jueves, 30 de enero de 2014

Neo-careta

Debo confesar que estoy menos reflexiva, o quizás no, no lo estoy, pero muchas de las conclusiones a las que llego prefiero guardarlas para mí porque la información es mucha, el tiempo es oro y las redes sociales son contaminantes.
"Amame cuando menos me lo merezco que es cuando más lo necesito", esta frase llegó a mí a través de Tiempos Compulsivos, serie televisiva que ofrece unas máximas de vida para tener en cuenta. Y esta es una de ellas. No sé de dónde fue que salió el impulso de escribirla y pegarla justo al lado de la silla del escritorio, punto estratégico de mi habitación. Tuve la necesidad imperiosa de hacerlo. De hecho, cuando la mencionaron en la serie, apreté el botón de pausa, fui corriendo desesperadamente a la pieza a buscar una lapicera y un papel, escribí prudentemente, corté los pedazos de cinta con una eficacia y un tiempo récord que me sorprendió y, después de consumado el acto, me quedé admirando mi instante creativo con una ceja de sospecha levantada. "¿Qué carajo acabo de hacer?", me pregunté. Pero al instante lo entendí... Es un recordatorio que hice para bajar un cambio. Ejercitar la paciencia. Entender que a mayor berrinche, mayor vulnerabilidad y fragilidad en bruto
Es tan simple mandar al carajo a alguien, pero no me gusta el facilismo aplicado a las relaciones humanas. 
"Relax, take it easy and listen carefully. Try to understand". Relajate, tomátelo con calma y escuchá atentamente. Tratá de entender.
Aplaudo a la polifonía, a la diversidad y a las diferencias porque si ellas no existieran ya me verías caminando por ahí vestido con cartones corrugados y hojas de papel de afiche.

miércoles, 29 de enero de 2014

Se acabó

Fue rarísima la despedida. 
No sé, es el día de hoy que todavía me resisto a creer que el beso que te di era el último que te iba a dar hasta vaya uno a saber cuándo... 
El sentimiento de amor que me generaste fue tan inmediato, tan efectivo, que te saludé por última vez aquella tarde tan triste pensando lo mismo que pienso siempre cada vez que te saludo: "bueno, si no lo veo mañana, lo veo el finde que viene", pero después comprendí que no, que esta vez no. 
Fuiste uno de los grandes descubrimientos del año pasado.
Me hiciste caer en la cuenta de que soy sólo un punto, un minúsculo puntito en este enorme Universo, y que no estoy sola, que yo vivo con otros y gracias a los otros también vivo yo. 
Creo que muy pocas veces escuché la expresión "¿me entendés?" de una manera tan tierna, cosa de querer darle replay para sentir ese mini escalofrío de ternura y las consecuentes ganas de querer abrazarte. 
Sos el ejemplo de la fortaleza propiamente dicha, esa que ahora debe estar latiendo en tu antebrazo más que nunca y que ahora tiene que ser tu compañera más fiel. 
Dejame decirte que estoy un poquito enojada con vos...Me hubiese gustado que lloraras antes para haberte abrazado un par de veces más, pero las cosas se dieron así e igualmente las sonrisas y las carcajadas que me sacaste valen mucho más que cualquier cosa. 


@Incredulas - 29/01/14

domingo, 26 de enero de 2014

Entrelazados - Capítulo 4


Los hechos y personajes de la siguiente texto-novela no son reales, pertenecen a una historia de ficción. Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia.

A Nicolás no le gustaba para nada que le estén encima, que lo quieran controlar o que le pregunten cada dos segundos dónde estaba. La gente absorvente lo hartaba en absoluto y todo lo que él odiaba, es lo que Malena era. 
Tenía una belleza física descomunal: su cuerpo que parecía esculpido a mano, una cara ovalada que presentaba unos labios hermosamente delineados y unos dientes impecables que dejaban notar una sonrisa ideal, una nariz pequeña similar a un "porotito", como le decía Nico, y unos ojos marrones tirando a verdosos que siempre tenía delineador negro en la parte superior. Su cabello castaño claro con ondas caía de forma casi pacífica sobre su espalda tan bien marcada y delineada. Físicamente, te enamoraba por completo. Y eso fue lo primero que lo atrajo a él, además de saber que comparten pasión por el mismo club barrial ya que ella jugaba al voley en la cancha posterior a la que Nico entrenaba: era imposible no pensar que Malena era hermosa.
Le costó mucho chamuyarla, casi un año enero, hasta que consiguió engancharla y consiguió aquel "" que le dio el permiso para entrar en el corazón de Malena, que enseguida dio un vuelco y se mostró completamente distinta a la persona que Nicolás había conocido. 
Ya no era un angelito dulce y tierno, femenina y escultural, sino que ahora era obsesiva, perseguida y extremadamente celosa sin motivos aún, ya que ellos no eran nada más que unos salientes que se veían de vez en cuando para tener relaciones sexuales. Malena había aceptado eso, pero se confundió notablemente y no lo deja en paz al joven ni un segundo.
Nicolás decidió, en más de una oportunidad, cortar todo, de hecho lo hizo para no seguir lastimándola o confundiendo más las cosas, pero Malena seguía insistiendo y, para no estar solo, sigue aceptando esto.
No sabe cómo llegó ella al Álamo, posiblemente haya revisado todos los tweets de Pachetti y se dio cuenta que iban a terminar ahí. Ahora no le queda otra que aguantarla un rato, conformarla, sacarle las ganas y seguir en la suya. Además, estaba Rocío, y a él le atraía mucho más la rubia que la morocha.
Cuando se separa luego de aquel beso apasionado que Malena inició, Nicolás le sonrió y le dijo que se iba a acercar con sus amigos que estaban hablando con otras chicas, amigas de ellos. Malena refunfuñó pero no podía hacer nada al respecto, así que aceptó.
Nicolás caminó hacia donde están los demás y notó la ausencia de Rocío, la buscó por todo el bar con la vista y por fin la logró visualizar cerca de la barra, tomando un Gancia. Nicolás se le sentó al lado, en una banqueta alta como la de ella. Sin mirarlo, ella sacó el tema.
- No sabía que tuvieras novia.
Nicolás puso una sonrisa pícara.
- No es mi novia. Es...- revolea los ojos.
Los dos hablaron al mismo tiempo y dijeron lo mismo.
- Complicado.
Se hizo un silencio incómodo que Nico logró romper.
- Podía ser una chica cualquiera igual, ¿cómo te avivaste que era algo más que eso?.
Rocío le dio un sorvo a su trago.
- Soy mujer.
Nicolás sonrió.
- ¿Te peleaste mucho con Lautaro?.
- Más o menos. No le gustó la idea de que estén acá, pero no es mi culpa. Le corté el teléfono y que se mate.- la rubia se puso de pie, se acomodó el cabello y su cartera, se dio media vuelta y se fue. Nicolás la vio alejarse en dirección a la mesa donde estaban antes y le resultó imposible no morderse los labios mirando la figura de Rocío.

En aquella mesa de bar, Celeste, Bautista, Macarena y Pache seguían charlando, aunque en realidad ya a simple vista se notaba cómo las conversaciones estaban divididas entre la de Celeste y Bautista, y la de Macarena y Pache, aunque esta última era más bien un monólogo constante de Pache, súper goma, queriendo a toda costa irse con ella a "un lugar más cómodo" a hablar. Era obvio que la quería llevar a un telo y Maca, horrorizada, ya no sabía qué más decirle para que la deje en paz. Era de esos que cuando se emborrachan se ponen muy densos y desubicados, y Macarena detestaba eso con todo su corazón. Ella quería un príncipe educado y dulce, que le pregunte sobre sus gustos musicales, o sobre qué le gustaba leer, más o menos como el que tenía en frente: Bauti. Sólo que este ni la registraba, estaba totalmente compenetrado en una charla divertídisima con Celeste, donde se mezclaban preguntas, respuestas, coqueteos, risitas y gestos con las cejas. Celeste se estaba sintiendo muy halagada, hacía mucho que un chico no la hacía reír de esa forma, y muchísimo más tiempo había pasado desde el último chico que le besó la mano. Sí, eso hizo Bauti, después de decirle lo lindos que eran sus ojos y lo rico que le parecía su perfume. 

Bauti tenía todo el aspecto de ganador: la sonrisita compradora como Nico y las palabras justas en el momento correcto, pero en realidad era mucho más que eso. Más allá de lo superficial, Bauti era un chico súper maduro y atento, no entendía a sus amigos cuando hablaban de las minas como si fueran trofeos, porque para él, una mujer era lo mas maravilloso del mundo. Era un caballero con todas las letras, y esto lo hacía ser diferente al resto y muy especial, algo que Celeste no pudo pasar por alto, y que ahora la tenía tan obnubilada hablándole...Pero no podía permitírselo, por respeto a su gran amor, Felipe.

Macarena no daba más de los celos, pensaba en hacer desaparecer a Celeste de esa mesa y a su vez se culpaba por estos pensamientos. Por eso, al no hacer nada al respecto y no ser mala amiga, se sintió muy feliz cuando Rocío se acercó a la mesa y les dijo a las chicas si por favor se podían ir. Automáticamente, Macarena se puso de pie, empujando a Pache a un costado y acercándose a lo diva para saludar a Bauti, quien hizo caso omiso a su saludo y estaba concentrado en que Celeste le pase su celular. Ella lo hizo, le dedicó una sonrisa y se alejaron las tres amigas.
- ¿Y el carilindo?.- preguntó Maca. Siempre tan oportunas sus preguntas.
- Qué se yo, Macarena.- Rocío estaba histérica, y todavía no entendía si era por la pelea telefónica con Lautaro o por el beso tan lindo que vio darse Nicolás con "esa".

