antes de juzgar una actitud o un pensamiento. Dejemos de ser tan egoístas de pensar en uno mismo y que los demás se arreglen, la vida no se trata de eso, se trata de compartir momentos con otras personas, familia, amigos, pareja, lo que nos haga feliz.
Seamos felices, sin pensar tanto en la reputación, en lo que el otro pueda pensar, porque lo que piensa el otro no es lo que soy. Olvidémonos del orgullo, que nos separa de mucha gente que en verdad queremos. Si queremos decir algo, digámoslo. No hay peor arrepentimiento que el de tener ganas de hacer algo pero no hacerlo por miedo. Vivamos, dejemos vivir, ¡y seamos felices!

@Incredulas - 22/08/16

domingo, 21 de agosto de 2016

El desastre más lindo

Despertar. Despertar de esta cruel realidad es más difícil que volver a confiar en quien te falló. Tengo que abrir los ojos y ver lo que está pasando a mí alrededor. 
Te necesito.
Ayudame.
No te vayas de mi lado.
Agarrame fuerte la mano.
Auxiliame en este caos de persona que soy. 
Yo sé que no hago todo bien...Perdón, me cuesta ser perfecta. Yo te advertí, soy un ejemplo del desastre. Pero, por favor, quereme así, cuidame y defendeme del mundo que me rodea. No me idealices y acompañame en cada paso. Corregime cada vez que me equivoque, pero no me juzgues, soy un ejemplo del desastre. Quiero que te quedes sabiendo cómo soy, con los mil y un defectos que tengo. Quedate, mi amor. Sos el único que me salva cuando estoy por caer.


@Incredulas - 21/08/16

viernes, 12 de agosto de 2016

Entrelazados 3ºT - Capítulo 5

Caricias, besos mojados, sábanas revoloteando, gemidos y sonrisas fueron parte de ese momento. A Rocío la inundaba un sentimiento increíble. Nicolás le estaba haciendo el amor como ningún otro chico lo había hecho antes. Y sí, esta vez realmente no tenía sólo sexo, esta vez era amor real. 

Y dieron las doce, la una, las dos, las tres de la mañana, y Nicolás todavía no aparecía por la casa. Vera estaba desesperándose. Ya se le había corrido el maquillaje, se sacó la ropa y solamente le mandaba mensajes en el grupo de sus amigas, con Celeste y Macarena, pero ninguna contestaba. Decidió entonces llamar a Bauti, y él respondió.
- ¿Qué pasó?- preguntó, con voz de dormido.
- ¿Ya estás durmiendo? ¿Y Nico?
Bauti se refregó un ojo y se sentó en el borde de la cama.
- Ya te dije, Verola, nos fuimos todos tipo doce del yate.- Bauti se quedó pensando y se dio cuenta que nunca saludó a Nico.- No sé qué habrá pasado con este pibe...
- Me estoy volviendo loca, boludo.- dijo Vera moviendo su pelo de un lado a otro con las manos, despeinándose.- ¿Podés venir a casa? Por favor, estoy a punto de colapsar.
Bauti se puso de pie y se desperezó. Miró a su derecha y tenía a Celeste durmiendo plácidamente, y caminó hasta el cuarto de Thiago, quien estaba despierto pero mirando dibujitos, a punto ya de volverse a dormir.
- Mirá, no me puedo ir ahora. Pero venite vos, total ya me re desperté.
Sin decir ni una palabra más, Vera cortó el teléfono, se puso su bata y se subió a su auto en pijama y pantuflas para ir a lo de su mejor amigo.

Macarena y Pache llegaron a su casa sin dirigirse la palabra en todo el camino. Él sabía que estaba en falta, pero también conocía lo suficiente a Maca como para saber que, si está enojada, lo mejor es dejar enfriar la situación así se le pasa de a poco, y no estarle encima porque sino es peor.
Guardaron el auto en el garage y subieron a su departamento. En el ascensor, Macarena rompió el silencio.
- ¡Encima no me decís nada!
Pache la miró extrañado.
- Siempre que nos peleamos me decís que no te joda por un rato sino es peor, entonces eso decidí hacer, ¿está mal?
- ¡Sí, está pésimo!
- No te entiendo.- dijo Pache encogiéndose de hombros.- Sinceramente no te entiendo.
- Yo a vos no te entiendo. No sé cómo pudiste ocultarme algo así tanto tiempo.- dijo Maca bajando un poco la voz para que los vecinos no escuchen.- Encima me viniste con todo el verso de que estabas nervioso porque era tu primera vez...¡La verdad que parecía que sí era tu primera vez por lo nervioso que estabas!
Pache puso su mano en la boca de Maca, riéndose un poco. El ascensor llegó al piso siete, y ambos entraron a su departamento. Macarena revoleó la cartera y fue a la habitación, trayendo una almohada y una frazada.
- Hoy dormís en el sillón.
Y Pache no tuvo otra opción.

