miércoles, 30 de abril de 2014

Teatro

Igual que en un escenario, finges tu dolor barato.
Fingís ahora que ya las palabras salieron de tu boca, fingís cuando acabás de destrozarme el corazón. ¿Qué fingís? No hay nada para seguir fingiendo.
Tu drama no es necesario, yo conozco ese teatro.
No hace falta que te hagas el despechado. Hoy con esta decisión tan decidida que tomaste no deberías fingir porque la persona a la que abandonaste fue a mí, no fue al revés.
Fingiendo, ¡qué bien te queda el papel! 
Te queda perfecto el papel de triste, pero es una lástima que no lo estés como lo estoy yo. Es una lástima que tengas que fingir un sentimiento y que no fluya solo de tu corazón.
Después de todo, parece que esa es tu forma de ser.
Hoy sé que es esa tu forma de ser, mintiendo. Al principio creí que lo hacías para ocultar tus cosas y que te sentías mal por hacerlo, te creía tus "perdones" pero ahora ya sé que sos así y que voy a tener que luchar contra eso.
Yo confiaba ciegamente en la fiebre de tus besos.
Confiaba en tus besos, en vos y en cada uno de tus actos.
Mentiste severamente y el telón cayó por eso.
Ahora descubro que todo fue una mentira, que viví en una farsa donde era la protagonista de tus cuentos, de tus mentiras.
Sí, teatro, lo tuyo es puro teatro.
No hay más remedio, es así, no puedo seguir intentando creerme que hacés las cosas y no pensás en que me estás lastimando. Lo tuyo es teatro enserio, teatro real.
Falsedad bien ensayada, estudiado simulacro.
Falsedad pura, mentiras. Estudiás tu simulacro para hacerme creer que lo que decís es verdad. Sabés cómo y cuándo es hora de engañarme.
Fue tu mejor actuación destrozar mi corazón.
Tu mejor obra en escena, aquella que mejor te salió actuar, aquel protagónico que me enamoró hoy me rompió el corazón.
Y hoy, que me lloras de veras, recuerdo tu simulacro.
Y ahora que venís a llorarme "perdón" real, me acuerdo de todo.
Perdoná que no te crea, me parece que es teatro.
Hoy ya no te creo nada de lo que puedas llegar a decirme, nada va a devolverme esa confianza, ¿cómo sé que no es teatro?


@Incredulas - 30/04/14

martes, 29 de abril de 2014

Papelitos de colores

¿Por qué se la necesita tanto a la plata? ¿Por qué la felicidad de algunos depende de ella? Son papeles de colores, che. Papeles de colores.
Siendo completamente sincera y con una mano en el corazón, digo que me encantaría tener la fuerza de voluntad suficiente como para tratar de no depender de ellos. Me gustaría que fueran innecesarios, que no valgan más que una vida ni que una vida se desvanezca porque a algún inescrupuloso le están faltando papelitos. Odio el consumo, odio que me guste consumir, odio mi contradicción. Odio a estos papelitos.
Uno se cree que por tener gran cantidad de ellos podemos creernos más o menos que otros. Qué equivocados están. Tener más papelitos juntos no te hace ser de mejor estilo, de mejor "clase", o ser mejor persona. Tampoco tenerla te hace ser una basura. Simplemente, la cantidad de papelitos de colores que tengas no van a definir tu personalidad o tu nivel de forreada adelante de otra persona que no tiene de ellos.
Por desgracia, hoy en día, esta sociedad consumista y capitalista en la que vivimos, nos exige que para poder sobrevivir tengamos muchos papelitos de colores, y me parece una mierda depender totalmente de ellos.
Empecemos a ser un poco más conscientes...¿Alguno sabe cuánto puede llegar a costar una vida, por el sólo hecho de querer complacerse de plata? Es desgraciado todo eso, cómo la gente mata por algunos de estos papelitos de colores, que al fin y al cabo no valen un carajo, porque van y vienen, y yo ahora te digo: ¿el amor tiene precio? Hoy en día sí. ¿La felicidad tiene precio? Hoy en día sí. ¿Una sonrisa tiene precio? Hoy en día sí. Todo tiene precio, porque culturalmente lo quisimos así.
El ser humano se vuele adicto a estas cosas, no es para nada humilde, es increíble que hasta para saciar la sed uno tenga que pagar...¡Qué digo pagar! Sacarse un ojo.
Por un mundo donde los papelitos de colores sólo sean para el bien, para la supervivencia, no por codicia.


@Incredulas - 29/04/14

domingo, 27 de abril de 2014

Entrelazados - Capítulo 17

Celeste tenía el corazón roto en mil pedacitos. La historia familiar de Bautista la había conmovido y ahora se sentía una mierda, no sólo por haberse enojado equivocadamente el día de su cumpleaños, sino también por lo desconsiderado que había sido de su parte no tener en cuenta que en esta fecha se conmemoraba un acontecimiento horrible para él. No había forma de que ella lo hubiese sabido ya que él nunca se lo contó, pero aún así se sentía terrible. El abrazo con la abuela Haydée duró unos minutos, los mismos que tardó el microondas en sonar: el café con leche para Bautista estaba listo y las tostadas también. La enérgica viejita le entregó la bandeja a Celeste y le indicó con un gesto de complicidad que sea ella quien la suba al cuarto de su nieto.
Con cada escalón que subía, sus nervios aumentaban y las lágrimas en sus ojos se hacían cada vez más difíciles de contener. Sentía esa mezcla de tristeza, culpa y nervios que sólo se siente cuando sabemos que nos equivocamos en serio con alguien a quien queremos mucho. Celeste abrió la puerta y allí estaba él, acostado, tapado hasta la cintura, durmiendo. Se acercó en silencio y apoyó la bandeja en la mesa de luz, sentándose cuidadosamente a su lado. Con un movimiento tierno le acarició el pelo y parte de la cara, pero Bauti tenía el sueño pesado y aunque un elefante se cayera al lado de su cama, él no lo notaría. Entonces la morocha aprovechó a darle algunos besitos por la cara y los labios, realmente estaba arrepentida y lo necesitaba mucho, hasta que finalmente se despertó.
- ¿Qué haces acá?.- le preguntó todavía refregándose los ojos, sin poder abrirlos del todo.
- Vine a hablar con vos, Bauti. Tu abuela me dejó pasar y la ayudé a hacerte el desayuno.- Bautista mira hacia la mesa de luz y ve la bandeja. Se queda en silencio, sin entender demasiado, pero Celeste continúa hablando.- Te quería pedir perdón por el escándalo que te hice en tu cumpleaños, saqué deducciones apresuradas y te eché la culpa de algo que no habías hecho. No sabés lo mal que me siento, Bauti, pasa que cuando vi mi diario ahí, abierto, lo primero que pensé fue que...- la interrumpe.
- Sé lo que debes haber pensado, y en el momento yo hubiera pensado lo mismo, no te preocupes. Perdoname vos también porque sé que yo no te traté de la mejor manera tampoco, supongo que estaba un poco celoso y dolido por las cosas que leí. Se nota que ese chico fue muy importante para vos...más de lo que quisiera. Fue más fuerte que yo querer leer, no sabía qué hacía ahí y bueno...traté de no leer mucho por respeto a vos. Pero no es motivo para enojarme, es tu pasado y lo entiendo. Además también estaba triste por otras cosas, mambos internos míos.- evidentemente todavía no se sentía listo para hablarlo, y Celes respetaba esto, aunque ella ya supiera todo.
Con un abrazo y varios besos se cerró la pelea, y todo volvió a la normalidad.
- Dale, nene, ¡tomate el café con leche que se te está enfriando todo!.

Eran las nueve de la noche y Lautaro salía de su casa sólo para sacar la basura, cuando una silueta conocida lo sorprendió. O mejor dicho, él la sorprendió a ella.
- ¿Me podés explicar qué haces en la puerta de mi casa con una bolsa?... ¿Y por qué tenes esa flor tan rara en la cabeza?.
Rocío dio un paso atrás en el impulso instintivo de salir corriendo, pero no. Muy por el contrario, se quedó totalmente petrificada, y lo único que alcanzó a responder fue:
- No es una flor rara, es una vincha. Y se usa.
Lautaro ya alteradísimo insistió con su primer pregunta.
- No te hagas la tarada y explicame qué haces acá.
- Nada, Lauti, no estoy bien, y viste cómo soy yo que cuando estoy triste me pongo a leer cosas viejas y bueno, encontré cartitas y cartelitos de cuando éramos novios y me dio mucha nostalgia. Pensé que quizás los querías tener vos y por eso te los traje...Además...me acordé lo bien que me hacías vos siempre que estaba triste, y yo creo que si los dos volviésemos a estar junt...- Lauti la interrumpe.
- Eh...no, no, no. Me parece que te estas confundiendo, Rochi. Todo bien pero nosotros dos nunca vamos a volver a estar juntos, no supongas. Volvé a tu casa, dale, que es tarde ya.
Lautaro se dio media vuelta y encaminó hacia la puerta de su casa, mientras Rocío, humilladísima y muerta de vergüenza, se fue corriendo, no sin antes dejar en la vereda su bolsa llena de viejas cartas de amor. Al notarlo, el muchacho no pudo pasarlo por alto, y decidió quedársela. Después de todo...¿En qué podían afectarlo un par de cartas tontas?.