Maca no aguantaba más, tenía una contradicción enorme adentro suyo, una mezcla de celos, envidia, y mucha culpa por estar sintiendo estas cosas. Porque aunque hayan pensado que no, ella había escuchado perfectamente el momento en el que Bautista le pedía su número a Celeste y ella, entre risitas tontas y miraditas, se lo pasaba. 
Apenas llegó a su casa lo primero que hizo fue acostarse boca abajo y tapar su cabeza con la almohada. Quería gritar pero no tenía que despertar a nadie. Necesitaba con todo su ser descargar eso que sentía tan dentro suyo, así que aprovechando la ocasión, se dirigió al baño, se puso de rodillas mientras simultáneamente armaba un rodete con su pelo (ya sabía de memoria lo que tenía que hacer), y mientras estiraba su mano para alcanzar algún cepillo de dientes, las arcadas empezaron a venir solas, no fue necesario que las ayude, así que dejo de buscar el cepillo, y sólo se abrazó al inodoro, allí, desparramada, haciendo que todo lo que llevaba en su interior, saliera. El olor era una mezcla ente alcohol, empanadas de la cena, rencores, resentimientos, enojos, dolores y tristezas. 
Lo único que recorría la mente de Macarena en ese momento, era lo gorda y fea que se sentía, y lo estúpida que fue al imaginar que un chico tan hermoso como Bautista iba a fijarse en ella, teniendo a semejante belleza como Celeste al lado.
"Estúpida, estúpida, estúpida, fea, gorda, estúpida, nadie va a quererte nunca, aceptalo, estúpida"...Eso era lo que se repetía una y otra vez a sí misma, mientras terminaba de enjuagarse la boca, las manos y la cara. Se dispuso a dormir, después de todo, eso siempre la ayudaba a tranquilizarse, y después de media hora dando vueltas en la cama, lo consiguió. En sus sueños ella era feliz, tenía un novio y usaba tops cortos al igual que sus amigas, porque era delgada. Delgada y feliz.

Celeste esperó ansiosa que Bauti le hable apenas se habían ido del Álamo, pero ya era un domingo a las seis de la tarde y él todavía no había presentado rastros de vida. Lo peor de todo es que lo vió en línea en WhatsApp pero claramente con ella no estaba hablando. No tenía ningún tipo de interés en levantarse a Bautista, para nada, pero pensó que podían ser grandes amigos ya que era muy divertido y halagador. La morocha abrió la foto de Bauti, que estaba él solo en cuero en la playa y se lo quedó observando largos minutos. Volvió a cerrar el WhatsApp y tiró el celular arriba de la cama, mientras miraba el techo. Después de cinco segundos, volvió a agarrarlo y fijarse nuevamente la conexión de él. En línea. "Hijo de puta", pensó, "¿con quién carajo estará hablando?".

Tirado en su cama, recién despierto tras una noche muy divertida, Bautista miraba a cada rato la conexión de Celeste. No se animaba a hablarle, sabía que era él el que tenía que hacerlo, pero igualmente le daba vergüenza. ¿Y si se había olvidado de quién era? ¿Y si nada más le habló copada porque estaba borracha? ¿Y si pensaba que era patético por todas las cosas cursis que le dijo? No podía evitar revisar su conexión a cada rato y siempre que estaba por escribir algo, automáticamente se arrepentía y dejaba el teléfono a un lado.

Celeste estaba por quedar dormida, hasta que el ruido de la puerta de su casa la sobresaltó. Se ve que sus padres habían vuelto de almorzar en lo de su abuela. Tomó el celular por enésima vez y se dispuso a ser ella quien le hable a Bauti. Cuando ve que él está en línea, respira hondo y piensa qué ponerle. Entre que decide estó, ve que debajo del nombre del contacto figura un: "escribiendo..." y Celeste abrió los ojos, cerró enseguida el WhatsApp y se tapó la cara con una almohada. Escuchó el sonido de que le había llegado un mensaje nuevo y empezó a gritar y tirarse por el piso haciendo vueltas carnero, muy contenta. Hizo tanto ruido que su mamá entró en la pieza a saludarla y ver si todo estaba en orden. Claro, obvio que lo estaba...¡Le acababa de hablar! Esto se lo tenía que guardar y mostrarle a las chicas...No, mejor a las chicas no. Uh, las chicas. Era todo un tema. No por Rocío que estaba en la suya sino porque notó un ligero acercamiento especial de Macarena hacia Bautista, que él ignoró completamente. Bueno, de todas formas no tenía nada de malo que ellos se hablen, si Celeste no pretendía nada de Bautista. La conversación comenzó a fluir, hablaron de la noche, de sus estudios, del colegio, chusmearon acerca de la discusión de Rocío con su novio, y la verdad, Celeste se entretuvo muchísimo con esto. Tenía que mostrarle a sus amigas la conversación. Ella la manejaba correctamente sin responder a las indirectas sutiles de Bautista. Envió distintas copias de la conversación al grupo que tenía con Rocío y Macarena esperando una respuesta...Una que nunca iba a llegar porque en el momento que lo leyó, Macarena agarró la gillette de su padre, le sacó la navaja y comenzó a cortar sus muñecas en un gesto de placer para calmar sus dolores internos, para que los externos sean más fuertes que aquellos tanto la atormentaban por dentro y le acababan de generar una bajada de presión impresionante, que terminó con Macarena, sola en su casa, desmayada e inmersa en un charco de sangre del que no podía salir porque ya estaba metida en otro mundo.

¿Está Macarena viva?
¿Alguien irá a su auxilio en los próximos momentos?
¿Por qué Celeste les mostró la conversación si sabía que iba a lastimar a Macarena?
¿Se amigarán Rocío y Lautaro?
¿Nicolás va a cortar todo con Malena de una vez?


Continuará...

viernes, 24 de enero de 2014

No lo busques, sólo llega

Siempre tuve miedo a querer a alguien (pánico, temor) porque siempre la otra persona no sentía lo mismo, no me quería, jugaba con mis sentimientos y se reía. Por un momento, pensé en bajar los brazos y no luchar más, pensé en dejar todo atrás y no moverme más por nadie, porque pensaba que nadie valía la pena para mí, o por lo menos las personas que elegía yo: toda gente arrogante, egoísta, y muy subida a la nube, como bien pensamos que elegimos todas...Pero el tema es que buscamos mal, ese es el problema clave. Primero que nada: no lo busques, sólo llega. Y recién cuando logra llegar, ahí es cuando tenes que saber si elegir o tirar. 
Conocer, experimentar, entender y lograr apreciar lo que la otra persona es y según cómo te trate es cómo te sientas, cómo veas que se empieza a mover por vos...Ahí es cuando te das cuenta que dejaste fluir eso que tanto querés: alguien que te acompañe. Por eso repito: no lo busques, sólo llega
Aparece parado frente a vos de la nada y decís: "la puta madre, ¿es real?"...¡Y sí, compañera, es real!. 
Logró encontrar el camino correcto en el laberinto y llegar a vos para poder cambiarte por completo, porque es así, te cambia, aunque vos no quieras, pero si una persona es buena, te va a cambiar para bien, si te cambia para mal no sirve. Te cambia para mejor y te juro que te sentís nueva, te sentís muy bien.
Cuando antes no podías demostrar sentimientos por miedo, con esta persona podés estar las veinticuatro horas del día diciéndole lo mucho que lo querés o lo feliz que te hace. Porque ya no te da vergüenza ni miedo lo que dirá la otra persona, porque sabés que te va a decir algo hermoso como respuesta. 
Te juro que cuando te dice algo tipo "linda, bonita, hermosa, me hacés muy bien, tenés lo que una persona pide", se te llenan los ojos de emoción, se te forma una sonrisa de oreja a oreja, es lo más hermoso que te pasó y no podés creer que sea tan real, pensás que es un sueño, pero no, esa persona esta con vos, ahí, con vos...
Pellizcate, mordete, pero no es un sueño, lo tenés en carne y huesos en frente tuyo, con unas terribles ganas de abrazarte y llenarte de besos y risas. Porque no la pasás tan bien con alguien como con esa persona que logró desenvolverte como nadie, que tiene la delicadeza justa para vos, para lo que querés.
Tiene las palabras justas para cada momento, sabe hacerte feliz como nadie, sabe valorarte y sabe hacerte sacar una sonrisa, porque le gusta tu sonrisa. 
Elogia todo tu aspecto, para esa persona sos la mujer más perfecta del universo y no hay manera de que piense lo contrario. 
Lograste conmover a esa persona, lograste robarte el corazón, no tengas más miedo, como ya te dije: no lo busques, sólo llega.