Nicolás diciéndole cosas hermosas en el oído, hasta que en un momento comenzó a gritar.
- ¡Rocío! Rocío...¡Ro!
Y la rubia abrió los ojos. Estaba acostada en la cama de la habitación del yate, vestida con la ropa de su cumpleaños y Nicolás parado en la punta, observándola. Rocío se refregó los ojos y se sentó.
- ¿Qué pasó? ¿Qué hora es? ¿Ya te vestiste?
- ¿Eh?- Nicolás puso cara de no entender, y se sentó en la punta de la cama.- Estás durmiendo hace como dos horas. Ya son las cinco de la mañana.
Rocío se acababa de dar cuenta que todo lo hermoso que estaba pasando, solamente había sido un sueño. "Me volvería a dormir así puedo soñar lo mismo, ¡fue tan real!", pensó. ¿Y el beso? ¿Eso había sido su sueño también?
La rubia se levantó de la cama, se fue a servir un café, y le ofreció uno a Nico, que también aceptó. El clima afuera del yate estaba ideal, así que salieron a la popa para mirar la noche y admirar el silencio del lugar.
- ¿Qué hiciste mientras dormía?- preguntó la muchacha mirando el río.
- Me senté acá afuera a pensar.
- ¿Y qué pensabas?
- En el beso que nos dimos.
"¡Eso fue real! ¡Vamos, carajo!". Rocío se alegró muchísimo al corroborar que ese apasionado beso fue en la realidad y no en sus sueños, pero intentó disimular, manteniendo su rostro serio y sin decir nada, esperando que Nico siga diciéndole en qué pensaba. Ojalá le diga que la amaba a ella, que Vera era una excusa para olvidarla, que se escapen juntos en el yate a un destino infinito, que ella era la mujer que siempre quiso, y que después la tome en sus brazos y se den otro beso que...
- Me muero de culpa por lo que le hice a Vera.- dijo Nicolás muy seguro y apesadumbrado, tirando abajo todas las expectativas de Rocío.
- Si lo hiciste fue porque quisiste, yo no te obligué.
Rocío tenía la mala costumbre de enseguida ponerse a la defensiva.
- Ya sé, no estoy diciendo eso.
- No te arrepientas de algo que quisiste hacer entonces.- respondió Rocío. A ella realmente le angustiaba que Nicolás esté con culpa, quería tenerlo para ella, pero siendo feliz.
- Eso es lo peor, que no me arrepiento. Me da culpa porque Vera es re buena persona, no se merece a un gil como yo.
- ¿Entonces para qué seguís con ella?
Nicolás sonrió pícaramente, dio un último sorbo a su café y miró a Rocío directo a los ojos.
- No es tan fácil, Rocío. Yo vivo con Vera, compartimos un montón de cosas. Sino, dejalo vos a Santino.
- Si lo dejo es para estar con vos.
Nicolás se quedó en completo silencio. Entró al yate, agarró su mochila y guardó un par de cosas que había de él dando vueltas.
- Me voy que mi novia me está esperando.
- ¿Ahora te preocupa tu novia?
Él puso cara de fastidio y le clavó a Rocío una mirada un tanto fulminante.
- Por eso no podría estar con vos. Sos demasiado soberbia para estar conmigo.

Y sin decir una palabra más, Nicolás acercó el yate a la rampa, se bajó sin mirar a Rocío y se fue a su casa.

Una gran ayuda para Santino fue la propuesta de Alejandro, que le dijo que ya era muy tarde para volver manejando y que no tenía drama en que se quede a dormir en su casa. Como Rocío había aceptado, Santi se quedó con el gordo jugando a la play hasta que se sumó Lautaro.
Ya era de día y ninguno de los tres amigos pudo conciliar el sueño. Estaban pasados de rosca chusmeando todo sobre el cumpleaños de Rocío.
- Y digamos la verdad.- acotó Ale.- El que mejor la pasa es Bautista...¡Celeste está re buena!
- Para mí es la más linda de ese grupo de amigas.- dijo Lauti.
- Ojo que Rocío no se queda atrás.- agregó Ale para hacer enojar a Santino, quien siguió jugando a la play sin prestar atención a lo que decían.- Che, chabón...Estoy hablando de tu novia.
- Ya escuché.- dijo Santino poniendo pausa al juego.- Ya sé que es hermosa.
Confiaba tanto en Rocío y era tan seguro de sí que ni siquiera le preocupaba lo que otros dijeran. Santino realmente creía que tenía conquistada a la rubia en absoluto, pero lo que no sabía es que ella todavía pensaba en otra persona de su pasado...