En el trayecto de vuelta a su casa, Rocío sentía una angustia rara, no era una angustia normal porque estaba mezclada también con un poco de vergüenza, y otro poco de bronca. No entendía por qué había tenido la loca idea de que Lautaro iba a querer volver con ella, y a decir verdad, ella tampoco estaba segura de querer volver con él, sólo fue un desliz, una mala pasada que le jugó su tristeza. Nicolás la había basureado hacía tan solo algunas horas, y ahora Lautaro también la despreciaba, no había forma de remontar el día.
Una vez en su casa y sin tocar aún la bolsa con las cartas, Lautaro llama a Malena y le cuenta lo recién sucedido a su amiga. Se burlaron de ella sin parar durante media hora, riéndose de lo patética que había quedado Rocío y cómo volvía suplicando perdón mientras Lautaro la humillaba vorazmente. Una vez que cortó su comunicación con Malena, Lauti se sentó en la cama y comenzó a leer las cartas. Lo hizo sin ningún tipo de interés, era más que nada porque estaba aburrido y no tenía sueño. Leyendo un par de cartas, Lautaro pudo darse cuenta que en realidad sí la extrañaba a Rocío, que a Malena no la quiere tanto como para ayudarla a engañar a Nicolás y, si bien la rubia había estado mal en decirle el nombre de otro chico, Lautaro se creía completamente capaz de perdonarla...pero incapaz de decírselo y dar el brazo a torcer. Si había algo que lo caracterizaba, era el orgullo.

Por su parte, Macarena se encontraba devastada. Había perdido una amiga, al único chico que le daba bola y encima toda esa tarde se la pasó comiendo como motivo de su depresión. Decidió, entonces, sentarse a escribir una fuerte carta de amor a Pache. Mientras escribía, se daba a cuenta lo mucho que le importaba y se concretó lo que había pensado desde el principio, ese famoso "no me tengo que enganchar", y se avivó ahora que Pache ya no le da más bola. En la carta se arrastró a más no poder, perdió toda su dignidad pero no se dio cuenta: ella sólo quería arreglar las cosas, no podían terminar tan mal después de tanto tiempo que estuvieron juntos. Pache fue el único chico que la hizo sentir mujer y valorada, y Macarena justificaba la zarta de insultos terribles de Pachetti hacia ella con un "yo tengo la culpa, yo metí la pata". 
Mientras Maca escribía esta carte, Pache encaraba hacia la casa de Bautista pensando en cuánto la odiaba. Se arrepentía muchísimo de haber estado con ella. De hecho, lo había logrado nada más porque se sentía solo y Macarena siempre estaba disponible. Pero ahora ya estaba en la puerta de la casa de Bauti y sólo le importaba tocar el timbre y decirle todo lo que tenía pensado...


¿Le dará Maca la carta a Pache?
¿Rocío se va a resignar a estar con Lautaro?
¿Bauti se amigará con Pache?


Continuará...

sábado, 26 de abril de 2014

Una leve pausa

Hoy se cumplirían cuatro meses con la personita más linda del mundo, pero por esas cosas de la vida digo "serían" y no "son".
Pensé, sinceramente, que iba a ser un día de mierda, pero la verdad que no, me las ingenié para mantenerme pensando en otra cosa y, por suerte, salió.
Volviendo al tema de los cuatro meses, hace un mes había dicho que ojala el próximo mes (o sea, hoy) la situación sea diferente y estemos contando de vuelta, a lo que la respuesta fue: "ojalá". Bueno, la cosa no fue así...A seguir contando supuestos meses, ojalá no, y que al próximo la situación sea distinta.
Por ahí él piensa que la chica que algún día quiso no existe más y cambió (por las cagadas que me mandé) pero no es así, la chica que él conoció es la que todos los días lo extraña y piensa en él, pero también se sigue riendo y sigue haciendo las cosas que a él le gustaron, por más que a veces no haya razón para reírse, sigo siendo yo, la que ve luz aún si muere el sol.
No me quiero meter mucho en el tema porque sino voy a empezar a escribir cosas que siento y me parece que no es el momento, si con todo lo que hice hasta ahora no le llegué a mover el más mínimo pelo, voy a tener que parar un tiempito porque sino me estoy haciendo mal a mí y a él. Ojo, no significa que lo quiera menos, todo lo contrario, cada día lo quiero y lo extraño más, pero creo que escribiendo lo lastimo a él y a mí, así que voy a parar un tiempo.
Nada más decir que a veces pienso que ya hay días que ni piensa en mí y no sé, me pone medio mal, pero bueno, tiempo y ya voy a poder ser lo único en lo que piense.
La noche de ayer me ayudó mucho a organizar mi cabeza y, gracias a eso, no estar mal como estuve hasta el otro día. Cada tanto pensar en frío está bueno.
En fin, felices no cuatro meses. Te voy a esperar, deteniéndome.


@Incredulas - 26/04/14

jueves, 24 de abril de 2014

Mientras tanto...

Las dudas que me vienen a la cabeza me ponen peor, pensar en cuándo, si algún día va a ser, si esa persona pensara en mí, si todo lo que en un momento hubo se perdió, si eso que sentía que había cada vez que hablábamos y estábamos juntos desapareció, si seguirá habiendo amor, si sabrá las cosas que me están pasando a mí ahora, y tantas otras cosas más. Muchísimas dudas tengo y cada vez me hacen peor.
Siento un sentimiento raro en el pecho, una mezcla de cosas que no puedo explicar y me angustia demasiado.
Ya no sé qué más hacer, quiero esperar a que sea el día en que pueda estar con esa persona si no me mando cagadas, pero me hace mierda pensar el mientras tanto...Me hace mierda pensar que esa persona esté con otra, que ya no piense más en mí, que esas cosas que pensábamos los dos que iban a pasar no pasen nunca más, que el día que pienso que voy a estar con él no sea, que se olvide de mí, que se le pasen los sentimientos que tenía, que el "te juro que lo que estoy haciendo es para que podamos estar bien y va a ser todo genial" no exista más, que nunca más pueda volver a darle un beso, a morderle el labio, a abrazarlo, que nunca más me muestre su lengua diciéndome que es más rara y más linda que la mía, que nunca más pueda volver a decir esos apodos tan lindos, que nunca más pueda volver a ver cómo abría los ojos cuando me daba un beso y nos reíamos juntos y así millones de cosas más.
Me da bronca que un día pueda poner la cabeza fría y esperar tranquila y al otro me agarre la desesperación y las ganas de estar ya con esa persona.
Voy a hacer lo último que se me ocurre, cuando pueda, porque hoy no puedo, depende de otra persona, me va a doler muchísimo pero hago lo que sea por estar con esa persona.
Todo esto no lo hubiera escrito ni pensado si ayer no se me hubiera venido a la cabeza el recuerdo más lindo de todos, el del día más lindo de mi vida, cuando viniste a casa...


@Incredulas - 24/04/14

miércoles, 23 de abril de 2014

Fuiste lo mejor

Yo no creo que esté todo bien si salto por la ventana.
Pensarán que estoy muy loca si hago ese tipo de cosas,
Todo fue muy bueno  y extraño hoy tu cuerpo en mi habitación.
No te imaginás el vacío que siente mi cama cuando no estás.
Y perdoná si te lastimé pero quería que esto terminara.
Capaz era lo mejor antes de que todo termine para peor, mi amor.

Lamento no haber sido lo mejor para vos.
Lamento no haber llegado a ser tu princesa perfecta.

Cuando te dejé, te dije que por un par de años más te amaría.
Se puede, sinceramente, seguir amando aún estando separados.
Porque aunque no quisiera, estoy pensando cómo pude alejarme de vos.
Uno después de hacer las cosas se arrepiente. No te imaginás cuán arrepentida estoy yo.
Pero sé que te olvidaré, pero hasta que llegue ese día...
Y...hasta que llegue ese día yo no la voy a pasar bien.
Quiero que sepas que fuiste lo mejor.
Siempre vas a ser de lo mejor, mi amor.
Dame un tiempo para poder pensar, es que estoy rodeada de emociones que me ahogan.
Dame un tiempo para acomodar mis ideas, dame tiempo para acomodar mi corazón.
Pensé en decirte de intentarlo una vez más, pero no quisiera comenzar de nuevo.
Es más, no quiero volverte a lastimar. No quiero repetir otra vez una historia errónea.
Yo no sé si está todo bien si salto por la ventana.
No sé si vas a estar para atajarme una vez más...

@Incredulas - 23/04/14

martes, 22 de abril de 2014

Hermanas elegidas

Hoy quiero hablar de una de las partes más importantes que tiene mi vida, unas mujeres que hacen de mi mundo un lugar mejor con sus consejos, sus abrazos, sus palabras, su hombro para llorar. Creo que no podría vivir sin ellas. No lo creo, lo sé. No podría vivir sin ellas.
Gracias a Dios que (a diferencia de la mayoría de las mujeres) ellas son fieles, están siempre, nunca te van a abandonar. Hacia mí no tienen muchos de esos defectos que suelen tener las amistades entre mujeres como la falsedad, el caretaje, la mentira.
Son hermosas. Me alegran siempre, nunca me hicieron sufrir, nunca me hicieron mal ni nunca lo van a hacer. Confío plenamente en ellas, con los ojos cerrados. Siempre que estoy mal, acudo a ellas y me hacen poder sentirme bien, también cuando estoy muy loca, histérica y alterada me hacen tranquilizar, cuando estoy nerviosa también, me ayudan a encontrar mi eje.
Cada vez que las escucho soy feliz, sea lo que sea que dicen. Cuando las veo las quiero tener ya en mis manos, es imposible verlas y no abrazarlas y empezar a actualizarlas de mi vida.
Creo que ya es de público conocimiento mi amor por ellas y el sufrimiento que tengo cuando no las tengo.
No sé qué haría sin ellas, son mi droga, mi remedio para el sufrimiento, para todo. Ellas sí son mi todo.
Y lo que sé es que, pase lo que pase siempre van a estar, no se van a ir, no van a hacer nada malo por mí.
En este momento las tengo al lado y me miran y las miro con ganas de abrazarlas y empezar a chusmear ya, es más, apenas termine de escribir las voy a agarrar y me van a tener que bancar diez horas hablando de lo mismo.
Agradezco a la vida por dármelas, por tenerlas, por todo, y les agradezco a ellas todo lo que hacen por mí, por ser mi razón cuando me faltan razones y mi ciega razón de vivir.
Gracias, amigas. Las amo.