@Incredulas - 24/01/14

miércoles, 22 de enero de 2014

Siempre extrañamos

Simplemente pasó. Me encariñé, me aferré a alguien, y acá esta lo que suele pasar en la mayoría de los casos sumamente calificados: extrañar.
Sí, ese es mi tema de hoy, gente. 
Extrañar a alguien, ¿qué es? Bueno, diría que es ese espacio insignificante que tenés porque te falta alguien, te falta algo, te falta un abrazo o un beso, o simplemente una pequeña mirada acompañada con una sonrisa. Qué increíble que es esa sonrisa, por favor, es increíble todo lo que me provoca que sonrías, lo que me provoca que te me quedes mirando fijamente y poder ver todo lo que te pasa por dentro. O simplemente que me beses, esos besos protectores que me das, ya sea en el hombro, en la frente, o esos que tantas cosquillas me da que son en la panza. 
Cada vez que estoy con vos es como estar en una película romántica, cosas que nunca pensé hacer, cosas que siento que los demás ven y dicen "qué felices se los ve". 
Te extraño, simplemente, y no veo la hora de que vuelvas. Antes no me pasaba esto, antes si estaba una semana sin verte era algo normal, ahora ya empiezo a necesitar, empiezo a necesitarte y a querer estar siempre al lado tuyo de cualquier manera, aunque sea cinco minutos de felicidad con tan sólo verte.
Supongo que el regreso va a ser bueno, supongo que va a ser mejor de lo que estoy pensando y no veo la hora de poder abrazarte otra vez y escuchar las cantidades de cosas que vas a tener para contarme, cosa que me encanta...Me encanta escucharte, me interesa.
Me importás y por eso te extraño, por eso estoy esperando que vuelvas, que nos veamos otra vez, de decirte lo mucho que te quiero, de decirte lo mucho que te extrañé y de lo mucho que te voy a cuidar. 
Podría decir gracias por todo lo que haces por mí y por todo el cariño que me brindás, por la confianza y por lo hermoso que tenemos juntos.
No me alcanzaría el tiempo para todo lo que tengo que decirte, porque sé que demostrarlo es mucho mejor y más sincero. Ya quiero que vuelvas, para dejar de extrañarte un poco aunque sea, para poder abrazarte, congelar el momento y quedar así para siempre y por el resto de mi vida con vos.


@Incredulas - 22/01/14

martes, 21 de enero de 2014

De cómo una roca conoció el amor

Mirá qué escurridizos pueden ser los recuerdos a veces que cuanto más son, más rápido se esconden. Tengo varios álbumes de fotos en donde siempre aparece el mismo chico en diferentes maneras. El mismo chico. Mi chico.
Todos los días de mi vida me creo incapaz de amar completamente. Mirá qué miedosa seré que elijo amar por cuotas, por temporadas, por medidas de longitud o por estaciones del año...Pero sin haberme dado cuenta, veo que a él lo amo constantemente, sin interrupciones.
Lo amo mientras estudio. 
Lo amo mientras juego con mis hermanos.
Lo amo mientras escribo esto.
Lo amo mientras miro por la ventana de mi pieza, fumando un cigarrillo y pensando "¿qué va a ser de mí?".
Lo amo mientras lloro.
Lo amo mientras espero el bondi.
Lo amo mientras miro la tele.
Lo amo mientras hablo con gente que no me interesa.
Lo amo mientras me indigno por las calamidades del mundo.
Lo amo mientras me tomo un mate.
Lo amo mientras me baño.
Lo amo mientras actúo, canto, escucho música o miro películas.
Lo amo mientras me río.
Lo amo mientras me despido de mis amigos hasta el próximo encuentro.
Lo amo mientras camino por las calles de mi barrio marginal a la noche en una total y plena soledad.
Lo amo mientras juego a la play.
Lo amo mientras estoy en la cancha alentando al club de mis amores.
"¡¿Qué carajo hacés?! Pasásela al otro?!"...y mientras tanto lo amo. 
Mientras, mientras, mientras.
Sin embargo, el pacto quedó sellado aquella noche en donde mi mundo se caía...Se caía en las manos de alguien que me iba a abrazar como ninguno.
En plena madrugada, tras unas gotas de alcohol en mi sangre y por qué no en mi cabeza, fui corriendo a su amor, llorando, con la respiración entrecortada, agitada, preguntándole sin consuelo "¿por qué no lo intentamos?" y jurándole jamás fallarle. 
Me abrió las puertas de su corazón y una vez más sus palabras y compañía fueron mi medicina. Un gran y esperadísimo alivio. Y después de eso terminamos saliendo del lugar agarrados de la mano, en un nuevo camino que teníamos por delante para atravesar, pero juntos.
Me pregunto cómo pude haber sido capaz de haberte descuidado en algunos momentos en donde yo sabía que estabas mal. Y mal por mí. Porque aunque no lo aceptaba, lo sabía. Y vos pretendías que no se notara. 
Sos tan hijo de tus viejos que aunque te estés desmoronando por dentro vos seguís caminando como si nada. Me dejé llevar por las circunstancias, ¿sabés? Lleva tiempo aprender a priorizar. Pero a pesar de las idas y venidas, de los baches que haya habido en el camino, de los nuevos estímulos que recibí y me corrieron de mi eje, vos siempre estuviste y yo siempre lo supe. Siempre supe de qué madera estás hecho, pibe. Y no hay nada que me enorgullezca más. 
Con vos aprendí que al amor no le interesan los formalismos. Que el amor no sabe nada acerca de las orientaciones sexuales. Que el amor prefiere mantenerse alejado de los prejuicios, afectan tanto su reputación...
Sos el único hombre que siempre me hace llorar. Sos efectivo en eso, nunca fallás. Pura manifestación del alma. Y no sabés qué bien que le hace eso a esta roca que te escribe y te piensa siempre. Porque cuando abrazás a la roca, la roca conoce la verdad. Su verdad. La verdad de un cariño eterno y que va a llevar consigo siempre vaya a donde vaya. Una verdad que se titula "de cómo una roca conoció el amor".
Gracias.


@Incredulas - 21/01/14

domingo, 19 de enero de 2014

Entrelazados 1ºT - Capítulo 3

Sus ojos se cruzaron, en un sorprendente encuentro que no se esperaban en absoluto. Rocío aún se encontraba toda manchada y sucia, sin poder creer lo que acababa de suceder y mucho menos aún cuando vio quién había sido el que derramó el champagne sobre ella. Automáticamente, Nicolás le pide unas servilletas al barman y comienza a secar los brazos de Rocío, mientras ella se arreglaba el cabello.
Macarena amaga a levantarse para ayudar a Rocío, pero Celeste la toma de las muñecas y la obliga a sentarse. Ambas continuaron observando la escena que tenían delante suyo unos pasos más al fondo del bar.
El muchacho no dejaba de repetir la palabra "perdón" cada dos segundos y continuaba pasándole la servilleta por el codo a la rubia. Rocío le agarró la mano bruscamente y la sacó de encima suyo.
- Ya está, dejame.
Se dio media vuelta y comenzó a encarar para su mesa de nuevo. Nicolás la corre unos pasos y la toma del brazo, forzándola a voltearse y le pidió disculpas una vez más, pero esta vez mirándola a los ojos y dejando lucir esa sonrisa tan compradora que a Rocío le había llamado la atención esa misma tarde. Ella le devolvió el gesto.
- ¿Te puedo invitar algo para tomar a modo de consuelo?
Rocío acepta la invitación y juntos van para la barra. Mira hacia atrás un instante y ve que Macarena estaba con la boca abierta y Celeste le hacía un gesto de "¿qué hacés?" con la cara y la mano. Rocío abre los ojos y se encoge de hombros. Nicolás se sienta en las sillas altas que rodeaban la barra del Álamo y Rocío imita este gesto.

Maca seguía observando la situación sin entender nada.
- ¿Rocío se olvidó que tiene novio?
- No sé, Maca, pero ese pibe está tan bueno que cualquiera se olvidaría que tiene novio.- responde Celeste riéndose.
- ¿Vos cagarías a Felipe con ese chico?
Celeste hace puchero, se para y le arranca de la mano a un chico que estaba ahí un shot de tequila que deseaba tomar y lo bebe ella de un trago rápido, sin respirar y sin pensar. Le devuelve el vaso al muchacho, le sonríe falsamente y se vuelve a sentar.
- Eso respondió todo.- dice Maca.

Un muchacho le toca el hombro a Celeste, quien está sentada con cara de demacrada, recordando a Felipe y también sintiendo una mezcla de alcohol con pizza en su interior que no podía controlar y mucho menos evitar pensar en eso.
Celeste, avergonzadísima, se lo agradeció, y aceptó el agua. Luego de casi media botella, se disculpó con Bauti por haberle robado 
así su trago, y casi sin darse cuenta, ya estaban sentados en la mesa, charlando. Se habían presentado mutuamente y también Maca formaba parte de la charla.
Maca pensaba constantemente en la belleza que tenía ante sus ojos. Era un joven de aproximadamente veinte años, morocho tirando a rubio y de ojos marrones, ningún razgo maravilloso pero de todas formas lo hacían un chico muy fachero. Tenía la nariz perfectita al mismo estilo que la de Nicolás y una sonrisa de costado que, si bien no dejaba ver sus dientes, se notaba que estaban bien alineados. Era alto, aproximadamente de un metro ochenta y la espalda tenía forma triangular como a Maca le gustaba.
Bauti intentaba disimuladamente llegar al motivo de su necesidad de emborracharse, pero Celeste no quería hablar de eso, y evadía el tema olímpicamente.