- Encima está sin celular, y yo no tengo ni idea de qué está haciendo. Bauti, es obvio...¡Me cagó!- Vera no paraba de llorar y se sonaba los mocos a cada rato. Había cientos de pañuelitos tirados alrededor de ellos, que estaban sentados en el piso.
- No seas dramática, Verola, capaz estás exagerando.
Bauti intentaba calmar a su mejor amiga con todo el esfuerzo del mundo, pero parecía inútil. Cuando le abrió la puerta y la vio en pijama, se dio cuenta su desesperación que era tal como para agarrar Panamericana a la madrugada en pijama y venir a verlo a él.
- Yo en todo el día no vi nada entre ellos, ni siquiera se miraron.
- No me digas lo que quiero escuchar, Bau.- dijo Vera prendiéndose un cigarrillo. En media hora ya se había fumado cinco.- No sé cómo reaccionar cuando aparezca...¿Lo tengo que rajar del departamento?
- No, ¿estás loca? Las cosas se hablan para poder solucionarlas.
- Sí, ya sé.- Vera suspiró y apoyó su cabeza en el hombro de su amigo, volviendo a llorar.- Debería haber ido al cumpleaños, pero te juro que a Rocío no la quiero ni ver.
- Yo te dije que vayas...
Vera levantó su cabeza y lo miró a Bauti, desafiante.
- No me digas tu famoso "te lo dije" porque me saca de quicio.
La rubia comenzó a relajarse un poco más y se prendió otro cigarrillo. Acto seguido, Bauti la imitó haciendo lo mismo.
Mientras el rato pasaba, escucharon pasos en el piso de arriba, hasta que apareció Celeste en pijama y con mucha cara de dormida. Al hablar, su voz salió completamente ronca.
- Vera, ¿qué hacés acá? ¿Qué hora es?
- ¡Amor!- Bauti se paró y le dio un beso en el cachete a su novia, y comenzó a explicarle todo lo que había pasado, así que los tres se quedaron charlando hasta que amaneció, a la espera de una solución para Vera.

Entró en su departamento sigilosamente, pero se dio cuenta enseguida que no estaban las llaves de Vera colgadas detrás de la puerta. Tampoco estaba el auto estacionado en el garage. ¿Dónde estaba? ¿Había salido a sus espaldas? Eran las seis de la mañana, no se le ocurría algún lugar donde Vera pudiera estar. Sin acomodarse ni intentar llamarla, Nicolás salió disparado a buscar consuelo en algún lugar, con la culpa carcomiéndole la cabeza.

Los tres amigos se quedaron dormidos en el sillón después de jugar a la Play durante mucho rato y hablar, hasta que sonó el celular de Santino y era Rocío que lo llamaba.
- Hola, rubia...Sí...No, es que te dije que me iba a quedar en lo del gordo...Claro...¿En serio? Cargo nafta y voy.- cortó el teléfono y miró a sus amigos.- Me voy que Rocío me dice que no pudo dormir en toda la noche y que quiere estar conmigo.
- ¡Pollerotas!- gritó el gordo Ale revoleándole un almohadón.- Andá, está abierto.
Y riéndose, Santino se fue.

Macarena se despertó en medio de la madrugada y miró por la ventana. Ya había amanecido, pero estaba segura que Pache seguía durmiendo en el sillón, y así era. Como estaba roncando e inmerso en sus sueños, Macarena aprovechó y fue al baño. Se desnudó y se miró al espejo fijamente. Se puso a pensar en todo ese día, en los reencuentros, en los juegos y en lo que tanto le dolió, saber que su novio no había tenido su primera vez con ella, sino que había tenido sexo con nada más ni nada menos que la enemiga de todas sus amigas, la más odiada de su grupo: Malena. No sólo eso, sino que también Pache había traicionado a Alejandro por no contarle la verdad de las cosas sabiendo que él estaba enamorado de Male. Era todo una desilusión enorme y estaba realmente dolida, pero no quería pelearse con Pache. Lo quería mucho y tenían una relación divina, pero Maca sentía que su corazón se había partido en dos.