@Incredulas - 22/04/14

domingo, 20 de abril de 2014

Entrelazados - Capítulo 16

- Soltame, Nico.
- No, pará, dejame ayudarte.
- ¡Soltame te dije!.- Pache todavía estaba un poco tambaleado por la fuerte trompada que Bautista le había dado. Nicolás lo había colgado sobre él para que pueda caminar mejor y no se tropiece, pero no le gustó en absoluto la actitud de Pache de pedirle que lo deje en paz.
- No te la agarrés conmigo si estás enojado con Bautista. Yo no te hice nada, nada más te quiero ayudar.
Malena le da un pañuelito descartable a Pache para que se lo ponga en la nariz, ya que había vuelto a sangrar. Pache le sonrió como pudo y se sentó en la vereda.
- ¿Qué hora es?.
- Las tres de la mañana.- contestó Malena.
Pache negó con la cabeza y miró hacia abajo.
- ¿Cómo me va a pegar así?.
- Vos también viniste bastante prepotente.- Pache y Nico miraron a la joven después de haber dicho este comentario. La fulminaron con la mirada, indicándole que se calle, por lo que Malena se sentó al lado de Pache con las piernas cruzadas, pasándole una mano por la espalda.- ¿Estás mejor?.
- Estoy bien. Me siento raro, nada más.
- No sabés el desastre que fue ese cumpleaños, Pache, malísimo.- comentó Nico.
- Pobre Bauti. Siempre salen mal sus cumpleaños.- agregó Malena.- Es por todos los quilombos que tiene.
Tras este último comentario de Nico, Pache lo miró ya que casi nadie sabía el secreto de Bautista.

Cuando Rocío ve la reacción de Celeste y también observa su diario íntimo en las manos, automáticamente corre tras de sí para preguntarle qué le sucedía. Celeste no le contestaba, iba caminando furiosa mirando el suelo, encerrada en su mundo y en un círculo constante de pensamientos malos hacia Bautista. Rocío no paraba de insistir para saber qué le pasaba, hasta que Celeste, un poco más tranquila y aguantando el llanto, le contó desde el principio, incluido lo de Pache y Maca, ya importándole muy poco si ella se volvía a enojar por abrir la boca de nuevo. Rocío escuchó todo el relato boquiabierta, tampoco podía creer nada de lo que su amiga le estaba contando. No sabía a quién apoyar ni qué decirle, por lo que la rubia optó por abrazarla e ir caminando juntas en medio de la noche. 
En medio de su camino, se toparon con el grupo de Pache, Nico y Malena. Rocío se quería morir por habérselos cruzado, pero no podía hacer como si nada ya que Pache le caía bastante bien y, aunque a veces era denso, en algún momento fueron grandes amigos e incluso habían chapado. Se acercó a él, ignorando por completo a los otros dos y le acarició la espalda, sentándose a su lado.
- ¿Cómo estás?.
- Como el orto, boluda. No sólo por la trompada, sino porque me da lástima que el cumpleaños de Bautista haya salido así.- levantó la vista y miró a Celeste, luego la volvió a bajar.
- ¿Puedo saber por qué se habían peleado en el partido?.
Pache y Nico se miraron, cómplices. Malena interrumpió en el momento menos indicado, parándose de golpe, tomando a Nicolás del brazo.
- Mejor nosotros nos vamos, ¿no?.
Nicolás mira a su novia, luego a Rocío, luego a Pache y finalmente respiró hondo, puteando internamente por la cagada que había sido esa noche.
- No, pará, Male. No vamos a dejar a Pache colgado.
Rocío miraba a la pareja sin entender nada. ¿No estaba todo mal? ¿Malena no estaba saliendo con Lautaro? Había algo que no estaba entendiendo...o que le estaban ocultando. Celeste saltó de golpe.
- Vayan si quieren. Nosotras nos quedamos con Pache.
- No, yo con vos no me quiero quedar.- dijo Pachetti
Celeste lo miró.
- Por bocona.
- ¿Bocona?.- preguntó Nicolás.- ¿De qué me perdí?.
Rocío se levanta de un salto, tomando a Celeste del brazo y mirando a Nicolás y Malena.
- Mejor nosotras nos vamos, no queremos molestar. Arréglense ustedes.
- Gracias, nos hacen un favor.- contestó Malena.
Rocío respiró hondo para no contestarle mal ni nada, Celeste la empezó a tironear para alejarse y se fueron sin decir una palabra. 

Cuando se alejaron de ellos, Celeste miró a Rocío esperando una respuesta.
- ¿Qué me mirás así?
- ¿No era que Malena estaba con Lautaro? ¿Es joda?.
Rocío se encogió de brazos, entendía menos que su amiga lo que estaba pasando. Celeste, de repente, comenzó a sollozar otra vez. Rocío la abrazó, calmándola y dándole palabras de aliento, pero Celeste estaba muy triste por todo lo que había pasado esa noche. Rocío le propuso a su amiga seguir caminando para poder charlar mejor y que ella desquite todo lo que quiera. Celeste aceptó, ambas amigas entrelazaron sus brazos y comenzaron a caminar en la oscuridad de la noche.

Una vez que Lautaro se fue de su casa, alrededor de las cuatro de la mañana, Bauti se acostó en su cama, aún vestido, mirando el techo. Automáticamente, las lágrimas comenzaron a brotar de su cara. No le gustaba llorar, de hecho lo detestaba, pero no por pensar que era un maricón, sino por creer que la situación lo iba a propasar. No iba a pasar otro año seguido más, otra vez no iba a ser una mierda su cumpleaños más allá que la joda haya sido un embole. Se tapó los ojos con las manos, respiró hondo y pensó en todo: en Celeste, en Pachetti, en ese diario íntimo...y sobre todo, lo que más lo hacía llorar, era los secretos que ocultaba su familia.

Nico, después de acompañar a Pache a su casa, finalmente dejó a Malena en la suya, se dieron un par de besos en la puerta y el joven se alejó una vez que ella ingresó. En medio del camino, miró para todos lados y pensó a dónde podía ir. No tenía ganas de ir a su casa, sentía que la noche recién empezaba más allá que sean las cuatro de la mañana y el sueño empiece a aparecer de a poco. Comenzó a ir para el lado del parque, le parecía una buena idea sentarse en un árbol a fumarse el cigarrillo de marihuana que tenía en su bolsillo izquierdo, ya que era para la joda de Bauti, pero como todo fue un fracaso nunca se lo pudo fumar, además de que Malena no podía saberlo porque era anti drogas completamente. Yendo en dirección al parque, Nicolás se topa con Celeste y Rocío que seguían caminando. El joven las ignoró por completo y siguió su camino, pero Rocío miró a Celeste, quien asintió con la cabeza y se sentó en un banco a mirar su celular, mientras Rocío se acercaba por detrás a Nicolás, lo tomaba del brazo y lo dio vuelta.
- ¿Qué creés que hacés?.- le dijo la rubia en un tono muy fuerte.
- ¿Perdón?.- Nicolás en serio no entendía a qué se refería Rocío.- ¿Que querés vos ahora?
- Explicame qué hacés tan acaramelado con Malena.
Nicolás se empieza a reír por la palabra "acaramelado" y esto hizo que Rocío se enfade aún más.
- Te estoy preguntando algo, no te rías.
- Me parece que yo a vos no tengo que darte explicaciones de nada.- Nicolás se da media vuelta y encara para el interior del parque. Rocío lo toma fuertemente del brazo y lo da vuelta para sí. Esto hizo que a Nicolás le moleste mucho, Malena también tenía la costumbre de hacer eso y lo fastidiaba en demasía.- ¡Soltame!.- Le agarra fuerte el brazo a Rocío.- Te lo digo una sola vez y espero que lo entiendas, Rocío. Vos y yo no tenemos nada, nunca lo tuvimos, ni siquiera amistad. Entonces entendé que ahora no tenés que reclamarme ni pedirme explicaciones de nada. ¿Qué te creés? ¿Que todo gira alrededor tuyo? No existís, nena, así que dejate de joder y de meterte en mi vida.- La suelta velozmente y se va caminando, sin esperar una respuesta de la rubia quien se queda acariciando su brazo por la fuerte presión que había hecho Nicolás y sin poder creer sus crueles palabras.

Una vez en su casa, Celeste, bastante triste pero sin la necesidad de llorar, comenzó a escribir en su diario el desastre de esa noche, todos sus pensamientos y más profundos pesares. En medio de su relato, cuando explicaba la aparición de su diario íntimo en la habitación de Bautista, comenzó a pensar muchas situaciones. Celeste era una chica muy deductora e inteligente, por lo que analizó parte por parte todo lo sucedido esa noche. Primero y principal, Bautista no conocía su casa, tampoco sus padres lo conocían como para que ella cuando esté ausente, pueda pasar y quitarle su diario. Además, la noche anterior a que desaparezca, el diario estaba allí y el día siguiente, Celeste había pasado toda la tarde con Bautista y él luego se había ido a jugar, por lo que no tuvo tiempo la casa sola, nada más cuando fue a la casa de él y luego volvió. Por otro lado, le parecía estúpido que Bautista deje el diario así como así arriba de la cama, sabiendo que se podía dar la situación de que cualquier persona ingrese a la pieza e incluso ella y descubra todo. Y por último, y lo que más convicción le daba de lo que estaba pensando, Bautista no era capaz de hacer una cosa así. Fue de esta manera cómo Celeste se fue a dormir con una sonrisa pero no una sonrisa de alegría sino de relajación por haberse dado cuenta de las cosas.