Desde la barra, Nicolás y Rocío estaban pasando un cálido momento, haciéndose preguntas para conocerse. No paraban de reír un segundo, hasta que en un instante, la charla se puso seria ya que Nico le preguntó a la rubia cómo Lautaro la había dejado salir.
- Hace mucho que no lo hago, y si me decía algo lo mataba. Hoy cumplíamos meses y no salimos porque se siente mal, así que estoy en todo mi derecho de salir.
Nicolás le dedica una sonrisa compradora de nuevo.
- Qué casualidad que terminemos todos acá. Nosotros fuimos a un bar a cinco cuadras de este pero uno de los chicos se puso a vomitar re mal porque hicimos previa y nos rajaron a todos.- se ríen ambos.- Así que terminamos acá. No conocía este bar, está bueno...
Se hizo un silencio quizá no incómodo, pero no había respuesta alguna al último comentario de Nicolás ya que Rocío conocía el Álamo como si fuera su casa y ya había escuchado cientos de elogios de ese estilo. El silencio es irrumpido por una pregunta de Nico totalmente inesperada que tomó a Rocío por sorpresa.
- Si Lautaro sabe que estamos nosotros acá, se pudre todo, ¿no?.
Rocío se queda pensativa unos instantes y luego asiente, es seguro que al día siguiente iba a tener que enfrentar una discusión con su novio, pero todo esto no era culpa de ella en absoluto.
Nicolás observa hacia la mesa donde estaban las chicas y lo ve a Bauti sentado allí. Toma a Rocío de la mano y la lleva hasta ese sitio.
- ¡Ah, bueno! ¡Se conocieron todos!
Celeste, Maca y Bauti miran a Nicolás sin comprender. Rocío automáticamente le suelta la mano a Nicolás de forma brusca y sonríe nerviosamente. Se presentan mutuamente y aclaran quiénes son, entonces aquellas caras que indicaban inseguridad y desconfianza, se fueron desvaneciendo a medida que la charla fluía y los tragos seguían apareciendo en la mesa.
En un momento, borracho y con pinta de quebrado, se acerca Pache a la mesa, quien saluda con buena onda a todos, que ya lo conocían y se sienta al lado de Maca. El olor que salía de su boca, aquel aliento que tenía una mezcla de vino con Fanta, Gancia, Fernet y Ron, le produjo rechazo a la morocha quien se iba alejando del costado de Pachetti. El muchacho no dejaba de tirarse encima de ella, le daba besos en el brazo y le tocaba el cabello de manera ya molesta. Nadie se daba cuenta de ese suceso ya que no era posible identificar quién de todos estaba más ebrio, pero Macarena estaba lo suficientemente cuerda como para darse cuenta que Pache era horrible y que no quería saber nada, además le interesaba muchísimo Bautista, quien parecía estar muy compenetrado charlando con Celeste vaya uno a saber de qué, pero se notaba la química y el feelling que había allí, por lo menos de parte de él. Celeste pegó onda con Bauti pero no tenía planeado nada, no le interesaba nadie desde Felipe y todas sus borracheras y tardes de resaca habían sido por él y su ausencia.

Todo era diversión y risas en la mesa hasta que algo empezó a vibrar. Era el celular de Rocío quien lo había puesto en vibrador sabiendo que, con la música tan fuerte, nunca podría escucharlo en sonido. 
Era Lautaro, enojadísimo, ni siquiera fue capaz de saludarla, directamente empezó a bombardearla con preguntas.
- ¿Dónde estás, Rocío?
- En el Álamo, amor, te dije que iba a venir acá.
- ¿Y por qué estás con mis amigos? La próxima decile a Pache que no twitee hasta cuando caga.
- No sé, Lautaro, vinieron de improviso. Yo qué sabía, no es mi culpa.
- Quiero que te vayas ya de ahí. ¡Ya!.- el tono de voz de Lautaro estaba en aumento cada vez más.
- ¡¿Qué?! ¿Quién te pensás que sos? No me jodas más, chau. 
Nadie en la mesa se animó a preguntar nada, ya era bastante evidente lo que había pasado, y la cara de Rocío lo confirmaba mucho más. Tratando de olvidarse de la fea situación y despejarse (después de todo, estaban ahí para divertirse), la rubia se levantó de su silla y encaró para la barra, pero se quedó inmovilizada cuando algo la dejó a helada. Allí estaba él, su risita compradora, besándose con una chica muy apasionadamente.
Algo se desmoronó en el interior de Rocío, algo le hizo click en la cabeza, algo le decía que no podía estar sintiendo eso. ¿Cómo podía sentir celos de otro chico si no era su novio? ¿Cómo puede ser que le choque tanto una imagen de un joven que había conocido ese mismo día? Rocío va hacia la barra y se toma tres tequilas de corrido, para poder despejarse del mundo, para poder entenderse a sí misma y por qué no, para ahogar unas cuantas penas que tenía guardadas en lo más profundo de su ser.

¿Qué es lo que está sintiendo Rocío?
¿Quién era esa chica que estaba chapándose Nicolás?
¿Cómo quedaron las cosas con Lautaro?
¿Macarena conseguirá estar con Bautista o él seguirá intentando conquistar a Celeste?


Continuará...

sábado, 18 de enero de 2014

Número culpable

Ya estamos en el día 18 del nuevo año que empezó y yo todavía no encontré nada positivo. No sé si será que recién arranca el 2014 o yo que le puse expectativas a un simple cambio de número al final del almanaque.
¿La culpa es mía por esperar que de un día para el otro mi vida esté solucionada y no tenga más los problemas que existían en el 2013, o la culpa es de la gente que te ilusiona con que un año nuevo es una vida nueva?.
De todas las metas que me propuse apenas comenzaba el año, todavía no resolví ni una y a este ritmo me parece que voy a terminar como siempre, el 31 a la noche quejándome de que fue un 2014 horrible, que espero que el 2015 me sorprenda y así va a ser hasta mi último fin de año.
Pensé que en este 2014 te iba a superar, que me iba a olvidar de vos...y acá me tenés. Me fui a la costa, volví, salí de joda y a que no adivinás qué...Sí, me puse en pedo mil veces y las mil terminé llorando por vos o sino brindando por que me des bola, aunque a los demás les digo que te quiero dejar a un lado de mi camino, que seas parte del pasado, del 2013 que se fue...Pero no puedo. No puedo o no quiero, ahí está el tema.
Me encantaría poder aplicar la frase "vos te fuiste con el 2013", pero año a año lo voy intentando y cada vez se me hace más difícil.
El tema está en que si sigo negando que yo puedo, si no intento más, ahí me vas a ganar vos y el 2014 va a estar plagado de malos recuerdos a tu lado y yo ya no quiero eso.
2014, dale, media pila. Te pongo todas las fichas.


@Incredulas - 18/01/14

viernes, 17 de enero de 2014

Lucha interna

No podés pretender ganar algo sin antes haberlo ganado en tu mente.
No podés pedirle a alguien que te quiera si no te querés a vos misma primero.
No podés rogarle a una persona que te trate bien si vos no te tratás bien internamente.
No podés vencer una pelea sin haber luchado contra tus miserias internas.
Pensá las cosas con tu yo interior antes de lanzarlas al exterior. No te apures por culpa de los putos impulsos, vos sos más que eso. Tampoco hagas cosas que no te gustan porque otra persona te lo está pidiendo solamente por miedo a perderla.
Si querés ganar de verdad, tenés que ganarte a vos misma con seguridad, criterio, confianza y positivismo, sino estás perdida y derrumbada...Otra guerra perdida por culpa de los nervios y miedos.
Analizá a la otra persona, sacá tus propias conclusiones, no te eches la culpa a vos de todo porque no siempre la mierda es uno sino todo lo que lo rodea y ahí no podemos culparnos.
Recién cuando ganes la pelea con tu mente y tu corazón, ahí salí a pelear por lo que querés. Convencete de que podés, de que estás lista, de que ninguna otra te va a ganar, de que vos sos lo primero, de que con esfuerzo todo se logra.


@Incredulas - 17/01/14

miércoles, 15 de enero de 2014

Venganza

Sí, ya sé que actué mal con vos. 
Sí, ya sé que no te aproveché.
Sí, ya sé que no valoré cuando hacías de todo para estar conmigo.
Sí, ya sé que te boludeé.
Sí, ya sé que sufriste un montón.
Sí, ya sé que es mi culpa.
Igual, tengo algo para decirte. Me parece totalmente inmadura tu manera de enfrentar las cosas, "a lo Karina", como si fueras una mina. 
También parece que tenes diez años actuando así porque como yo actué mal con vos, ahora te querés vengar y actuar peor: pagándome con la misma moneda, lastimándome vos a mí, usándome para dejarme lastimada y herida en algún lugar sin rumbo y sin fuerzas para escapar.
No lo hice por hija de puta, ni por mala persona ni mucho menos. Creo que me dejé llevar por mi diablito interno en el hombro izquierdo que me decía que lo haga. Tampoco le voy a echar toda la culpa a mis impulsos y malas actitudes, porque también tiene un poco que ver con lo desgastada que estaba nuestra relación en los últimos meses.
Ya no era lo mismo, vos no eras el mismo, yo no era la misma, el sexo no era el mismo, los besos no eran los mismos. Cambió tanto todo...Y pensar que en algún momento fuimos felices.
¿Fuimos felices de verdad? ¿O yo me creí ese cuento de hadas que habías planeado para enamorarme? ¿Estaba enamorada de vos o de lo que teníamos juntos? Porque no es lo mismo una cosa que la otra...
Lo único que te voy a pedir, además de las disculpas que claramente ya te ofrecí en diversas ocasiones y jamás aceptaste ninguna por ese orgullo propio que tenés, es que nunca me olvides. Nunca te olvides de lo que signifiqué para vos, porque por más que me hayas pagado con la misma moneda y me hayas devuelto el mal que te hice, vas a ser importantísimo para mí y eso nunca va a cambiar.
Quiero terminar bien con vos, no para seguir en contacto o teniendo relaciones casuales, sino para estar tranquila con mi conciencia. Te repito una vez más, para que te des cuenta, que hay cosas que no se resuelven con la cabeza, sino con el corazón.