Abrió la bañadera, la llenó, se ató el pelo y se recostó para darse un baño relajante y de inmersión. Cerró los ojos y se puso a pensar en toda su vida, en su infancia feliz con su familia, en el día que conoció a Rocío, a Celeste, a Vera en la facultad, a Bauti en el Álamo y cuando Pache le dijo por primera vez que la amaba...Macarena había hecho un esfuerzo enorme por autosuperarse como persona tanto por dentro como por fuera, y no quería recaer, pero esta situación con Pache la entristecía realmente. Tenía que hacer algo para llamar su atención otra vez, para que él se de cuenta que no la quería perder por nada en el mundo.
Sin preámbulos, agarró una tijera del botiquín del baño y la abrió, mirándola fijo. Recordó la cantidad de veces que se cortó y terminó internada y se puso a llorar frenéticamente, fuera de sí. Estaba teniendo una crisis otra vez, un ataque de pánico mezclado con ansiedad y miedo. Sentía que estaba enloqueciendo. Siguió mirando fijo la tijera, y acto seguido la empezó a usar.

¿Qué había hecho? Estaba pésimo engañar a Vera de esa manera. Su novia no se merecía una traición semejante, y si bien no se arrepentía de besarla a Rocío, le daba culpa que Vera sufra. Encima no se comunicó con ella desde el mediodía, que fue cuando su celular cayó al agua arruinándose por completo. A alguien le tenía que contar lo que había pasado, necesitaba hablarlo, desquitarse y que sea, en lo posible, con alguien que no lo juzgue.

Decidió enseguida, sin dudarlo, y tocó el timbre. El gordo Ale, teniendo a Lauti al lado, le abrió la puerta, y mirándolos, Nico exclamó:
- ¡Cagué a Vera con Rocío!

Bautista y Celeste le dijeron a Vera que se quede a dormir, total ya no tenía sentido volver a su casa, y la intentaron calmar diciéndole que seguro Nico ya había llegado.
Al otro día, alrededor de las diez de la mañana, se despertaron porque Thiago comenzó a gritar y a querer jugar, entonces Celeste preparó el desayuno para todos.
Vera, sin nada en el estómago, se prendió un cigarrillo.
- Pará de fumar, ni siquiera te lavaste los dientes y ya te estás prendiendo un pucho.- le dijo Celeste a su amiga.
- Decile eso a tu novio también que vive fumando.
El tono de voz en la respuesta de Vera había sido un tanto hiriente y agresivo, pero Celes preferió omitirlo porque sabía que su amiga no estaba pasando por un buen momento.
Después del desayuno, Celeste fue a llevar a Thiago a la casa de sus papás para que lo vean, y Bauti se ofreció a quedarse en la casa ordenando y demás, sumado que a la tarde iba a ir a correr con Pache al parque. 
Una vez que Celeste se fue, Vera y Bauti se quedaron solos ordenando la casa. Cuando Vera decidió irse, abrazó fuerte a Bautista.
- Sos mi mejor amigo, Bau. Gracias por el apoyo, me bancás como nadie.
Bautista le acarició la cabeza a su amiga y le dio un beso en la frente.
- Andá para tu casa y avisame cuando llegues. Si necesitás algo o lo que sea, me llamás que voy enseguida, ¿estamos?
Vera asintió, se abrazaron fuerte y se fue para su casa.

Argentina le encantaba, sobre todo el acento porteño. Lara era una chica muy sociable y le encantaba conocer gente nueva, pero le había parecido un fiasco el intento de Cupido de Rocío y Santino por engancharla con Lautaro. Con el joven habían pasado todo el día charlando y demás, y él le había pasado su número de teléfono, así que, con ayuda del traductor, Lara le escribió a Lauti.
- Hola.

Seco. Sin gracia. Sin onda. Pero como ella no entendía tanto el idioma, optó por no preocuparse...Hasta que vio el tilde azul. ¡Lautaro le había clavado visto! Estaba totalmente irritada y de mal humor, así que eligió no hablarle más porque evidentemente el muchacho no estaba interesado en absoluto.