No paraba de sonar el timbre en la casa de Macarena, quien estaba sola ya que su madre se había ido al gimnasio y su hermano ni siquiera había vuelto a dormir. Se levantó como pudo, fue a la puerta y allí estaba Celeste. Macarena amagó a cerrarle la puerta en la cara, pero la morocha sostuvo la puerta fuertemente, la empujó y pasó a la casa de Maca. Comenzó a caminar por la cocina, pasando el dedo índice por la mesada, en señal de misterio. Macarena no entendía, de hecho también estaba un poco dormida y le costaba entender qué hacía Celeste ahí y por qué estaba haciendo eso.
- Voy a ser corta y concisa.- dijo la morocha, sentándose en una silla.- Por lo que te pido disculpas es por haberme mandado la cagada de contarle a Bautista lo tuyo con Pachetti. Fue un error y también fue sin querer, nunca haría nada malo en tu contra...¿Estamos?.
Macarena asiente, expectante.
- Perfecto.- Celeste respira hondo.- Por ese lado estaba triste y bajón por haber metido la pata con tu relación oculta, pero sinceramente no puedo entender tu nivel de forrada en dejar mi diario íntimo en la habitación de Bautista. ¿Qué querías lograr? ¿Que me pelee con él? Eso no se hace.
Macarena respiraba agitadamente, hasta que se salió de sus cabales.
- ¡¿Y qué esperabas?! ¡¿Que me quede de brazos cruzados cuando me cagaste la vida?!.
Celeste continuaba hablando con calma.
- ¿Cagarte la vida? ¿Yo? La que se caga la vida a sí misma día a día sos vos, no yo. Y me parece que fue una salvación liberarte del idiota de Pachetti.
- ¡Eso es tema mío! ¡Yo sabía muy bien si quería sacármelo de encima o no!.
- No creo. Pero ahora explicame, ¿por qué hiciste lo del diario?¿Qué te hizo pensar que yo no me iba a dar cuenta?.
- Me importa un carajo si te ibas a dar cuenta o no. El objetivo no sólo era que te pelees con el boludo de Bautista, sino que también vea lo hija de puta que sos y fuiste conmigo toda la vida...¡Cómo me robaste a Felipe, a él y cómo espantás a todos los chicos que se me acercan!.- a Macarena le brotaban las lágrimas de sus ojos, estaba totalmente fuera de sus casillas.
- Esa competencia siempre la generaste vos.- Celeste se cruza de brazos y se para.- Yo nunca te hice nada. Siempre me odiaste y no sé por qué.
Macarena se tapa la cara con las manos y continúa llorando.
- Porque vos sos linda y flaca, y yo no.
Celeste se enterneció muchísimo, pero no por los elogios, sino por lo mal que había hecho sentir a Maca todo este tiempo y no se había dado cuenta. Supo que no tenía que dar el brazo a torcer, que ya le había dicho todo lo que pensaba, por lo que encaró hacia la puerta, dejando a quien ya no era más su amiga detrás de sí.

Rocío se levantó temprano, hizo su desayuno y decidió, como hace dos o tres veces por semana, ir a correr un rato al parque. Rogaba no cruzarse a nadie, pero como era bastante temprano, supuso que no habría ningun conocido por allí. Se puso los auriculares y salió a correr. En medio del camino se cruzó a Pachetti que también estaba corriendo. Se quería matar. Se saludaron, Rocío se quitó los auriculares de las orejas y se sentaron juntos en un banco.
- ¿Qué hacés tan temprano corriendo por acá?.
- Yo corro todos los días, Ro, no te olvides que entreno...
Hubo un silencio que el mismo Pachetti decidió romper.
- Perdoná si anoche te traté mal o algo.
- No, no me dijiste nada, quedate tranqui. ¿Pensás arreglar las cosas con Bauti?.
Pache se encoge de hombros.
- Por el momento no voy a hacer nada, no pasaron ni doce horas todavía.- sonríe.- ¿Vos en qué andás?.
- Pensando.
- ¿En?.- silencio.- ¿Lauti?.
- No, en realidad no.- Rocío no sabía si contarle. Pachetti era amigo tanto de su ex como de Nicolás, y quizá así le quería sacar información y la mandaba al frente.- En Malena.
Pachetti lanzó una risa irónica.
- Esa piba es cualquiera. Anoche me ayudó y todo bien, pero yo ya capté el jueguito que está haciendo.
Rocío lo miró, esperando que prosiga, abriendo los ojos muy grandes.
- ¿No te das cuenta, boluda? Está con Lautaro y Nicolás a la vez.
Rocío se empieza a reír muy fuerte.
- Dale, bobo, decí algo coherente.
- ¡En serio! Vino Lautaro a contarme cosas de ella y al rato que vi a Nico me contaba cómo le propuso de ser novios.
Rocío se quedó muda, sobre todo por la última parte. ¿Cómo podía ser que se pongan de novios? ¡Si ella le había contado que lo vio con Lautaro!.
- Sí, no sé, yo tampoco entiendo.- Cuando Pache dijo esto, Rocío notó que sus pensamientos los había dicho en voz alta.
- ¿No pensás decirle a ninguno de los dos?.
- ¿Yo? ¿Meterme? Na, tengo muchas cosas que solucionar primero.
Rocío se pone de pie, se acomoda un poco la colita que tenía hecha en el pelo y saluda a su amigo. 
- Y haceme un favor, Pache.- el joven la mira.- Andá a ver a Maca. Debe estar hecha mierda y no se lo merece. 
Sin decir más, Rocío se aleja y Pachetti se queda sentado, pensando qué debía hacer.

Celeste tocó timbre en la casa de Bautista y le abrió la abuela, quien le dijo que aún dormía. La joven preguntó si podía pasar a despertarlo y la anciana le dijo que sí y si le quería preparar junto con ella el desayuno a su nieto. A Celeste le pareció una buena idea, por lo que entró y charló con la mujer. Entablaron muy buena relación las dos, a pesar de la diferencia de edad. Haydée, la señora, era muy simpática y extrovertida. No era de esas ancianas tristes que no salen de su casa. Haydée tenía amigas, iba al Casino todos los fines de semana y amaba a sus nietos como a nadie. Le preguntó a Celeste si quería tomar un jugo exprimido de naranja, por lo que la joven aceptó y se sentó a la mesa de la cocina. Haydée le preguntó cómo era su familia, cómo estaba compuesta y demás, por lo que una charla llevó a la otra, y Haydée le contó todo acerca de la familia de Bautista, o al menos la parte externa que a Celeste le bastó para que su corazón se rompa en mil pedazos por la tristeza que Bauti estaba pasando. En el cumpleaños número tres de Bautista, cuando su hermano tenía ya cinco años, fueron con sus dos abuelos (Haydée y Mario) y sus dos padres (Ágatha y Cristopher) a las Cataratas del Iguazú. En medio de una excursión a la que Bautista y su hermano Pedro no fueron por ser menores junto con su abuela a la que le daban miedos las alturas, su abuelo y sus dos padres fueron junto con otro grupo de turistas y ocurrió una tragedia: el puente sobre el que estaban atravesando semejante maravilla se partió por la mitad, y murieron alrededor de treinta personas, incluidos allí Mario, Ágatha y Cristopher. A Celeste se le llenaron los ojos de lágrimas y no podía responder. Haydée se mostraba más fuerte, habrá contado tantas veces la historia que la sensibilidad al llorar se le había pasado un poco más.
- Lo peor de todo esto también es que el día que fallecieron...era el cumpleaños de Bautista.
Y Celeste le había hecho pasar una noche de mierda, cuando era tan particular para él todo lo que acontecía este día.

¿Se amigará Macarena con Pachetti?
¿Rocío le va a decir la verdad a Lautaro y a Nicolás sobre Malena?
¿Se amigarán Celeste y Bautista?


Continuará...

sábado, 19 de abril de 2014

Perdida

Siento un vacío muy grande, sumado a otros sentimientos y cosas malas de la vida que ya lo estoy tomando como algo normal y común, y no está bueno eso.
Dicen que ese vacío en el centro sólo se llena con un poco más de tu esencia en las venas...y con eso me refiero a una persona, pero esa persona ya no está, así que lo tengo que llenar con algo, pero no sé con qué. Quiero que sea eso que yo quiero, no pienso en que sea otra cosa, pero cuando pienso en que quiero estar bien, intento pensar en otra cosa pero no se me ocurre nada.
Esos otros sentimientos se van a ir dentro de unos días cuando consiga entender que esto no es la muerte de nadie.
La respuesta inmediata a esos problemas hoy, es tiempo, es decir: no hay respuesta inmediata.
Últimamente me vengo dando cuenta que el tiempo es mi peor enemigo y que lo odio muchísimo, pero que lo necesito para ser feliz, pero no voy a hablar de él porque ya hablé varias veces creo.
Bueno, la cosa es que a pesar de que siento todo esto, no estoy mal, o sea, me siento perdida y que no sé qué hacer, pero bueno, es parte de la vida.
Otra cosa que me estoy dando cuenta que no quiero tanto y que es un hijo de puta, es el Facebook, y todos los me gusta, comentarios y boludeces...¿Por qué no lo cierro? Es un vicio y no quiero perder contacto con gente con la que hablo solamente por ahí.
Por más que hable de boludeces y todo, como ahora, no puedo dejar de extrañar un minuto a alguien, pero bueno, no estoy mal porque sé que estando así, lejos de mí, puede ser feliz y es lo que más me importa, más que mi felicidad, aunque sé que yo podría hacerlo muy feliz, pero si él cree que así como están las cosas ahora puede ser feliz, yo estoy bien por él. Espero que algún día yo lo pueda hacer sonreír y cumplir con todo lo que prometí.
Ahora que leyó tantos mambos, usted, querida lectora, va a llegar a la conclusión de que la autora de estas palabras está un poco mal de la cabeza y consumió algún tipo de estupefaciente para tener tantos quilombos inexplicables en su interior, pero les juro que es solamente la resaca de un abandono.