@Incredulas - 15/01/14

martes, 14 de enero de 2014

El complicado arte de ser mujer

Ser mujer...Qué cosa horrible. No, mentira. Es hermoso y genial.
Somos consentidas, cuidadas y contenidas, tildadas de sensibles y de susceptibles. Tenemos el derecho casi por ley natural de exagerar las cosas y hacer un escándalo por todo. 
Podemos ser caprichosas y también histéricas, porque viene en nuestra esencia...Algunas más, otras menos, pero todas en algún momento lo manifestamos de alguna forma...¡Y como para no hacerlo! Nos merecemos que nos consientan porque ya sufrimos bastante con el sólo hecho de ser mujeres. 
Justificación a continuación:
- Todos los meses, sin falta, viene el tan odiado Andrés, y con él todos los cambios de humor habidos y por haber. Nunca somos tan susceptibles y pelotudas como en estos días, donde hasta la más mínima palabra nos puede hacer llorar todo el día. No sólo no lo podemos evitar, sino que a veces hasta nos alegramos de que venga. Ambigüedad al extremo. Nos duele la panza, los ovarios, estamos inseguras, tenemos miedo de mancharnos, nos sentimos incómodas, pesadas, gordas, pero no estamos embarazadas (otra cosa a favor es que podemos aprovechar estos días para ser todo lo caprichosas que no somos el resto del mes, porque estamos justificadísimas).
- Depilación. Nada más denso y molesto que tener que estar calculando cuánto te tardan en crecer, para saber cuándo te vas a tener que ir a depilar, o ir a depilarte y que al otro día ya te empiecen a salir los pelos que no estaban ayer. Tener que sacar cuentas si te vas de vacaciones o si tenés planeado ir a la pileta, y desesperarte cuando surge algo a último momento y vos no estás depilada.
- Además de todo esto, como si fuera poco, lidiamos con los conflictos que nos atormentan día a día, como el "¿¿qué me pongo??" o el "estoy gorda". No tener ropa por lo general es tener un placard repleto, pero que no esté ese shorcito o esa remerita que nos imaginamos en nuestra mente que nos gustaría tener para usar hoy. 
-  El estar gorda es algo que siempre en algún momento a todas las mujeres nos va a torturar. Las dietas son lo mas difícil del mundo porque pareciera que la galaxia conspira en nuestra contra cuando intentamos empezar una, pero justo ese día compran helado en casa, o nos invita a McDonald's el chico que nos gusta, o nos da un súper antojo de chocolate, entre otros. 
Es así, es lo que nos tocó, nos la tenemos que bancar, pero seamos sinceras...Nos encanta ser mujeres. 
Histérica, caprichosa, ciclotímica, sensible, dulce, femenina, minitah, mujer.


@Incredulas - 14/01/14

domingo, 12 de enero de 2014

Entrelazados 1ºT - Capítulo 2

A diez minutos de que comience el clásico barrial, Rocío ya se había ubicado en una de las gradas ubicadas en el costado izquierdo de la cancha. Sabía que se iba a comer el garrón de su vida, que era un embole y que ni siquiera sabía cómo era la camiseta que usaba su novio.
Todavía Lautaro no sabía que ella estaba allí, su "hada madrina" que lo iba a hacer ganar este sábado, porque se encontraba en el vestuario con los demás integrantes del grupo. Estaban todos muy emocionados, a la expectativa de lo que iba a pasar.
El árbitro se para en el medio de la cancha de fútbol 5, toca el silbato y sale el equipo visitante. Rocío mira su celular, sin prestar atención a lo que sucede en la cancha, hasta que presentan al equipo de su novio. 
Uno a uno los ve salir y opina mentalmente lo que le parecía la vestimenta: una camiseta roja con rayas verticales blancas y el número con el apellido en color azul. El pantalón es blanco con rayas rojas y azules en ambos costados, el número en color azul marino, las medias también son azules y los botines son todos diferentes.
El arquero era un chico grandote, medía aproximadamente un metro noventa, era algo relleno pero muy bonito de cara. Por lo que se acuerda que Lautaro le contó, se llama Alejandro pero le dicen "Gordo".
Uno de los defensores tenía aproximadamente diecinueve años, se notaba que era el más grande del grupo. Tenía un lunar en la mejilla izquierda pero una sonrisa de costado muy particular. Sus cejas eran algo pronunciadas, parecía que juntaban ambas con frecuencia. "Claro, Martín, el cejón", recordó Rocío. Miles de anécdotas se le cruzaron por la mente, Lautaro era muy amigo de Martín pero nunca se presentó la oportunidad de que Rocío también lo conozca y salgan juntos riéndose como solía hacer su novio. 
Al otro defensor lo conocía, se lo había comido ella una vez hace como dos años en un baile que organizó el colegio de Lautaro ya que es compañero de él. Nunca supo su nombre, porque siempre le dicen "Pache" por su apellido, "Pachetti" y Rocío tampoco entiende por qué se lo comió, si no tiene nada de lindo. Es flaco y alto, sin ningún músculo, tiene las piernas más flacas que una mujer y la nariz un poco grande...Cero atractivo, pero cuando te ponés a hablar con él es tan buena onda y copado que te olvidás que es feo y te atrae igual. "Por eso es que estuvo con las chicas lindas que estuvo, por la personalidad", piensa Rocío mientras observa a Lautaro en su ubicación y ve entrar corriendo a un chico que no había visto, ni su novio le había nombrado en otra oportunidad. 
Este joven entra trotando de costado, acomodándose la parte de atrás de su pelo con la mano derecha. Rocío lo mira fijamente entrecerrando los ojos para ver si lo conocía. Pero no. Este chico le llamó la atención totalmente. Se paró en el medio de la cancha saludando a lo que parecían ser sus familiares y dejó al descubierto unos perfectos dientes blancos y derechos, acompañados de unos labios carnosos y una sonrisa tan divina que Rocío no había visto en años. Le encantaba ver las sonrisas ajenas, sobre todo de varones, y más aún de este chico que, además de una boca ideal, presentaba una nariz respingada perfectamente delineada y unos ojos verdes con pestañas bien negras y marcadas. Era castaño claro, medía aproximadamente un metro sententa y pico y tenía bien marcados los bíceps. A Rocío le pareció divino y no dejó de mirarlo ni un segundo, tampoco se percató de la presencia de Lautaro en el medio de la cancha.
- Mirá esa pibita, Pache.- el chico lindo le muestra con disimulo a Rocío, quien se da cuenta y automáticamente mira para otro lado.- Nunca la vi por acá.
Pache niega con la cabeza.
- Mejor mirá para otro lado. Es la novia de Lauti.
El carilindo se mordió los labios y abrió los ojos, sin poder creer que un bombón así esté con un pibe tan insulso como Lautaro.
Jugadores ubicados, familiares y amigos observando, el clásico del barrio estaba por empezar.

En otra parte del mundo, hay un joven pensando en la chica que dejó en su país natal. Piensa en cuánto la extraña, en cuánto la necesita y cómo reaccionaría ella si a él se le ocurriría volver cuando menos se lo imagine.


Volviendo a Argentina, Celeste está tirada en su cama escuchando música, analizando que es sábado y no tenía planes para la noche. Desde que Felipe se fue, sale todos los fines de semana con sus amigas. Sabe que si se queda en casa, iba a pensar en él y tendría el impulso de irse a Estados Unidos sin pensarlo, pero no podía, no podía abandonar la escuela y a las personas que la rodean, aunque más de una vez había pensado en hacerlo. Agarra su celular y le manda un mensaje a Macarena preguntándole qué planes había pensado para hoy. "Maca siempre tiene ideas nuevas y ganas de salir", pensó Celeste. Esta vez se equivocaba.


Maca no tenía ganas de salir. Estaba cómoda ahí, tirada en el piso, abrazada al retrete, con un rodete y desnuda. ¿Por qué hacía esto? ¿Con qué necesidad se ponía frente al espejo como Dios la trajo al mundo si sabe que iba a terminar vomitando en su inodoro? De verdad no sabe por qué lo hace, si se da cuenta de que no va a bajar de peso. Pero aún así, lo hacía, a veces le daba placer y la hacía sentir mejor, como ahora. Siguió con su ritual diario hasta que fue interrumpido por un WhatsApp. Maca lo lee y apoya su mano derecha en la frente, había perdido la noción del tiempo por completo, no recordaba que era sábado y, aunque no tenía ganas de salir casi nunca por culpa de su maldita inseguridad, lo hacía para que Celeste, su amiga desde hace diez años, no se sienta sola ni llore con su almohada en silencio, melancólica por la ausencia de Felipe. No, no iba a permitir eso. Se lavó la cara, se vistió y se volvió a hacer un rodete. Se miró al espejo y lo escupió. Después de esto, tomó su celular y contestó: "Amiga, hoy vamos al Álamo. A las doce venite".


El partido terminó en un discutidísimo dos a uno, a favor de Deportivo Lion, el equipo de Lautaro. Cuando finalizó, se fueron todos en cuero cantando a festejar al vestuario. Rocío había gritado los goles, aplaudido y tirado besos a su novio mientras jugaba. Uno de los dos goles fue de él por ende la rubia festejó como loca para hacerlo sentir mejor. El segundo gol lo hizo el chico lindo que había llamado su atención y ella notó que le dedicó el gol guiñándole un ojo mientras festejaba.

Rocío se levanta cuando todos se fueron y va a buscar a su novio al vestuario. Logra llegar no sabe cómo y toca la puerta. Le abre la puerta un muchacho bien tostado, con unos ojos verdes que la enceguecieron, además de que estaba en cuero y tenía una toalla que tapa su parte inferior del cuerpo: era el lindo. Él le sonrío de costado y la miró fijamente.
- Em...Bueno, yo...- Rocío titubea sin parar, debía mostrarse segura, mirá si justo Lautaro la veía en esa situación y se ofendía. Echó una rápida mirada al interior del vestuario y parecía estar vacío.- Estoy buscando a Lautaro.
- Me parece que está en el buffet.
Rocío mira para otro lado.
- ¡Rochi!.- Pache sale de una puerta que estaba detrás del chico lindo, estaba vestido como para irse ya a su casa. Se acerca y saluda a la rubia con un beso en el cachete.- ¿Todo bien? ¿Viniste a ver a Lauti?
Rocío sonríe.
- Sí, por eso vine a buscarlo, así lo felicitaba y...
- Escuchame, esta noche vamos a festejar a un bar que queda por Palermo, si querés podés venir...Traete un par de amigas y...- Le guiña el ojo. Rocío se ríe.
- No sé si voy a poder ir, salimos con Lauti porque después de las doce cumplimos meses.
- Dale, ¡no seas ortiva!.- Pache es así. Nunca se cansa de insistir hasta que lo logra.
- ¿Y quiénes van?.- Pregunta Rocío.
- Las amigas que vos lleves, amigos nuestros, el gordo, Martín y Nico.
- ¿Nico? ¿Quién es Nico?.
El chico lindo levanta la mano.