Se despertaron en el yate porque la luz del sol entraba en el camarote y ya era bastante molesto para dormir. Santino enseguida se puso la malla y estaba dispuesto a tirarse al río para nadar un rato, así que le ofreció a Rocío que lo acompañe.
Ella actuaba falsamente todo el tiempo, hasta que ya no aguantó más y le dijo a Santino que debían hablar.
- Tengo que decirte un montón de cosas.
Él, tan distraído como siempre, pensó que era alguna pavada más, hasta que Rocío se sentó de brazos cruzados, como suele hacer cuando está seria o enojada. Ella sabía bien lo que quería lograr y Nicolás se lo había pedido, aunque después quedó en la nada. Rocío creyó que si se separaba de Santino, era más probable que Nico esté con ella y ahí pueda dejar a Vera, y como ya por Santino no tenía ningún tipo de enamoramiento más que costumbre o viajes en común, no le daba culpa en absoluto tener que dejarlo. Estuvo pensando toda la noche con qué excusa iba a saltar. Primero pensó en decirle la verdad, pero Nicolás se enojaría muchísimo así que no era una opción. En segundo lugar, se le ocurrió decirle que ella se quería mudar a Groenlandia, pero era poco creíble. Y en tercer lugar, llegó a esta conclusión:
- Mirá, Santi...Está todo bien, yo la pasé bárbaro este tiempo que estuvimos juntos, me diste una posibilidad de trabajo enorme pero ahora yo me quiero abrir a otros caminos y...
Santino la miraba esperanzado pero a la vez triste, así que Rocío se dio cuenta que nunca se lo iba a sacar de encima si no era agresiva con él, porque Santino iba a perdonarle todo, salvo que la odie...Y eso quería lograr ella.
Rocío aprovechó sus dotes de actriz, se puso de pie, agarró un vaso y lo revoleó contra el piso, haciéndolo añicos.
- ¡Te odio, hijo de re mil puta!
Santino se quedó duro, paralizado, sin saber qué decir o qué hacer. No sabía si Rocío había enloquecido de repente o qué. Continuó sentado, mirándola con los ojos bien abiertos mientras Rocío seguía insultando.
- ¡Me cagaste con Lara! ¡Ya me di cuenta! ¡¿Qué te pensás, que soy idiota?! ¡No lo puedo creer! ¡¡Forro!! Esa italiana fea de mierda, no lo puedo creer.
Acorde continuaba la actuación de Rocío, ella se iba creyendo su propio personaje. Sabía que Santino no era capaz de algo así, pero fue lo primero que se le ocurrió para que se separen y no sentir culpa. Agarró una botella de agua que había sobre la mesa y se la tiró en la cara a Santino, lastimándole la ceja.
- ¡¡Sorete!! ¡Sos igual a todos! ¡Y confié en vos!
Santino tenía una cara de terror impresionante. Estaba totalmente mudo, pero se puso de pie y miro a Rocío, tomándola de los brazos y agitándola:
- ¡¡¡Sí!!! ¡Te cagué con Lara! ¡¡No me rompas más las pelotas!!
Y Rocío no sabía qué más decir.


Continuará...

AVISO: Si este capítulo llega a más de 150 comentarios para el domingo, la próxima semana ya subimos el capítulo 6...¡Depende de ustedes!

Tóxico

Quise eliminar lo tóxico de mi vida. Aunque me dolió, te tuve que borrar a vos. Te volviste dañino para mí y a la vez indispensable para poder seguir, o al menos eso me hice creer para poder seguir justificando tus errores. 
Sos bueno y malo a la vez, pero una vez leí que si un hombre te hace bien y mal al mismo tiempo, es porque definitivamente es tóxico
Tu doble discurso me puede enloquecer. Y siempre te creo. Si me llamás, ¡voy a estar! Y si me buscás, ¡me vas a encontrar! Pero no te voy a dejar volver entrar ni ser eso en mí que necesitaba que seas, si no lo fuiste antes ¿por qué vas a serlo ahora?
Estemos así. Distantes. Sin lastimarnos. Sos un tóxico que de vez en cuando toco pero que si se hace rutina, me duerme y me hipnotiza.


@Incredulas - 12/08/16
Colaboración: @OrneLaPorta ♥

viernes, 5 de agosto de 2016

Estoy acá, amor

Contame...¿Qué se hace cuando el corazón no da más de amor? ¿Qué se hace cuando sentís que está por estallar? Llega ese punto donde no importa más nada...Con sólo verte vuelvo a vivir. Es que es así, sos vos quien me lleva a las estrellas, me vuela la cabeza y me hace temblar de excitación. Nada puede estar mal cuando te miro a los ojos, me tocás el cabello o me pierdo en tus caricias.
Si tan sólo no te pareciera una simple pendeja, podrías conocer todo el amor que tengo para vos. Tan fuerte es lo que siento que prefiero verte cuando tengas ganas a no verte nunca
Me lastimo sola, me lastima tu ausencia, me lastima verte con ella, me lastima todo lo que venga de vos, pero, a la vez, me sanan tus besos, tus mimos, tus palabras, tus abrazos fugaces
Estoy acá, amor, esperando a que te la juegues por mí, para demostrarte que soy capaz de amarte como nadie. 
Te espero, te espero y te espero. Siempre para vos, amor mío. No me olvides.

@Incredulas - 05/08/16