@Incredulas - 19/04/14

jueves, 17 de abril de 2014

A la deriva

Últimamente mis días no vienen siendo de los mejores, es más, creo que son los peores días de mi vida. Uno siempre que pregunta sobre la vida de una persona dice: "¿Los amigos? ¿La familia? ¿El novio? ¿El colegio?"; todos tienen la misma respuesta en mi actualidad: para la mierda.
Los amigos para la mierda, porque últimamente no puedo contarles cosas que me están doliendo y no puedo desahogarme con ellos porque sería para quilombo y además últimamente no entienden mi situación.
La familia para la mierda, porque me cagan a pedos todo el día por el colegio. No los culpo, tienen razón.
El novio para la mierda. Ni hablar, no hay. Y si hablamos de amor en general, peor.
El colegio, bue, festejo sacarme un cuatro.
Ayer creo que fue de los peores días de mi vida (si no fue el peor). Tuve todo el día guardado algo que necesitaba decir, y cuando lo dije, la respuesta fue la que yo esperaba, que es lo último que quería escuchar pero era lo que necesitaba para poder abrir los ojos y para poder decirme: "pelotuda, basta".
Todo lo que escribo es para la misma persona siempre, pero con los días me di cuenta que di todo de mí por alguien que no sentía lo mismo, y como alguien me dijo, tenía que demostrar lo que valgo, porque me estoy menospreciando.
Por ahí no hice lo que quería hacer en verdad, pero si no lo hacía, esto se iba a seguir alargando y me iba terminar haciendo peor (igual peor de lo que estoy ahora, es imposible).
Es muy difícil terminar algo que uno quiere mucho y más que nada, renunciar a lo que uno más quiere, pero creo que va a ser por mi propio bien y por el de esa persona.
Igual que haya renunciado a eso no significa que deje de quererlo, es más, cada día lo quiero más y cada vez pienso más en él. No puedo parar un minuto, no me puedo concentrar en otras cosas, no puedo dormir, no puedo ni tocar la guitarra, no puedo hacer nada...
Lo que más quisiera en este momento es volver un mes y medio atrás, pero es imposible, tengo que mirar adelante y seguir, por ahí, uno nunca sabe, el futuro nos vuelve a juntar, pero quiero que si eso pasa se de en ese momento y no pensar desde ahora que tal día va a ser, porque la espera me hace mierda.
Para mí no es un "no" para toda la vida sino un "no ahora". Es más, Dios quiera que en el futuro se pueda repetir, pero bien, no en la situación que pasó, que ya sea libremente, sin tener que pensar en otras personas y que las cosas se den normalmente, como queramos los dos y sin tener que pensar en qué puede provocar ni en otra cosa que no sea nosotros. Mientras tanto hay que vivir, la vida sigue...


@Incredulas - 17/04/14

miércoles, 16 de abril de 2014

Inocencia

Levantándome, veo que todo está bien. 
Ya no hay problemas en mi vida, ya no lloro ni sufro.
La primera vez en mi vida que todo está muy bien. 
No me acordaba lo lindo que era ser completamente feliz
Despacio, miro a mi alrededor y estoy tan sorprendida. 
Todavía no caigo en que es real que algo tan bueno me esté pasando a mí.
Pienso acerca de las cosas pequeñas que hacen grande a la vida. 
Empiezo a alegrarme con detalles que antes pasaba por alto.
No podría cambiar nada de esto. 
No quisiera que cambie nada de esto en absoluto.
Este es el mejor sentimiento. 
Y sólo vos me lo generás.
Esta inocencia es brillante, espero que esto permanezca. 
Tenemos un amor puro y transparente que no quiero que se corrompa nunca.
Este momento es perfecto, por favor no te vayas, te necesito ahora.
A veces me da miedo que te canses de mí y me dejes, porque yo no soy tan perfecta.
Y me aferraré a esto, no dejes que se pase. 
Voy a hacer todo lo posible por que siga así.
Encontré un lugar tan seguro, no es un solo rasgón. 
Con vos me siento totalmente segura y protegida.
La primera vez en mi vida que todo está tan claro. 
No tengo que estar preocupándome por nada externo a nosotros.
Siento calma y que pertenezco, estoy tan feliz aquí. 
Sé que los dos estamos en la misma sintonía y eso me hace feliz.
Esto es tan fuerte que me dejé ser sincera. 
Te abrí mi corazón y te dejé entrar. Cerré la puerta y te elegí.
No podría cambiar nada de esto. 
No quisiera que cambie nada de esto en absoluto.
Este es el mejor sentimiento. 
Y sólo vos me lo generás.
Esto es el estado de la dicha que piensas que estás en un sueño. 
Es todo tan perfecto que por momentos pienso que no puede ser real.
Esto es la felicidad que estás sintiendo por dentro. 
Vos sos mi felicidad.
Esto es tan bonito que hace que quieras llorar... 
Llorar de felicidad.


@Incredulas - 16/04/14

martes, 15 de abril de 2014

Me juego el corazón

¿A mí sola me pasa que el día después de un día excelente es una cagada? Pero una mierda total, eh. Eso que tan feliz me hizo un día, al otro ni aparece y además salen las cosas mal, o yo creo que salió todo mal sólo porque lo que quería no estuvo.
Siempre me pasa y da muchísima bronca, encima eso está por razones que todavía sigo sin entender...Porque alguien sigue sin jugarse por lo que en verdad quiere y porque a otro alguien no le gusta que las cosas sean como tienen que ser.
Entonces digo, ¿por qué alguien se prohíbe hacer lo que en verdad quiere sólo porque a otro no le gusta? ¿Por qué no se pone firme en lo que quiere? Son cosas que la verdad no puedo entender...
No sólo mi día termina siendo una mierda sino que el de esa persona también, aunque le cueste admitirlo.
A esto se suma que no es nada lindo que muchas personas juntas te digan que sos una pelotuda por algo que estás haciendo, que fue una decisión muy difícil de tomar y es algo que te cuesta hacer. ¿Un poquito de apoyo es mucho pedir? Y duele más viniendo de amigos y gente en que uno confía, encima que me digan que estoy haciendo las cosas mal cuando no saben cómo son en verdad las cosas. Si tan sólo pudiera hablar...
Y todo va a lo mismo, ¿por qué no puedo hablar ni siquiera con mis amigos? Porque a esa otra persona no le gusta, porque está totalmente ciego (después la ciega soy yo) y no quiere ver cómo son en realidad las cosas.
Yo voy a seguir aguantando porque es lo que en verdad quiero y porque yo sí me juego por lo que quiero, pero a veces tengo el miedo de que la impaciencia me gane o quizá no es tanto la impaciencia sino la razón (ésta le está ganando a esa personita, en vez de que gane el corazón, como tendría que ser).
Yo estoy haciendo todo para que gane el corazón, porque él sabe en verdad lo que yo quiero. Ni mi cabeza, ni la razón, ni mis amigos ni otra gente: el corazón sabe.
En todo esto pienso cada vez que veo que la impaciencia me está ganando y me dan ganas de mandar todo a la mierda. Pienso en que el corazón quiere tiempo y sigo con lo que estoy haciendo, pero por momentos veo que parece imposible que del otro lado pase lo mismo (que se juegue por lo que quiere) y la impaciencia vuelve a ganar, pero otra vez no la dejo actuar. Y me cuesta, no crean que no.
Ya ni me acuerdo a qué voy con esto, pero bueno, necesitaba desahogarme un poco, porque en este momento pienso: ¡¡No aguanto más!! pero no me queda otra que seguir aguantando para poder ser feliz.
Es aguantar un tiempo ahora, ya va a pasar y va a ser todo como tiene que ser, como quiero que sea y como esa personita quiere que sea...


@Incredulas - 15/04/14

domingo, 13 de abril de 2014

Entrelazados - Capítulo 15

No podía faltarle. Tenía que estar por algún lado. Si lo perdió, cualquier persona podría encontrarlo y leer los más profundos, sinceros y por qué no oscuros secretos de Celeste. Ella no quería eso, necesitaba su intimidad también, le hacía muy bien escribir sus sentimientos. Dio vuelta absolutamente toda su habitación en busca de su diario íntimo pero, como esperaba, no estaba. Empezó a revisar cuarto por cuarto en toda su casa y su diario no estaba. La preocupación de Celeste aumentaba cada vez más. No podía ser posible que lo haya perdido, si ella siempre lo guardaba en el mismo lugar. Urgentemente, llamó a Griselda, la señora que los miércoles y viernes va a limpiar a su casa. Le consultó amablemente si había visto "un libro de peluche azul" por algún lado. Griselda pensó unos instantes y le dijo que no, que no tenía idea, que ella jamás tocaba sus cosas más que para limpiarlas y Celeste sabía que era así. Estaba desesperada, necesitaba encontrarlo, ¡mirá si alguien lo tenía y lo había encontrado! Ahora mismo debería estar mofándose y divirtiéndose con todas las cosas que ella contaba, abriendo su corazón y sus sentimientos. "Qué descuidada soy, lo tenía que esconder mejor. Soy una tarada", pensaba Celeste una y otra vez, hasta que se dio cuenta que los pensamientos negativos no iban a lograr que su amado diario aparezca. Optó por darse una ducha, tranquila y en paz para pensar dónde carajo lo pudo haber dejado.