Rocío sabía que eso iba a pasar. Cada sábado que quieren salir a la noche, Lautaro pone una excusa para no ir debido a su "cansancio". Ahora dijo estar sintiéndose mal, con baja presión y Rocío no toleraría quedarse en su casa otra noche más. Prefirió no pelear con Lautaro al respecto, simplemente dejó de contestar sus mensajes y llamadas pidiéndole disculpas y que saldrían al otro día en festejo de su cumple mes.

Rocío no debía olvidar que tenía amigas que salían...y tampoco olvidar la propuesta de Pache. Le parecía raro que Lautaro no quiera festejar la victoria del día, pero quizá su presión baja era una realidad y no una simple excusa. 
Luego de hablar con las chicas, Rocío decidió que saldría con ellas a la noche, irían juntas al Álamo, como en los viejos tiempos que salían las tres en busca de mil amores, excepto Celeste que ya estaba de novia con Felipe.

Las amigas se juntaron en la casa de Macarena, como era costumbre, para producirse y ayudarse a decidir qué ponerse entre las tres. Una vez listas, se pidieron un remis y encararon al famoso bar. Les encantaba ir ahí antes, la entrada es barata, ya conocen a los dueños y tienen un lugar vip en la terraza de aquel lugar, en el cual había una mezcla de olor a cigarrillo con cerveza barata. Pero no importaba: el fin era salir, recuperar esas noches perdidas con amigas y de paso ayudar a que Celeste levante un poco su ánimo y Macarena se consiga algún chico, aunque ninguna de estas dos cosas funciona.

Se sentaron en una mesa que estaba en la terraza. Rocío se pidió un vaso de Fernet Branca, Celeste una cerveza de litro y medio y Macarena un daikiri de frutilla. Se pusieron a charlar de su día, a hablar de la vida y a medida que el alcohol iba haciendo efecto en sus neuronas, la conversación se tornaba más interesanto. Lautaro seguía insistiendo con llamadas sin respuesta, hasta que alrededor de las dos de la mañana se dio por vencido y se tiró a dormir, con un tirón inmenso en la pierna derecha.
Cuando a Rocío se le acabó su Fernet, se puso de pie y encaró para la barra, en busca de una nueva bebida. En su caminata, Macarena le grita algo que obliga a la rubia a darse vuelta y seguir caminando sin mirar hacia delante y esto llevó a que, cuando se voltea, choca contra un muchacho que derrama un champagne entero en la cabellera y hombros de Rocío, mientras el alcohol se iba cayendo por su cuerpo y el delineador se le corría terriblemente. 
Rocío levanta las manos, abre la boca en señal de asombro sin poder creer lo que acababa de ocurrir: estaba hecha un desastre, le habían tirado una bebida entera sobre ella. ¿Quién había sido el hijo de puta que la ensució por completo? ¿Quién puede ser tan idiota de no prestar más atención si hay una mujer borracha caminando en dirección contraria a la de él? ¿Podía ser tan tarado?.
Sus preguntas fueron contestadas cuando levantó la cabeza y vio que aquel que había derramado accidentalmente la botella de Novecento sobre su cabeza, había sido Nicolás.

¿Comenzarán Nicolás y Rocío a discutir en medio del bar?

¿Qué sucedía en esos momentos por la cabeza de Macarena?
¿Celeste estaba ahogando las penas en alcohol por la ausencia de Felipe?
¿Dónde estaban los demás amigos de Nicolás?
¿Qué pasaría si Lautaro se enteraba que estaban todos en el mismo lugar?


Continuará...

sábado, 11 de enero de 2014

La decisión más difícil

Qué difícil cuando nos enamoramos de un amigo, pero suele ser más complicado aún cuando nos gustan dos que son mejores amigos entre ellos, ¡qué dilema!.
¿Qué hacer en ocasiones así?.
Mirás a uno que te encanta y es el típico que te jura amor eterno pero que tiene millones de pibas atrás. En cambio el otro es más dulce, tierno y es difícil tratar de elegir a uno de los dos...
No sé si lo que nos da más miedo es elegir a uno y que se peleen entre ellos o el hecho de tener que elegir. Entonces, nos proponemos poner en una balanza quién tiene más cosas buenas, a veces obtenemos un resultado pero otras no, y cuando no lo obtenemos porque ambos nos gustan por igual y a ambos les vemos las mismas cosas lindas como las mismas cosas feas, la cabeza nos queda dando vueltas, llena de ideas como una calesita, ideas que tenemos miedo de sacar a la luz.
Si me decido por el primero, quizás vaya a extrañar al segundo. Quizás el primero no se banca pelearse con su amigo y nos quedamos sin el pan y sin la torta, o si elegimos al segundo, quizás el primero nos habla todo el tiempo diciendo que nos extraña y como los dos nos pueden, le contestamos al primero, y el segundo se entera y una vez más nos volvemos a quedar sin el pan y sin la torta.
Entonces...¿hay una solución? Sí, la solución es única y clara...En ocasiones así la decisión es la que toma el poder, y nos tenemos que preguntar: "¿cón quién nos vemos más felices en un futuro?", "¿quién va a sabernos cuidar más?", "¿quién es más posible que se enamore de nosotras?", "¿quién es el que, por algunos centésimos, nos gusta más?".
Si elegimos al primer chico, tenemos que olvidarnos de la amistad que hay entre ellos y debemos pensar que si tan amigos son, no se hubiesen engañado el uno al otro desde un principio y también olvidarnos del otro, aunque nos hable.
Nosotras ya elegimos y no podemos estar con dos a la vez, porque la mentira tiene patas cortas y el juego se acabaría en algún momento. 
Tenemos que estar seguras con uno, y borrar de nuestras mentes y corazones al otro ya que si vamos a elegir, elegir se elige a uno,  es la única manera de jugárnosla por lo que queremos: arriesgarnos a perder como a ganar, pero en fin arriesgarnos, luchando por aquello que decidimos, sin importar el mundo ni lo que pueda llegar a pensar su amigo, porque al fin y al cabo somos nosotras las que vamos a estar con aquel chico.


@Incredulas - 11/01/14

viernes, 10 de enero de 2014

Relatividad

Muchas veces el tiempo siempre es igual, pero para nosotros parece un rayo fugaz que llegó tan pronto como se fue y en otras situaciones parece una eternidad. Eso depende de lo que estamos viviendo, la intensidad, los nervios y las ansias con las que nos encontramos atravesando ese nuevo momento de nuestras vidas.
Cuando desaparece la noción del tiempo, es horrible. Por ejemplo, ¿no te pasa que cuando escribís la fecha ahora ponés 2013 en vez de 2014? Y no, no es falta de costumbre, significa que nuestro cerebro todavía está en el 2013, que no llegó al 2014, que no entiende cómo se pasó tan rápido un año. Todo depende de quien lo esté viviendo, por eso la frase "nada es absoluto, todo es relativo", es totalmente correcta.
Si todo es relativo, significa que todos vemos las cosas de diferentes perspectivas...¿O a vos acaso no te gusta un chico pero todas tus amigas te dicen que es horrible? ¿O por qué existen los gustos de helado? Porque es relativo, todos tenemos distintos gustos, distintas ideas, distintos pensamientos. Y de ser así, entonces, ¿existe la persona fea, la persona linda, la persona buena y la persona mala?. Quien para vos es un héroe y un ídolo, a otro le parece un ser humano asqueroso.
Te pude molestar lo que piense el otro, sí, pero es un mundo relativo y tenemos que acostumbrarnos y entender que no todos tenemos el mismo punto de vista, las mismas ideas y principios, y tampoco los mismos gustos.
Si a todos nos gustara lo mismo u opináramos igual con absolutamente todo, sería bastante aburrida la vida, ¿no te parece?.


@Incredulas - 10/01/14

miércoles, 8 de enero de 2014

Página siguiente

Como todos saben, y como todos (o la mayoría) hacemos, es siempre leer la misma página, reiteradamente leemos el mismo renglón como...¿Cuántas? ¿Cinco o seis veces? ¡¿Más?! Bueno, más o menos. En el momento quizás no nos damos cuenta, pero estamos repitiendo algo, no avanzamos porque siempre nos quedamos en el mismo renglón...¿Será porque nos gusta tanto esa parte del libro, o quizás porque está el personaje que más nos atrapa y no nos permite dar vuelta la página para saber qué pasará? Sí, eso mismo es: no nos deja dar vuelta la página para que la historia continúe. ¿Te suena? A mí sí, y yo sé que a vos también. 
Animate, che, yo ya pasé de leer el primer renglón para leer el segundo, aunque todavía me faltan algunos para dar vuelta la página y seguir la historia y dejar atrás esta hoja. Este maldito libro con más de doscientas hojas, parece que cada vez que logro dar vuelta las páginas y acercarme al final, por arte de magia alguien o algo agrega más hojas para que nunca pueda terminar el libro...¿Es joda? Y también, por arte de magia, en el libro se repiten historias, se repiten anécdotas, se repiten personajes con diferentes papeles. Siempre hay un personaje fijo, que comenzó siendo el príncipe azul y por la mitad del libro se convirtió en el villano que tanto miedo le tenemos, donde increíblemente todos los personajes cambian de papel, o algunos desaparecen así porque sí... 
¡Increíble! Yo siempre sigo en el libro, yo comienzo siendo feliz, después triste, después feliz, después triste y después no sé qué mierda me pasa en el libro porque ya me cansé de leer siempre que estoy con humores alterados y no puedo ser feliz diez hojas seguidas...¡¡¡Ufff!!!.
En fin, que sea lo que la historia quiera. Si algún día termina, ojalá pueda actualizar la página y ojalá vos también puedas.
Ojalá todos podamos leer otro renglón y no releer siempre el mismo sin cansarnos. Ojalá los personajes cambien para bien. Ojalá que llegues al final y que sea el que tanto esperas, mientras la historia (tu historia) te va atrapando en sus páginas.


@Incredulas - 08/01/14

lunes, 6 de enero de 2014

Necios

Intentás que no se note, te esforzás por lograr que nadie lo sospeche, que él no se de cuenta, pero te juro que es inevitable. 
Cuando uno ama, ama.
El amor no es un capricho, no es eso por lo que te desvivís para tener que dejás todo de vos hasta conseguirlo y tus amigas te hacen la segunda. No. El amor pasa por otro lado.
El amor avanza constantemente sobre nosotras, nos llena el alma de sentimientos positivos que por momentos se convierten en dolor, ya que el amor lo único que pretende es ser correspondido. Y si no lo somos, ¿no es amor también querer que la persona que tanto deseás sea feliz? Y si su felicidad puede ser distinta a la tuya y la encuentre en otra persona...¿es posible realmente ser feliz si ves a la persona que amás con otra? Yo creo que en ese sentido todos somos un poquitito egoístas, hasta que maduramos y logramos entender que el amor no tiene egoísmo, ni vanidad, ni rencores, ni exigencias ni condiciones.
Vas a entender el amor en el instante que hagas las cosas por placer propio sin esperar nada del otro, que lo hagas porque realmente querés a la otra persona, no por conveniencia. 
Llega un momento que no importa lo que sos o quién sos, importa lo que sentís y el amor que podés llegar a tener por alguien, porque en definitiva es eso lo que le da vida a todo lo que nos rodea: el amor.
Mirá, para que entiendan un poco: vos podés ser la ex de un pibe, ¿no?, pero eso no quiere decir que tu amor por él ya haya desvanecido, que tu amor también sea "ex". 
Novio, ex novio, mejor amiga...Son sólo palabras y definiciones para personas que queremos y no poseen ningún lazo sanguíneo con nosotras como para denominarlas importantes como la familia...pero son sólo palabras y acá lo que valen son las acciones, el amor que te demuestran y te hacen sentir. 
Ya no importa quién somos, importa lo que sentimos.


@Incredulas - 06/01/14

domingo, 5 de enero de 2014

Entrelazados 1ºT - Capítulo 1

"Amor, hoy tengo partido". Rocío odiaba estas palabras con todo su ser. Todos los sábados su novio, Lautaro, se sumaba en los partidos de fútbol que organizaban sus amigos del club. Ella ya sabía que los sábados eran días perdidos en su relación porque él, luego de terminar de jugar, se quedaba tomando algo con "los chicos" en el buffet de su club. A Rocío le fastidiaba un poco no verlo en todo el día, porque a la noche tampoco Lautaro tenía ansias de salir debido a que sus piernas le pasaban factura por el ejercicio hecho a la tarde y le pedían siempre un descanso, pero ella estaba acostumbrada a esto y ya se había hartado un poco de repetírselo cada comienzo de fin de semana a su novio desde hace un año y medio...Pero como también notaba que él era feliz, permitía que vaya.

Un día como cualquier otro, Lautaro, a las doce del mediodía comenzó a prepararse para un partido difícil: el clásico barrial entre Club Deportivo Lion y Nueva Estrella Fútbol Club. Lautaro estaba super nervioso, sabía que no era un sábado como cualquier otro, que hoy había que ganar o ganar, que tenía que dejar sus mejores dotes como número 9 en la cancha y el alma tenía que ponerla ahí...Por eso se le ocurrió que quizá la presencia de su novia lo iba a ayudar. Lautaro decidió mandarle un WhatsApp: "Ro, ¿viste que hoy es el partido importante contra Nueva Estrella? Quiero que vengas a verme". 

Rocío leyó el mensaje una y otra vez, deliberando qué hacer. No sabía cómo debía vestirse, ni dónde podía sentarse, ni si tendría que ir con alguien o qué. Digamos que a pesar de que no la emocionaba en absoluto la idea, decidió aceptar, por amor y porque además iba a aburrirse mucho esa tarde y no le costaba nada darle un poco de apoyo a su novio. "Dale, a las dos estoy ahí"...y este WhatsApp le dio fuerzas y energías a Lautaro para poder enfrentar un partido complicado. Ella iría, su novia, la que tanto quiere pero le cuesta comprender por su carácter fuerte y sus enojos repentinos, esa rubia de pelo lacio divino y unos ojos verdes que a él tanto le encantaban, ni hablar de su femeneidad y modo de vestirse que a Lautaro lo volvían loco. Él se miró al espejo y suspiró, deseando que el resultado sea positivo...

Por su parte, Rocío estaba totalmente estresada. No tenía idea de cómo tenía que actuar porque nunca había ido a ver un partido de su novio, pero lo que más la preocupaba era un temita con el que tenía problemas recurrentemente: "¿qué me pongo?". No sabía cómo tenía que vestirse, si era necesario que se ponga una camiseta de fútbol, si podía ir con alguno de sus vestiditos floreados, o si iba a tener que hacerse la "relajada" con unos jeans y unas Converse. Sí, listo, perfecto, esa era la mejor opción, la que te hace zafar de cualquier situación: jean y zapatillas Converse.

A dos cuadras de la casa de Rocío, sus mejores amigas Celeste y Macarena están caminando por la calle, charlando. La conversación iba muy tranquila hasta que a Maca se le ocurrió preguntar qué era de la vida de Felipe. Ese nombre clavó un puñal en el corazón de Celeste, en lo que iba del día no lo había recordado ni había pensado en él, pero los sentimientos eran imposibles de ocultar o negar.

- No sé, hace varios días que no hablo.- contesta Celeste, bajando la mirada.
- ¿Todavía lo extrañás?.- otro golpe a su orgullo. Sí, ¿cómo no lo va a extrañar? Estuvieron juntos desde los trece años hasta ahora, los dieciocho, que tuvieron que separarse porque él se fue a estudiar a Estados Unidos.
- Maso. Estoy bien así.
Pero ambas sabían que Celeste no estaba bien, que lo necesitaba, que anhelaba esos abrazos y esos besos más que a nada en el mundo, pero para poder estar bien necesitaba cortar de raíz con la relación y separarse del todo. Quizá en otra vida se volverían a encontrar.
Maca notó la cara de Celeste, se dio cuenta que estuvo mal en preguntar por Felipe, que ya era un tema tabú para ellas, por eso comenzó a elogiarla, a decirle que no se bajonee, que puede estar con el chico que quisiera, que tiene una cara especial, unos rasgos árabes hermosos que hacen perfecta compañía con su tez morena y sus ojos verdes, ese flequillito rollinga que tanta personalidad le da al cabello castaño que en compañía con su color de ojos y piel, le daba un estilo único y sofisticado, sin dejar atrás su arito argollita en la nariz y el piercing abajo del labio, en el medio. Cualquier chico podría enamorarse de ella...Todos siempre gustaron de ella. Siempre Celes, Celes, Celes y nunca Maca. Y esto la atormentaba todos los días de su vida.
Maca era una chica bastante especial, de esas que no terminás de conocer despues de la primer salida, ni de la segunda, ni de la tercera...Se podría decir que ni siquiera sus dos mejores amigas de toda la vida la conocían del todo. Quizas ellas pensarán que sí, pero Maca escondía sentimientos mucho más profundos que los que expresaba. En su casa tenía bastantes quilombos, padres separados en malos términos que no querían ni verse, un hermano mayor que lo único que quería hacer era juntarse con sus amigos en el parque a fumar y causar problemas en la casa. Por eso, era el centro de atención y la preocupación constante de sus padres. Y por otro lado...ella. La olvidada. La chica a la que a nadie le presta atención, y por supuesto la que más lo sufre. Maca era bulímica. No sólo vomitaba lo que comía para no engordar, sino que también sentía cierto alivio interno en ello, se podría decir que hasta le causaba placer. Sentía que al vomitar, todos sus problemas salían de ella. Maca no se veía linda, nunca se iba a sentir mujer. Se miraba al espejo y veía una chica rellena, bastante rellena, su pelo negro azabache, lacio e insulso por los hombros, sin forma alguna. Sus piernas súper anchas, sus paletas separadas, su falta de músculos y sobra de grasas...Nada de sí le gustaba.