Cerca de su casa, había alguien leyendo atentamente su diario. Debía leer con suma atención para saber qué aprovechar y tener a su favor con todo lo que estaba leyendo.

Macarena había estado todo el día caminando con Rocío, mirando vidrieras, una vez que Pache se fue. Sentía la necesidad de contarle a su amiga lo que había pasado, pero no quería empeorar las cosas con Pache porque quizá de esto también se enteraba, así que tomó la decisión simple de ir a caminar con la rubia al menos para despejarse. Rocío se la pasó quejándose de absolutamente todo lo que le estaba pasando en su vida, por lo que Maca intentaba calmarla y le decía que en una semana comenzaba la facultad y las cosas iban a cambiar totalmente.
- Sí, pero ese es otro problema...No estoy segura de la carrera que elegí.
- ¿Es joda? Desde que te conozco que querés estudiar medicina, ¿por qué ahora vas a cambiar?
- Porque mirá si es difícil, mirá si no puedo, mirá si no me acostumbro al ritmo de estudio.
- Eu, pará.- Macarena se detuvo y se paró frente a su amiga, mirándola fijo.- No soy al indicada para dar consejos de positivismo y todo eso...- Maca miró para abajo.- De hecho, soy la peor. Pero es la carrera que siempre te apasionó, que las cosas que ahora te están pasando en tu cabeza y en tu corazón no te empiecen a repercutir en todo lo de más. En tu casa las cosas están bien, con tus amigas también, tenés problemas en el amor nada más. No es tan terrible.
Rocío miró a su amiga, le sonrió levemente y la abrazó muy fuerte. Para cambiar de tema y no deprimirse, Rocío siguió caminando y le preguntó a Maca si asistiría al cumpleaños de Bauti. Su amiga le dijo que no sabía, pero Rocío desconocía todo lo que estaba planeando Maca para cagarle la noche a Celeste.

Al salir de la ducha, Celeste, resignada, estaba a punto de irse a dormir, cuando su celular empezó a sonar. Eran las doce de la noche y lo que sonaba era la alarma recordatoria que ella misma había puesto. Con todo esto del diario íntimo se había olvidado por un momento de algo importantísimo: ¡Era el cumpleaños de Bautista! Lo llamó, ansiosa por saludarlo, y siendo algunos minutos pasadas las doce, Bauti la atendió. Notaba algo extraño en su forma de hablar; no parecía tener voz de cumpleaños, parecía más bien la voz que tendría en un funeral, pero no quiso abrumarlo con preguntas ni ser pesada así que se limitó a dejarlo tranquilo. Ya habría tiempo para preguntarle qué le pasaba, esa noche cuando llegara a su casa, al festejo. 

Bautista los había invitado a todos a las ocho de la noche, a todos con excepción, claro, de Pache. Él no era una persona rencorosa, pero esta vez le habían tocado el orgullo. Sentía que no podía permitir que nadie insultase de esa forma a Celeste, "la virga", "¿Qué mierda tenia que meterse con ella? Si ella nunca lo jodió", pensaba Bauti. Para ser sinceros, no tenía ni las más mínimas ganas de festejar su cumpleaños, pero ya no podía cancelarlo. Su abuela había comprado pizzas, y alcohol, y a Bauti le daba mucha lástima decirle que al final, por un pelotudo, no quería hacer nada. Además ya estaban todos invitados y no daba ponerse a cancelar uno por uno, así que simplemente dejó que el día pasara. Se dio una ducha, y continuó leyendo lo que estaba leyendo, como si quisiera afianzar todavía más su mal humor.
Al llegar las ocho, los invitados empezaron a caer en su casa. De a poco, su living se llenó, no sólo de personas, sino también de conflictos. Todos juntos en una misma casa, en un mismo ambiente, sentados en sillones alrededor de una misma mesa ratona, compartiendo una misma pizza...Era obvio que esa no iba a ser precisamente una noche tranquila.

Celeste cuando llegó, amagó a saludar a Bautista con un beso en el contorno de los labios, pero él le corrió la cara automáticamente y pasó a ser un saludo solamente de parte de Celeste. La morocha sabía lo molesto que estaba por hacer su cumpleaños, aunque no sabía por qué ya que aún no se había enterado de la pelea con Pache. De todas formas, Celeste le dio el regalo: una cadenita de plata con el escudo del club donde jugaba Bauti, quien le sonrió falsamente, le agradeció y fue a ponerse la cadenita.

Rocío, por su parte, no se separaba de la botella de champagne de la que ya se había adueñado, y observaba la escena atentamente. De vez en cuando su mirada se cruzaba con la de Lautaro, y esto le generaba escalofríos. La rubia se la pasó sentada en el sillón con un vaso de fernet en la mano observado todas las situaciones, con mala cara y tratando mal a cualquier desconocido que se le acercaba a hablarle. Cuando Malena llegó, se acercó Lautaro a ella y se saludaron con un abrazo que la joven esquivó, ya que nadie podía verla  besando ni a Lautaro ni a Nicolás por el secreto que ocultaba. Iba a ser difícil esa noche, por un instante había querido cancelarlo, pero le parecía divertida la idea de que se le junte el ganado, y más aún, que esté Rocío mirando cómo ella se adueñaba de su ex novio.

Malena tomó de la mano a Lauti y se sentaron en un costado a charlar, donde Male le advirtió a Lauti que no sea goma ni eso, porque a ella le gustaba el plan, pero no le parecía bien que estén tanto públicamente. En realidad, Malena le daba bastante a Lautaro, pero su gran amor era Nicolás y no podía arruinar todo con él. No sabía por qué simplemente le decía a Lautaro que no, más que nada para arruinarle la vida a Rocío.

Nicolás llegó y pasó por al lado de Rocío, quien lo miró esperando un saludo y el morocho la ignoró totalmente, haciendo de cuenta que allí ni siquiera estaba. Rocío levantó las cejas, en señal de sorpresa, sin entender el por qué de la reacción de Nicolás.
Malena observa a Nicolás buscándola y le pide a Lautaro que vaya a buscarle una gaseosa a la cocina ya que no quería emborracharse, entonces aprovechó ese instante para llamar a Nico, hacerle gesto de que la siga y se encerraron en el baño a besarse. Rocío estaba en la cocina, abriendo un vodka que encontró en el living y nadie había observado, cuando de golpe entró Lautaro y, al ser pequeña la cocina, Rocío obstruía el paso, por lo que el muchacho le pidió si le alcanzaba la Seven-up de la heladera.
- Ni en pedo, agarrátela solo.
Lautaro sonríe de costado.
- ¿Ahora sos vos la enojada?.
- No me jodas, Lautaro.
Lautaro se encogió de hombros y comenzó a buscar un vaso en la alacena.
- Qué rápido te olvidaste de mí.- comentó Rocío. Las palabras se escapaban solas de su boca.
- Por lo menos me olvidé de vos cuando ya nos separamos, no mientras estábamos juntos, así que ahora correte y dejarme agarrar una gaseosa para mi novia.- Lautaro corrió sutilmente a Rocío del medio, quien se quedó dura y sin decir una palabra.

Macarena había planeado todo el santo día hacerle una maldad a Celeste, aprovechar todo lo que sabía para hacerla quedar mal adelante de todos, pero después de pensar mucho y hablar con su mamá, optó por ser sincera. Cuando llegó al cumpleaños de Bauti, se acercó a Celeste sin disimulo y le dijo, adelante de los demás.
- ¡Vos sos una conchuda de mierda! ¡Forra!.
Celeste abrió los ojos y tomó a Macarena de los hombros.
- ¡¡Soltame, enferma!!.
- Pará, Maca, ¿qué te pasa?.
- ¡¿Querés que te diga lo que me pasa?!.
Celeste miró al rededor y notó cómo todos las estaban mirando, expectantes de que Macarena diga lo que estaba pasando, pero Celeste les hizo "fuck you" a todos y se dirigieron, a la fuerza ya que Macarena seguía insultándola, al cuarto de Bautista.
- ¿Te podés calmar, Macarena? ¿Qué carajo te pasa?.
- ¡Sos una re mala amiga! ¡Muy garca lo tuyo! ¡Le contaste a Bautista mi secreto con Pache! Confié en vos y en menos de dos horas ya Pachetti se había enterado que yo abrí la boca. Me desilusionaste...una vez más.
Celeste no paraba de pensar y entender todo en su cabeza, cuando por fin le cayó la ficha de todo y dio vuelta las cosas, creyendo que ella tenía razón, reclamándole a Macarena que le devuelva su diario íntimo, que era obvio que se lo robó para vengarse de ella y leer todos sus secretos, ya que sólo ella y Rocío sabían de la existencia de dicho diario. 
- No seas inmadura, Macarena, y devolvémelo.
- ¡Yo no te robé nada!.
Celeste, indignada, se acercó al escritorio de Bautista, donde se sentó y vio, que apoyado al costado del monitor de la computadora, se encontraba su diario boca abajo, en una página donde ella relataba su primera vez con Felipe. Esto, junto con la pelea que había tenido con Pache, justificaba el mal humor de Bautista y lo poco que le había dirigido la palabra en toda la noche...y ahora Celeste entendía todo. Macarena se rió irónicamente.
- ¡Sos una pelotuda y una forra por echarme la culpa! Yo no soy una persona garca, y menos con vos, cuando siempre me hiciste las mil y una. 
Celeste tenía un nudo en la garganta y los ojos llorosos, por lo que quiso agarrar las manos de Macarena entre mil quinientos perdones. Estaba realmente acongojada y arrepentida, pero Macarena estaba demasiado enojada como para querer escucharla así que optó por irse de ese cumpleaños enseguida, de todas formas no tenía nada que hacer ahí, solamente había ido para decirle las cosas a Celeste. Maca saluda a todos como si nada hubiera pasado, incluso a Bautista, y cuando abre la puerta, allí se encuentra parado a Pache, quien la mira fijo, con mucho odio en sus ojos, y la empuja fuertemente con el hombro para entrar muy prepotente a la casa de Bautista. Macarena mira para abajo y se va, muy enojada y triste a la vez por los sucesos que habían ocurrido esa noche. 