Continuará...

sábado, 4 de enero de 2014

Como por arte de magia

A veces me pongo a pensar y me doy cuenta que en vez de pedirle tanto a la vida, en vez de rogar para que me de ciertas cosas, lo que más tengo que hacer es agradecer. Agradecer los amigos que conocí. Agradecer la familia que me tocó. Agradecer que puedo comer todos los días. Agradecer el país donde vivo. Agradecer la gente que me tocó conocer. Agradecer por saber amar...
Ya sé que tengo un montón de quilombos y problemas (como tenemos todos), pero siempre todo tiene su solución y eso es porque en mi vida existe el amor, y no hay nada más fuerte que eso, es tan mágico y especial que no se puede explicar.
El amor aparece y te cambia la vida, te voltea totalmente, te saca de tus casillas y te corre de los carriles por los que estabas encaminada para poder empezar a caminar por un nuevo sendero que te hace conocer y hacer cosas que nunca imaginaste. El amor no tiene cara, no tiene nombre, no tiene voz, no tiene forma y sin embargo es todo y está presente en cada cosa que hacemos.
Todos los días usamos el amor, para todo lo que nos propongamos...Aprovechemos el amor que la vida nos regala día a día
Amor es el olor a comida cuando mamá prepara la cena.
Amor es llegar a casa y ver que tenés la cama calentita esperándote.
Amor es estar llorando y tener amigos alrededor tuyo consolándote.
Amor es un abrazo sincero.
Amor es mirarlo y sentir que no hay nadie más lindo.
Amor es tener en brazos a ese primito que tanto esperaste.
Amor es la preocupación por el otro.
Amor es el "boluda, no sabés lo que te tengo que contar".
Amor es defender alguien que querés por más indefendible que sea.
Amor sos vos.


@Incredulas - 04/01/14

jueves, 2 de enero de 2014

Inesperado

Increíblemente me siento bien, me siento cómoda y feliz, y es todo gracias a vos. Una de las cosas nuevas en este año es empezarlo con vos, cosa que nunca me había pasado. 
Sos una de las cosas que doy gracias por tener, una persona que me quiere y me respeta y me acepta como soy. Pensé que nunca iba a llegar este momento en el que pueda decir que estoy mucho mejor sin el chico anterior porque apareciste vos, y no es casualidad que hayas aparecido ahí, casi por sorpresa.
Me partiste el eje al medio, pibe. 
Me encantás en todas tus formas
Me hiciste darme cuenta que no era yo la equivocada, ni la fea, ni la mala ni la gorda...Era el otro el que se estaba perdiendo a una persona capaz de querer de verdad. 
Ahora me doy cuenta que todo el cariño que yo tenía guardado adentro y no me animaba a sacar a la luz, era todo para vos. No era para el anterior que me hizo llorar mares enteros y sufrir en mi almohada noches llenas de vacío...Era todo para vos.
Todavía falta conocernos un poquito, pero a medida que pasa el tiempo y sigamos viviendo más y más cosas juntos, vamos a terminar de hacerlo, vamos a sellar nuestro amor en un acto lleno de pureza y cariño para por fin estar juntos como se debe.
Me fascina esto que está empezando, me fascinan las cosas que hablamos, me fascinan las salidas que hacemos, me fascinás vos.
Llegaste a mi vida como por arte de magia, ¡y qué bien que me hacés!.


@Incredulas - 02/01/14

miércoles, 1 de enero de 2014

¡Hola, 2014!

Un año más llega a su fin. Se cumple un ciclo, se cierra una etapa que para muchos fue buena y para otros no tan buena. "Feliz año" es la frase que soltamos cuando se hacen las doce, brindando, saludándonos entre todos los que estamos, brindamos con las personas que queremos, por ellas y por las que hoy ya no están con nosotros. Brindamos mirando al cielo, quizás sonriendo, quizás no, con el corazón repleto de emociones.
Dejamos atrás un año en el que muchos lloramos por sueños que no pudimos concretar, por personas muy queridas que perdimos (personas por las cuales dimos todo), por amores no correspondidos, por besos rechazados, por mentiras, por engaños, por cosas que si nos ponemos a pensar quizás hoy ya no tienen tanto sentido, pero en su debido momento las lloramos con tanto sentimiento que hoy en día permanecen intactas en nuestro corazón.
Muchos reímos, acompañados, solos, gritamos de felicidad abrazando a quien más queremos o quisimos, y nos la jugamos por aquello que hoy no sabemos si al comenzar un nuevo año debemos olvidarlo o seguir intentando. Y esa es la duda que prevalece en muchas personas en los finales de los años: "¿Sigo luchando?", "¿Lo olvido?", "¿Dejo que sea parte del pasado?", "Es un nuevo año, nuevos amores, nuevas cosas", "Esto queda en el 2013", "No te preocupes, el 2014 va a ser mejor", "Se terminó". Y muchas preguntas más que ponemos en cuestionamiento la última semana de nuestro año, antes del comienzo del nuevo. 
El 2013 fue un año duro para muchas personas: algunas perdieron familiares, amores, amigos, pero otras encontraron a aquellas personas que consideramos para nuestro próximo año. 
Las personas hacen todo lo que tienen a su alcance para poder seguir, para afrontar esos obstáculos que la vida nos suele poner en el camino, y este año nos cruzamos con varios tipos de personas...Están los que afrontan la vida llorando, pataleando, pero los superan de alguna u otra forma:
Los luchadores: aquellos que siguen adelante pase lo que pase.
Los insistentes: aquellos que vuelven a caer en lo mismo y se equivocan una y mil veces más.
Los creyentes: aquellos que piden a Dios, a seres queridos del cielo "una buena", "que nos tiren un centro".
Los inteligentes: aquellos que priorizan su bienestar propio y tratan de alejarse cuando están siendo lastimados.
Los frustrados: aquellos que perdieron la fe, los que todo lo que la vida les propone les parece malo, critican, censuran a quienes no piensan como ellos...Son aquellos que arrastran consigo la infelicidad.
Los pesimistas: aquellos que no pudieron lograr sus sueños y quieren derrumbar los de los demás.
Los optimistas: aquellos que viven la vida con fe, que quieren conseguir el éxito en los desafíos que se proponen.
Los que lastiman: aquellos que se burlan de las personas contando cosas que vieron, logrando nada más que caos y dolor...Disfrutan del malestar del otro.
Los egocéntricos: aquellos que buscan convertirse en el centro del universo; son ellos y nada más que ellos.
Los interesados: aquellos que buscan ayuda cuando lo necesitan y cuando nosotros necesitamos de ellos, se ausentan.
Los confiables: aquellos que guardan nuestros más profundos secretos.
Los soñadores: aquellos que persiguen sus sueños y nada más que eso.
Los solidarios: aquellos que dan sin pedir nada a cambio.
Los oportunistas: aquellos que aprovechan las situaciones para pedir cosas.
Los bondadosos: aquellos que ayudan, ayudan y ayudan.
Los solitarios: aquellos que prefieren la soledad antes que la compañía.
Los vengativos: aquellos que quieren hacerle mal a una persona por venganza, porque les es satisfactorio.
Los envolventes o manipuladores: aquellos que logran con gran entusiasmo que hagamos lo que quieren.
Los rencorosos: aquellos que fueron lastimados y hoy no perdonan.
Los odiosos: aquellos que viven con los peores sentimientos.
Los caminantes: aquellos que caminan y dejan huellas en la vida.
Los pasajeros: aquellos que sólo están de pasada, que no tienen interés en dejar alguna huella.
Los aburridos: aquellos que nunca quieren hacer nada.
Los tímidos: aquellos que no hacen por miedo.
Los ambiciosos: aquellos que quieren, quieren y quieren.
Los enamoradizos: aquellos que buscan amor, y no paran hasta encontrarlo, se confunden la persona correcta con la equivocada y dan amor a toda hora.
Los aventureros: aquellos que disfrutan la vida y cada paso que dan...Buscan grandes cambios.
Los celosos: aquellos que viven cuidando a una persona, cuidando que no se la quiten, y muchas veces viven de lo que imaginan.
Los dependientes: aquellos que viven por y para una persona.
Los egoístas: aquellos que quieren todo para ellos.
Los fríos: aquellos que suelen confundirse con tímidos, pero pueden no serlo...Son aquellos que no demuestran amor.
Los histéricos: aquellos que cuando consiguen lo que desean ya no lo quieren.
Los impacientes: aquellos que quieren todo cuando lo piden.
Los insensibles: aquellos que sienten menos que todos.
Los pensativos: aquellos que viven pensando antes de hacer las cosas, que se ahogan en sus propias preguntas.
Los poderosos: aquellos que creen tenerlo todo, o aun así, lo tienen.
Los realistas: aquellos que ven la realidad de las cosas, saben distinguirla.
Los responsables: aquellos que hacen las cosas sabiendo las consecuencias de sus actos.
Los valientes: aquellos que se animan a todo, por más malo que sea.
Los consejeros: aquellos que nos dan más de mil consejos cuando lo necesitamos aunque muchas veces no saben qué hacer con sus propias vidas.
Los posesivos: aquellos que piensan que todo es de ellos.
Los que escuchan: aquellos que nos prestan los oídos siempre que lo necesitamos.
Y todo tipo de personas que con el correr del tiempo nos fuimos cruzando y en muchas ocasiones nos hemos convertido en varias de ellas...
La vida sigue para todo el mundo, y hoy empieza un año más de los que viviremos, digámosle "chau" a todas las tristezas y sonriámosle a todas las alegrías que vendrán, llevémonos del 2013 los mejores recuerdos y dejemos en el olvido los que más daño nos hicieron, abrámosle los brazos a nuevas emociones, a un nuevo año, y nunca pero nunca olvidemos empezar cada uno de ellos con la frente en alto y confianza en cada paso que vamos a dar. Para avanzar no hay que mirar hacia atrás, lo escuchamos todo el tiempo, pero ahora, al final de este año, no podemos resistirnos a bajar un poco el paso y mirar todo lo avanzado en este tiempo, pero sólo un segundo, porque seguimos caminando, con el rumbo marcado y empujando constantemente el horizonte hacia adelante... 
Feliz año para todos y todas, tratemos de ser cada día y cada año, una mejor persona.


@Incredulas - 01/01/14