Pache se acercó veloz como un rayo a Bautista, y comenzó a putearlo, haciéndole planteos por no haberlo invitado a su fiesta.
- Muy gil lo tuyo, Bauti. Por más que nos peleemos por una pelotudes o por algo groso, yo nunca te dejaría colgado y...
Bautista interrumpe levantando la mano, harto de todo y lleno de quilombos en su cabeza, tuvo un impulso donde, mientras Pache esperaba una respuesta, le pegó una trompada en el medio de la cara que lo dejó knock out en el piso por unos instantes. Nicolás y otro chico de la fiesta junto con Rocío, se acercan a ayudar a Pache a levantarse. Nicolás lo mira mal a Bautista.
- Estás mal de la cabeza.
Pero Nicolás no entendía el por qué de la reacción abrupta de Bautista y, llevando sobre sí a Pache, se va con él y su boca y la nariz sangrando. Malena le dice a Lautaro que se siente mal así que mejor se iba, quien se ofreció a acompañarla, pero Malena dijo que no ya que, sin que él sepa, se iría tras Nicolás.
Cuando Celeste sale de la habitación con su diario íntimo en la mano, se acerca a Bautista y le pega una cachetada que le dio vuelta la cara.
- ¿Querías saber cómo me cogía Felipe, pedazo de pelotudo?.
Y se fue, sin decir más nada y darle tiempo a Bautista a reaccionar.
Era todo un desastre, nada había salido bien, la gente comenzó a irse quejándose del embole y el quilombo que había sido esa fiesta.

Lautaro lo mira a Bauti desde el sillón, sentado y tranquilito, con un vaso de cerveza en la mano y una porción de pizza en la otra.
- Y bueno, amigo, están todos locos...
Bauti lo mira fijo a Lauti.
- ¿Jugamos un partido en la play?.
- Y dale.
Y ambos se sentaron en el sillón a jugar toda la noche, pasándola mejor así y olvidándose por un rato de todos sus problemas.

¿Se reconciliarán Macarena y Celeste?
¿Rocío volverá alguna vez con Lautaro?
¿Es el final de la historia de amor entre Celeste y Bautista?
¿Nicolás se dará cuenta de lo que oculta Malena?


Continuará...

sábado, 12 de abril de 2014

Te lo prometo

Te prometo que el día que esté con vos (que sé que va a ser en un futuro cercano) voy a hacer que seas la persona más feliz del universo, voy hacer todo lo posible, y lo imposible también, para poder hacerlo.
Te prometo que no me voy a mandar las macanas que ya me mandé, que voy a disfrutar cada segundo con vos y que voy a dejar la vida cada segundo que estemos juntos para hacerte feliz.
Te prometo que te voy a querer como nadie nunca te va a querer, que te voy a dar todo de mí y voy a hacer todo lo posible por no mandarme esas otras cagadas que me mandé el tiempo que no estuve con vos.
Te prometo que te voy a dar todo lo que pueda (y, como dije antes, lo que no también) y no sólo en lo material, sino en todo sentido.
Te prometo hacer lo imposible por vos, dejar mi vida por vos, para estar con vos y cuando esté con vos, también.
Te prometo que te voy a enamorar y que voy a hacer que tus miedos tengan terror.
Te prometo que vas a ser feliz, como dije antes, que voy a hacer que seas la persona más feliz del universo, aunque no creo que eso sea posible ya que la persona más feliz del universo voy a ser yo por el sólo hecho de estar con vos.
Más que prometerte todo esto, te lo juro por todo lo que más quiero, y espero que esto sea lo que hace mucho que quiero escribir, lo que te llegue en serio, lo que te noquee y que sea lo que haga que vuelvas y que pueda cumplir todo lo que recién te dije.
Te quiero mucho.


@Incredulas - 12/04/14

jueves, 10 de abril de 2014

Acostumbrados

Esto podría tener el mismo título que el anterior post anterior en el cual hablamos de cómo carajo hace para hacerme sentir lo que provoca... ¿Por qué no? Si en definitiva estoy hablando de la misma persona. Pero bue, es repetitivo y sólo yo lo entiendo. No era mi intención escribir tanto sobre él...
Además del "¿cómo hace?", una amiga me hizo plantarme otra duda el otro día. Mencionó la palabra "costumbre" y me pregunté si a mí este muchacho me provocará tantas cosas porque yo me acostumbré a que así sea y en realidad en algún momento se va a terminar porque el placer va a culminar, que será definitivamente cuando pueda sacarme tantas ganas acumuladas de pertenecerle.
"Siempre la costumbre va a matar al placer"; no creo que esta frase sea siempre así si uno no quiere que sea...
La cosa es así, ¿por qué una persona renuncia a lo que en verdad quiere por una puta costumbre? Encima a la larga va a ser peor para esa persona, porque se está quedando con lo que no creo que en verdad quiera, sino no hubiera cambiado, supongamos que por veinte días...Si aguantó tan bien esa cantidad de días, ¿por qué no puede seguir? Yo creo que acá el problema es mentirse a uno mismo, que es lo peor que una persona se puede hacer, porque cree que quiere lo que en verdad no quiere.
"No es fácil" es la respuesta más normal y habitual a no poder jugarse por "culpa" de una costumbre. Ponele, ahora está muy de moda que los chicos que tienen novia también tengan a otra chica atrás para poder tener relaciones cuando se presenta y terminan re enganchándose de la pibita, a la que le prometen que un día van a dejar a su novia por ella y no lo hacen por la costumbre. 
Yo no digo que sea fácil porque, ¿qué sentido tendría si fuera fácil?Yo creo que no tendría sentido...
Y, en mi opinión, es lo más importante jugarse por lo que uno en verdad quiere, porque a la larga te termina haciendo mierda si no lo hacés, y te terminás arrepintiendo. Si ya desde ahora se está sufriendo no me imagino días, meses o años viviendo en lo que yo llamaría una mentira...
No intento convencer de nada pero creo que son cosas a tener en cuenta a la hora de pensar para tomar una decisión.

martes, 8 de abril de 2014

¿Cómo hace?

¿Cómo hace una persona para que con una palabra pueda cambiar mi estado de ánimo y de la forma que lo hace? Y no es la palabra que usa sino la persona... ¿Cómo hace? La verdad que no entiendo.
A veces voy de una forma a hacer algo, con todas las estrategias en la cabeza y sólo con ver a esa persona ya me cambia todo sin haber dicho nada, y cuando lo dice me cambia el triple aún. Por suerte fue para bien. Siempre es para bien. De estar mal, con una sola palabra (y una conversación ni hablar) pude estar muy bien, pero, ¿cómo hace?
Igual no es todo diez puntos, porque aunque se pueda estar bien, hay cada vez más dudas, y esto sólo me lleva a una pregunta: "¿En qué lugar habrá consuelo para mi locura?". Necesito una respuesta urgente porque cuando creo que la tengo y que estoy bien, en mi cabeza vuelve las voces y esta "locura".
Ojo, no significa que estas dudas hagan que esté mal, pero tampoco que esté en mi mejor momento, pero bueno, mejor que ayer...
Pero no tengo respuesta a la pregunta anterior ni a "¿cómo hace?"
Sin decir nada ya me cambia todo en mi cabeza, ¿cuándo va a dejar de pasar esto? Igual hay momentos en los que no sé si en verdad quiero una respuesta o me gustaría seguir así, por lo menos "la tengo", por así decirlo.
¿Se puede querer tanto a una persona? Y va la misma pregunta... ¿cómo hace para que lo quiera tanto? No sé cómo hace, ni tampoco sé si quiero saberlo pero lo hace y le sale muy bien...
El título se imaginarán por qué es... La duda existencial de mi vida actual.

domingo, 6 de abril de 2014

Entrelazados - Capítulo 14

Malena seguía anonadada. Sentía que a pesar de que su cuerpo estuviera en la tierra, su alma se encontraba en las nubes. Hacía dos horas que Nicolás se había despedido, pero ella no paraba de dar saltitos y giros que interrumpían su caminar, como si estuviera representando un número de ballet en su propia casa.
Sus papás la miraban de reojo cada vez que pasaba para la cocina, no podían creer que esa sonrisa esté en la cara de su hija, quien la mayoría del tiempo hasta ahora se encontraba de un humor terrible.
Cuando encaminó hacia su habitación se dio cuenta que la estaban mirando, pero fingió no darse cuenta, no tenía tiempo para explicarles todo lo que había pasado ni por qué a partir de ahora Nicolás asistiría con mucha más frecuencia a su casa. Por el momento, las ganas de contarles la gran noticia a sus amigas se le rebalsaban del cuerpo. Sabía que no podía hacer esto, no podía traicionar la confianza de su novio desde los comienzos de su relación, por más ganas que tuviese de escribirlo en una bandera y hacerla flamear por toda la ciudad. 
Cuando Nicolás se fue, Malena decidió tomarse una siesta que fue interrumpida luego de tres largas horas por su novio.
"Hola, linda. ¿Cómo dormiste?", mensaje de Nicolás que aceleró su ritmo cardíaco. En la habitación sonaba "Yo no tengo un instante, hueco de vos" y Malena sintió que no podía ser más justo y oportuno. 
"Bien, ¡porque soñé con vos! ¿Y vos, gordo?".
"Perfecto, me cambio para ir a jugar pensando en mi novia...jaja contame, ¿qué soñaste?"
"Soñé que estábamos en el Rosedal de Palermo, caminando de la mano, y que de repente se largaba a llover entonces íbamos refugiándonos en los techitos de los negocios pero nos mojábamos igual y terminábamos a los besos abajo de la lluvia".
En realidad, Male no había soñado nada, pero le pareció divertido inventar una historia tierna que engomara aún más la conversación. Generalmente, los primeros días de noviazgo son excesivamente tiernos, y esta no sería la excepción. Además, Male era bastante fabulera.

Macarena, aún totalmente sorprendida por lo que sucedió con Pache, no podía creer cómo tan rápido sucedían las cosas. Tenía que ponerse a investigar cómo carajo se enteró de todo, pero no debía ser obvia. Llamó a Celeste reiteradas veces pero su celular estaba apagado. Llamó a Rocío, quien la atendió y le dijo: "ahora no puedo" y le cortó. Pache estaba todo transpirado cuando fue a su casa ya que volvía de jugar a la pelota supuestamente, y decidió putearla de arriba abajo para luego irse como si nada. La dejó a Maca en una mezcla de dolor, odio y bronca. Dolor porque todavía Pache la quería ocultar de sus amigos. Odio porque era evidente que Celeste había abierto la boca en menos de un día. Y bronca porque Pache no la podía tratar así, no era justo. Le había dicho las peores bajezas, la trató de zorra, de atorranta, le dijo que era una hueca, una mala persona, que no confiaba más en ella. Ahora Macarena, nuevamente, quedaba completamente sola. Comenzó a pensar y replantearse qué había sucedido y cómo se había enterado, llegando por fin a la conclusión correcta.

Cuando se acercaban las siete de la tarde y Bautista seguía en su casa con Celes, todavía no se había percatado de que tenía que estar en veinte minutos en Avenida Boedo donde se encontraría con sus amigos para jugar un partido. Sólo era un amistoso (los partidos de campeonato se jugaban los sábados) y quizás por eso Bauti no le estaba dando importancia, hasta que su celular comenzó a sonar insistentemente. Era Nicolás.
- Hola, boludo, escuchame, ¿ya estás viniendo? Necesito que me hagas un favor enorme.
- Em, estaba en eso...Decime, ¿qué necesitas?.
- ¿No tenes unos botines de más? No pude pasar por casa.
- Sí, sí, yo te llevo, no te preocupes. ¿De dónde venís?.
Pasaron algunos segundos hasta que Nico contestó.
- De lo de mi tía. Te dejo que me quedo sin crédito, y apurate, boludo, que ya tendrías que haber salido.
Al cortar el teléfono, Bauti se volteó y miró a Celeste, quien le estaba haciendo pucherito.
- ¿Te tenés que ir?.
- Me tendría que haber ido hace veinte minutos, pero quería estar más tiempo con vos...
Celes se paró y comenzó a agarrar sus cosas.
- No sabía que tenías partido hoy, bobo, me hubieses dicho. Dale, ¡vamos! Nos podemos ir por el mismo camino, me deja a mí en mi casa también, de pasada.
- Es un partido amistoso, ¡que esperen! Yo siempre llego puntual, porque me atracé un poquito una vez, no me pueden decir nada.- Se acercó a ella y la besó, tomándola por la cintura. Los besos se tornaron cada vez mas apasionados, y lo que empezó siendo un beso inocente y corto, poco a poco fue pasando a otro nivel. Él quiso tocarla pero ella lo detuvo.
- No, Bauti, pará. Me parece que te estás confundiendo.- Bauti se apresuró a sacar la mano y se ruborizó completamente.
- Tenés razón, perdoname. Es verdad, es que sos muy hermosa y me gustás muchísimo, no puedo evitar morirme de ganas de hacerte mía. Perdón.
Ahora Celeste era la ruborizada. Lo miró a los ojos unos segundos, no sabía lo que estaba sientiendo pero le daba un poco de vergüenza, y como no supo qué responder le dio un abrazo, un besito y agarró su cartera nuevamente.
- Dale, ¡vamos que ya es re tarde!.

En el club se encontraban todos los jóvenes del equipo contrario y, de los pibes, estaba Pache totalmente irritado, Nicolás bastante sonriente pero también demostraba un poco de enojo por la tardanza de su amigo, Alejandro "el gordo", quien siempre iba al arco, ya se estaba poniendo la camiseta adecuada para suplantar a Bautista. Martín, el cejón, quien siempre está presente en los partidos y nunca falla por ser un muy buen número cinco, también estaba un tanto malhumorado. En medio de palabras que iban y venían en contra de Bautista, ingresa por la puerta trasera del club, Lautaro. Nicolás miró para abajo cuando él se acercó con su mano derecha para saludarlo cordialmente. No sabía cómo reaccionar, si devolver el saludo por respeto o decirle qué mierda flasheaba en saludarlo así. Optó por mantener la calma y no hablar nada ese partido, quería disfrutarlo.

Una vez en el club, y después de recibir unas cuantas puteadas de parte de sus amigos, Bauti se incorporó en el partido pero Pache, quien había pagado la cancha de ante-mano, no se encontraba muy feliz.
- ¡Dale, pelotudo! ¡¿No ves que hace media hora que tendríamos que haber empezado?!.
- Calmate, gil, hubieran empezado sin mí. Yo siempre llego puntual.
- Y si vos tenías los botines para Nicolás, no íbamos a empezar sin él. ¿Qué te pasó? ¿Te quedaste tejiendo con la virga de Celeste?.
Todos lanzaron una carcajada y Bautista perdió la cordura. Pateó la pelota fuera de la cancha y se acercó violentamente hacia su amigo. Nicolás y el gordo Ale lo agarraron de los brazos y mientras lo tiraban para atrás, gritó:
- ¡Andá a cogerte a la gorda Maca, enfermo!.
Silencio total. Hasta los del otro equipo, que ni conocían, se quedaron observando la secuencia en silencio. Nicolás dio media vuelta y miró fijo a Pache.
- ¿Y eso?.
Pache le dedicó una mirada fulminante a Bautista. Tomó su mochila sin quitarle la vista de encima y miró a todos.
- Váyanse todos a la concha de su madre.
Sin pensarlo, Pache ya sabía a donde debía ir.

Las conclusiones en la mente de Macarena eran totalmente ciertas. Sabía cómo había sido la cadena. ¡No puede ser que su hermana desde que son dos niñas la haya mandado al frente así! ¿No se entiende el concepto de "no digas nada"? Maca tenía muchísimos códigos en ese sentido, y la irritaba el hecho de que los demás no lo respeten. Optó por ir a bañarse, tranquila, comer algo y dormir, para, por fin al otro día, encarar a quien creía su amiga. Mientras se bañaba se le ocurrió una idea brillante, que ya no podía esperar un segundo. "A mí no me van cagar, no de nuevo, no vos otra vez" pensaba Macarena sin parar. Se cambió rápidamente y salió de su casa veloz como un rayo.

Rocío estuvo toda la tarde en el parque, hasta la noche, con la cabeza dándole vueltas a mil y ahora totalmente irritada por la partida repentina de Nicolás. Re poco hombre, la había dejado allí sola, triste y llorando, por irse a uno vaya a saber dónde. Después comprendió que no eran ni amigos y se intentó auto convencer de que Nicolás no la iba a poder ayudar con esos mambos internos que tenía ni aunque quisiera. Decidió ir a su casa, llamar a sus amigas y organizar algo para la noche, pero apenas llegó se dio cuenta que no tenía ánimos en lo más mínimo y sólo se dedicó a agarrar su guitarra y ponerse a componer...

Celeste, como hacía cada día que estaba finalizando, se sentaba en su escritorio y escribía absolutamente cada detalle de su día en un cuaderno bastante grande, forrando con peluche azul y con un mensaje en la tapa que decía "Love, live, laugh". Tomaba una pluma que siempre tenía a mano para escribir en su libro que cumplía la función de diario íntimo. Comenzaba a detallar todo su día, como hacía desde ya cinco largos años. Tiene relatado absolutamente todo: cuando vio a Felipe por primera vez, cuando se besaron por primera vez, cuando tuvieron su primera pelea, cuando le propuso de ser novios, cuando conoció a su familia, cuando cumplieron el primer mes, cuando hicieron el amor por primera vez (cada relación sexual estaba total y plenamente detallada), cuando se fueron de vacaciones juntos, cuando se fue a Estados Unidos...No le gustaba leer esas partes del libro pues sino se sumergía en un constante mar de llanto del que no iba a poder salir. Otra vez no quería estar deprimida, no se lo merecía. Estaba iniciando algo lindo con Bautista, algo que quizá hoy se subió un poco de tono pero no fue por culpa de ella, es más, para no traicionar a Felipe, no quiso que Bauti la toque, eso ya es un tema mucho mayor al que no quería meterse por ahora. Comenzó a escribir todo su día, cómo la pasó tan bien en lo de Bauti, lo que le contó Macarena sobre Pache y cómo se le escapó delante de Bauti, todo lo que él le hacía sentir, cómo se apoyaban sus manos sobre ella, y mil cosas más. Celeste se sentó en su escritorio dispuesta a describir todo este nuevo día que había transcurrido. Pero notó un leve inconveniente que la preocupó notablemente e hizo que de vuelta absolutamente toda su casa de manera desesperada: el diario no estaba.

¿Qué pasó con el diario de Celeste?
¿Qué va a hacer Macarena al respecto?
¿En qué quedará su relación con Pache?
¿Qué pasará con los pibes?


Continuará...